El conflicto israelí-palestino tiene su origen a mediados del siglo XX. Tras el Holocausto llevado a cabo por la Alemania nazi la comunidad internacional dio su apoyo al movimiento sionista para la creación de un Estado para el pueblo judío, un objetivo que la Organización Sionista Mundial llevaba persiguiendo desde finales del siglo XIX. Este territorio estaría ubicado en Oriente Próximo, más concretamente en el antiguo Mandato Británico de Palestina.. Sin embargo, los palestinos y algunos países árabes como Siria, Líbano, Egipto o Jordania no lo aceptaron, estallando como consecuencia la primera guerra árabe-israelí en 1948. El conflicto acabaría con una victoria israelí que significaría no solo el establecimiento formal del Estado de Israel, sino también la extensión de sus fronteras fruto de la conquista durante la contienda. La Franja de Gaza y Cisjordania se crearían como lugar donde habitaban los palestinos. En sucesivas guerras y victorias israelíes –como en 1967 y 1973– el territorio de Israel iría aumentando en detrimento de los palestinos y otros países árabes.
La lucha por la causa palestina iría cambiando de dinámicas a lo largo del siglo XX. Con los Acuerdos de Oslo de 1993, la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasser Arafat reconocería a Israel y se establecería una hoja de ruta para materializar la política de dos Estados. Sin embargo, Palestina nunca tendría una autonomía efectiva debido a la política israelí de ocupación, expulsión de palestinos y creación de nuevos asentamientos. En este contexto, crecería el papel de Hamás, que tomaría el control de la Franja de Gaza en 2006. La Autoridad Nacional Palestina quedaría en Cisjordania, viendo como su legitimidad iría decreciendo al ser acusada de “colaboracionismo” con Tel Aviv. Las autoridades israelíes se enfrentarían a Hamás y a las demás facciones armadas de Gaza en varios conflictos, destacando los de 2008 y 2014, cuando el ejército realizó una operación terrestre en la Franja.
La situación de tensión no ha cambiado. El sistema de ocupación y apartheid que impone Israel a los palestinos continúa, mientras estallan regularmente enfrentamientos entre Israel y las facciones armadas palestinas. El nuevo punto de inflexión lo marcaría la guerra de Sucot con el ataque masivo y sorpresivo de Hamás a Israel el 7 de octubre de 2023, causando miles de muertos y bajas israelíes. Tel Aviv declararía el estado de guerra y la formación de un gobierno de concentración a la vez que realizaba una campaña de bombardeos muy intensa sobre Gaza. Mientras tanto, la tensión con el Eje de la Resistencia aumenta con el peligro de que estalle una guerra regional.