Las facciones palestinas en conjunto han lanzado un ataque masivo contra Israel, disparando en un inicio más de 5.000 cohetes. Desde entonces, las salvas de cohetes se han producido de manera ininterrumpida. Fuerzas militares palestinas también han asaltado y atacado diferentes posiciones de las Fuerzas de Defensa de Israel dentro del propio territorio israelí, además de avanzar sobre los núcleos urbanos ubicados al sur, en la zona colindante con Gaza.
Poco después de confirmarse los primeros ataques, Hamas ha publicado un comunicado en el que anuncia el comienzo de la operación “Inundar al-Aqsa”. En el documento, el grupo palestino afirma que el momento de acabar con Israel ha llegado y que esta operación es una respuesta a las constantes violaciones contra el pueblo palestino. Hamás directamente afirma que “toda cooperación entre las fuerzas Israelíes y la Autoridad Palestina se ha acabado” y que expulsarán a Israel.
Este imprevisto ataque, que coincide con el aniversario de la Guerra de Yom Kippur (6 de octubre – 25 de octubre de 1973), ocurre sólo 24 horas después de que cuatro palestinos fuesen asesinados por colonos israelíes en Cisjordania. En lo que va de año, los pogromos orquestados por colonos israelíes contra palestinos se han intensificado considerablemente bajo el apoyo e impunidad que estas acciones han recibido por parte del Gobierno de Netanyahu. Igualmente, en lo que va de año, al menos 172 palestinos fueron abatidos por las Fuerzas de Seguridad Israelíes en Cisjordania, el número más alto desde 2005.
La última confrontación de gran envergadura entre las facciones palestinas e Israel tuvo lugar en mayo de 2021, cuando miles de cohetes fueron lanzados desde Gaza contra territorio israelí a lo largo de varios días, llegando a impactar incluso en Tel Aviv. Sin embargo, la magnitud de la operación lanzada hoy por Hamás difícilmente puede tener comparación tanto por el elevado número de lanzamientos de cohetes en un lapso tan breve, como por las propias acciones armadas realizadas en territorio israelí.
Aunque las cifras siguen siendo muy confusas, se habla de más de medio centenar de bajas militares israelíes, un número indeterminado de bajas civiles israelíes, así como múltiples soldados tomados como rehenes que han sido llevados a Gaza por las fuerzas palestinas –según Hamas al menos 35–. En diferentes localidades israelíes las fuerzas palestinas habrían logrado penetrar y asaltar tanto estaciones de policías como barracones militares. Por su parte, Israel ha anunciado que declarará formalmente el estado de guerra y que movilizará a al menos 10.000 reservistas para responder a los ataques de Hamas en una operación bautizada como Espadas de Hierro.
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