#DescifraMensual Febrero de 2021

Aunque un mes corto, febrero ha sido ajetreado de principio a fin. De Oriente Medio, con renovadas tensiones, a intentonas, amenazas o golpes en sí mismos, en Puerto Príncipe, Ereván y Naypyidaw, o renovadas ofensivas militares en Cabo Delgado y República Centroafricana.

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Oriente Medio… de nuevo

Como es habitual la nueva administración estadounidense se estrenó en Oriente Medio con un bombardeo en Siria. En una reedición de las tensiones y escalada de diciembre de 2019 a enero de 2020 todo comenzó con los ataques con cohetes a tropas de Estados Unidos por parte de milicias chiíes. Cuando en Erbil, al igual que en la base militar K1 de Kirkuk en 2019, murió un contratista civil la respuesta no tardó en llegar con el mentado bombardeo en Siria a milicias apoyadas por Irán.

Todo esto debemos situarlo en un escenario más amplio, mientras por entonces se trató de la estrategia de máxima presión de Trump, ahora se enmarca en el tira y afloja entre Washington y Teherán por el acuerdo nuclear o JCPOA. Ambos aseguran querer retomarlo, pero los iraníes exigen como principio que es Estados Unidos quien debe comenzar por cumplir lo estipulado retirando las sanciones, al ser quienes lo abandonaron en 2018. Mientras los estadounidenses no solo hablan de que Irán debe dar ese primer paso, cumpliendo sus obligaciones, compromisos que redujeron por la salido de Trump, sino que además quieren que la negociación del JCPOA se amplíe a cuestiones como Yemen, las milicias chiíes o el programa de misiles balísticos.

Es en este forcejeo en que se sitúa esta refriega que es probable que continúe escalando. A pesar de todo, Irán si ha dado algo de margen al llegar a un acuerdo con la OIEA para que las inspecciones de la organización al programa nuclear no se suspendan completamente. Aún así han rechazado negociaciones informales auspiciadas por la Unión Europea. Una de cal, otra de arena. A su vez Israel, de camino a nuevas elecciones, para elevar las tensiones con advertencias de un ataque preventiva, así como incidentes en el Golfo Pérsico.

En otro frente también relevante que vigilar, pues tiene su relación, es la situación de Yemen y la nueva postura de Estados Unidos. Esto se corrobora por los siguientes hechos: ofensiva intensificada de los houthis en la ciudad de Marib, ataques constantes con misiles balísticos y drones a Arabia Saudí en respuesta la participación de Riad en la guerra, retirada (parcial) de Estados Unidos, junto a la calificación de grupo terrorista a los houthis, y sanciones de Washington a Arabia Saudí por el asesinato de Jamal Khashoggi.

Para expandir: El Caso Khashoggi

En tierras no muy lejanas otras dinámicas a las que debemos prestar atención se desarrollaban. Por un lado, en Argelia volvía con fuerza el movimiento de protesta Hirak, que derribó a Bouteflika, en la celebración de su segundo aniversario. El presidente Abdelmajid Tebboune parece querer adelantarse a los acontecimientos y calmar los ánimos al disolver el parlamento y convocar elecciones anticipadas, con una reorganización del gabinete de gobierno. Si sus esfuerzos sirven el tiempo lo dirán, pero el profundo descontento en una juventud sin trabajo y sin futuro que exige la caída del régimen, unido a un proceso electoral totalmente desprestigiado, en el que las participación es apenas testimonial, no parece el mejor campo en el que sembrar. Si un referéndum constitucional llama tan solo al 23% del censo, que podrá hacer una mera elección legislativa.

Votación final del Foro de Dialogo Político Libio. 5/02/2021

Por otro lado, Libia pareciera que tiene mejores perspectivas. Por primera vez desde el inicio de la segunda guerra civil el país mediterráneo tiene un gobierno de unidad nacional. Auspiciada la elección por la ONU en el Foro de Diálogo Político Libio el nuevo gobierno tiene la tarea de dirigir una difícil transición hasta la celebración de elecciones a finales de año. Sin embargo, el camino es tortuoso, los actores externos interesados múltiples y la propia elección del Foro, con delegados que representan distintos intereses, plagada de corrupción.

Para expandir: Nuevo gobierno de unidad nacional en Libia: ¿el final del túnel?

Golpes y farsas

El acontecimiento de mayor importancia del mes ha sido el golpe de Estado en Myanmar. El Tatmadaw han atrincherado bien sus posiciones y han ido desplegando a lo largo del mes una represión cada vez mayor contra los manifestantes anti-golpe. A finales de febrero las fuerzas de seguridad habían matado a unos 39 manifestantes. A nivel local se ha desarrollado una oposición robusta al golpe que esta enfrentando diariamente en las calles la toma del poder militar. Aun así esta oposición no ha logrado por el momento articular unos objetivos y liderazgo claro. El vacío de poder que han dejado los cuadros políticos de la Liga y Aung San Suu Kyi tratan ahora de ser ocupados por los que queda del NLD, activistas de nuevo cuño y las comunidades étnicas, que también reclaman su papel. A nivel internacional ha habido condenas y sanciones, pero lo segundo solamente por parte de Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda. Lo más destacado ha sido la condena del enviado de Myanmar a la ONU, y que supone un duro golpe a la junta que podría perder su asiento en la organización. Los países de la ASEAN por su parte parecen dispuestos a negociar.

Para expandir: La ruptura de la Diarquía cívico-militar: ¿Qué le espera a Myanmar? / Golpe de Estado en Myanmar

Manifestantes partidarios de la Liga Nacional para la Democracia de Aung San Suu Kyi en la embajada de Myanmar en Bangkok, Tailandia | Andre Malerba / Bloomberg

Pero el de Naypyidaw no fue el único golpe que tuvimos en febrero. En Haití, entre una crisis constitucional y enormes manifestaciones contra el presidente, alumbró un intento de golpe de Estado, o quizá un auto-golpe más bien. El día que vencía el ultimátum de la oposición al presidente para que abandonara el cargo, el 8 de febrero, el presidente anunciaba haber frustrado un intento de golpe de Estado y arrestaba a más de 20 personas, entre las que se encontraron la inspectora general de la policía y un juez del Tribunal de Casación (máximo tribunal similar al Tribunal Supremo). Sin embargo, detrás de esta aparente sencilla narrativa se encuentra lo que de hecho algunos podrían calificar de auto-golpe.

El 8 de febrero el mandato del presidente Jovenel Moise llegaba a su fin tras 5 años (fue elegido en 2016), pero por ciertas circunstancias no pudo jurar el cargo hasta 2017, por lo que aquí esta el asunto de la crisis constitucional: unos interpretan que su mandato terminaba en 2021, mientras otros que lo hace en 2022. Ese mismo día se producían enormes manifestaciones contra Moise, quien había sido elegido con una participación del 18% y gobierna desde 2020 por decreto después de que el parlamento se disolviese. Las mismas reglas que aplicó al parlamento, elegido en 2015-6 y disuelto en 2020 después de que se pospusiesen a 2021 las elecciones que debían celebrarse en 2019, no se las aplica así mismo. Seguido de las protestas uno de los jueces del Tribunal de Casación se autoproclama presidente, al entender que el mandato del presidente ha aspirado y no hay poder legislativo. Como respuesta Moise decreta que tres jueces del Tribunal de Casación son jubilados, entre ellos el arrestado el día 8 (Yvickel Dabrezil), el autoproclamado (Joseph Mecene Jean Louis) y la jueza Wendelle Coq Thelot. Este mismo decreta es considerado inconstitucional, incluso para Estados Unidos, que ha apoyado que Moise debe gobernar hasta 2022.

Ereván ha sido otro de los escenario de los golpes de febrero. En este caso la situación se ha dado más en el sentido de amenaza que de golpe efectivo. El 25 de febrero el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Armenia publicada un comunicado en que pedían la dimisión del Primer Ministro Nikol Pashinyan. Un escenario parecido al boliviano de 2019, el ejército se limitaba a pedirlo y no trataba de forzar la salida tomando lugares estratégicos ni haciendo arrestos o declarándolo en televisión nacional, métodos típicos de un golpe como el birmano. Sin embargo, hay elementos muy distintos, en primer lugar Pashinyan plantó cara, salió a la calle con sus seguidores, declaró que se trataba de un intento de golpe y llamó a “defender la democracia”. Los otros elementos clave son que hasta ahora el primer ministro armenio ha contado con el apoyo de la policía y aunque la oposición se ha movilizado, no tiene el control de la calle. Mientras el papel del presidente del país es una de las claves, este ha rechazado la destitución del Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, formando parte del bloque opuesto a Pashinyan, que trata de mantenerse en el cargo tras ,a derrota de Armenia en la guerra contra Azerbaiyán.

El primer ministro armenio, Nikol Pashinyan saluda a la gente en las calles del centro de Ereván. Pashinyan pidió a sus seguidores que se manifestaran en el centro de Ereván para apoyarlo después de que denunciara un golpe militar en su contra | Hayk Baghdasaryan / EPA

En Somalia se ha dado una situación parecida a Haití, el gobierno federal no ha celebrado elecciones legislativas en diciembre ni presidenciales en enero, como debía, debido a las disputas con los Estados federados para llegar a un acuerdo sobre los comicios. Por lo tanto a partir del 8 de febrero el presidente Farmaajo ya no tenía autoridad constitucional para permanecer en el cargo. Así se expresó la oposición que llamó a crear un Consejo de Transición abriendo una crisis constitucional. Días después la oposición organizó una movilización en Mogadiscio para el 19 de febrero, que el gobierno federal prohibió bajo el auspicio de la pandemia. El día de la protesta, en la que participan relevantes figuras como el ex-presidente Sharif Sheid Ahmed, las fuerzas federales reprimen a los manifestantes. Este nuevo punto de máxima tensión ha terminado por resolverse después de que las partes aceptaran una reunión el día 25 para delimitar un principio de acuerdo, en el que se retrasa la siguiente manifestación y el gobierno federal pide disculpas, aceptando abrir una investigación de los hechos.

Para expandir: Crisis constitucional en Somalia (I): Elecciones canceladas / Somalia, el puesto avanzado de Turquía en África

En Nepal el Tribunal Supremo ha dictaminado finalmente que la decisión del Primer Ministro Sharma Oli de disolver el parlamento fue inconstitucional. Ahora que la cámara legislativa vuelve a sus funciones, y no habrá elecciones anticipadas, podría darse una moción de censura contra su gobierno.

Nuevas ofensivas

El mes de febrero ha tenido renovadas ofensivas en República Centroafricana y Mozambique. En el primero las fuerzas pro-gubernamentales, que apoyan al gobierno del presidente Faustin-Archange Touadéra, han lanzado una ofensiva a escala nacional contra la “Coalición de Patriotas por el Cambio” (CPC), una alianza de grupos armados rebeldes que se formó el pasado mes de diciembre. El primer gran éxito de esta ofensiva ha sido la liberación de la carretera Bangui-Camerún, arteria clave para el comercio y la ayuda humanitaria, cuyo bloqueo estaba siendo utilizado para poner la capital bajo asedio. Igualmente importante ha sido que posteriormente las fuerzas armadas, respaldadas por contratistas rusos y soldados ruandeses, han avanzado en el noroeste del país tomando Bossangoa, el principal bastión del ex-presidente François Bozize.

Para expandir: Entrevista a Valery Zakharov: “Creo que el momento en el que todos los territorios del país serán liberados no está muy lejos” / Cobertura República Centroafricana

Soldados de las FACA en el interior de Beloko, ciudad fronteriza con Camerún. 11/02/21

En Mozambique la ofensiva organizada por el gobierno el 5 de febrero contra los insurgentes islamistas de Cabo Delgado para retomar Mocimboa da Praia y levantar el cerco a Palma ha sido un fracaso. Las victorias iniciales se han convertido en derrotas con las contraofensivas insurgentes, la línea de suministros que debía reabastecer la asediada ciudad de Palma ha sido interrumpida y ahora Ansar al-Sunna amenaza con realizar un cerco también a Nangade, la ciudad desde la cual llegaba esta línea de suministros, rompiendo el eje Nangade-Palma. A su vez los intentos de retomar Mocimboa da Praia se han visto frustrados tanto en Xitaxi como en Diaca, municipios en la ruta hacia la ciudad. Al mismo tiempo los contratistas sudafricanos han sido duramente criticados por sus ataques indiscriminados a la población local con helicópteros para combatir a los insurgentes. El gobierno se ve cada vez en una situación peor con los islamistas, esta ofensiva debía marcar que tomaban la iniciativa, pero esto se ha visto impedido por la derrota sumado a que el cambio de liderazgo en las fuerzas armadas se ha visto obstaculizado con la muerte por coronavirus del militar de confianza del presidente.


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Graduado en Ciencias Políticas en la Universidad de Salamanca. Hago seguimiento y análisis de procesos electorales, geopolítica, insurgencias y de las dinámicas del imperialismo en Descifrando la Guerra.

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