El 15 de agosto de 2021 ha quedado grabado en la historia como una fecha clave en la que se decidió el futuro de Afganistán. El seguimiento de la jornada, y sus consecuencias en los días siguientes, ha sido frenético por lo que para facilitar la comprensión de los acontecimientos publicamos este recopilatorio. ¡Esperamos que os sea de interés!
Colapsa el gobierno afgano
Fragmento extraído de:
La gran campaña urbana: día a día del colapso del gobierno afgano
15 de agosto
El día 15 sería histórico en Afganistán con la caída de más capitales: Jalalabad (provincia de Nangarhar), Maidan Shahr (provincia de Maidan Warzak), Khost (provincia de Khost), Bamiyán (provincia de Bamiyán), Mahmud-i Raqi (provincia de Kapisa), Charikar (provincia de Parwan), Parun (provincia de Nuristan) y Kabul (provincia de Kabul). El país amanecía con la caída de dos ciudades que venían horas resistiendo una inminente toma, las de Jalalabad y Maidan Shahr. Esta última habría sido rendida días antes pero defendida in extremis por un contraofensiva de tropas progubernamentales el día 14 frente al acuerdo de rendición. Tras menos de un día desde la retirada de la milicia KDF de Gardez, los talibanes entraban en la ciudad de Khost, dirigiéndose a la prisión. También se produciría la caída de Bamiyán, capital de la provincia homónima, al oeste de Kabul, famosa por sus budas monumentales -destruidos por los talibanes y reconstruidos en 2001 tras la invasión-. A continuación se daría el asalto sobre la importante base aérea de Bagram, al norte de Kabul, y la capital de su región, Charikar. Poco después se reportaría la huida de líderes locales de Mahmud-i-Raqi, al norte de Kabul. Los talibanes tomaban así su capital número 30 en 9 días.
El Ministerio del Interior aseguraba que los talibanes habían entrado en Kabul, lo cual se desmintió enseguida con el comunicado talibán asegurando que no iban a asaltar la capital por la fuerza, permitiendo la transición ordenada. Mientras tanto, el líder del parlamento afgano y un grupo de líderes políticos huían a Pakistán. El Aeropuerto Internacional de Kabul se llenaba completamente y así como se formaban largas colas ante las embajadas y bancos de la ciudad. Una delegación talibán llegaría al Palacio Presidencial para acordar un “gobierno de transición”, que posteriormente se desmentiría. La prisión de Pul-e-Charkhi, en Kabul, sería asaltada finalmente para lograr la liberación de sus acérrimos -especialmente peligrosos en esta prisión- después del motín del día anterior.
Al mismo tiempo, se confirmaba la caída de la base aérea de Bagram -de primer nivel para Estados Unidos- y, poco después, la capital de su región, Charikar. Al cabo de unas horas, también llegaban noticias de rendición desde las provincias de Nuristan y Panjshir. Y rumores, que posteriormente se confirmarían, de la huida del Presidente Ashraf Ghani hacia Tayikistán. Esto podría indicar que la negociación con la delegación talibán para formar un “gobierno de transición” conjunto habría fracasado. Los talibanes finalmente confirmarían la toma de la capital de Nuristan, Parun, posteriormente a la salida de Ghani del país.
Ante la huida del gobierno y el vacío de seguridad argumentado por los talibanes, éstos entrarían en Kabul al atardecer, se apoderarían de la ciudad y se prepararía la proclamación del futuro régimen, así como su forma y tiempos. A las horas se confirmaría la toma del Palacio Presidencial, mientras la situación en las calles se deterioraba y Estados Unidos pedía inicialmente no concentrarse en torno a la Embajada y el aeropuerto. Posteriormente retirarían esta recomendación. El aeropuerto de Jalalabad también cayó al final del día. Con Kabul, serían ya 8 las ciudades tomadas el día 15 de agosto, superando el record del día 14. Solo el valle del Panjshir restaría fuera de control talibán, marcando el único reducto del mapa dada su compleja geografía -permitiendo su aislamiento-, aunque una rendición completa del gobierno podría relativizar la importancia del Panjshir.
Ashraf Ghani, tras marcharse a Tayikistán, habría viajado a Omán, mientras su Ministro de Defensa ponía rumbo a Emiratos. Ismail Khan se habría marchado a Irán desde Herat según reportes periodísticos. Francia desplegaba dos aviones en Emiratos Árabes para ayudar en las evacuaciones. Los talibán aseguraban que no supondrían ningún peligro para los extranjeros en plena evacuación y, tras entrar en el Palacio Presidencial, retiraban las banderas de la República de Afganistán. Esa noche sería muy convulsa en el aeropuerto de Kabul tras la suspensión de vuelos comerciales y el control estadounidense, con disparos al aire, estampidas y fallecidos entre multitudes huyendo e intentando alcanzar un avión, incluso subiéndose sobre el fuselaje. Desde el exilio, Ashraf Ghani reconocía la victoria talibán en un comunicado, aunque no les consideraba legítimos.
Con la más que previsible proclamación del Emirato Islámico de Afganistán terminaría una campaña urbana relámpago que había logrado rendir la práctica totalidad de las capitales en apenas 9 días. La incógnita remanente sería la composición e idiosincrasia del nuevo régimen.
Para expandir: La gran campaña urbana: día a día del colapso del gobierno afgano
La evacuación de Kabul
El colapso del gobierno afgano y la toma del poder en Kabul por parte de los talibán ha llevado a que muchos países, especialmente aquellos pertenecientes a la coalición internacional encabezada por Estados Unidos, hayan llevado a cabo una evacuación urgente de la capital afgana que ha estado definida por la improvisación, el pánico y el caos.
La situación ha sido particularmente crítica en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de Kabul. Miles de ciudadanos afganos, temerosos de su futuro tras la caída del país en manos de los talibán y desesperados por escapar, han irrumpido en las instalaciones con el objetivo de subirse a cualquier avión que les pudiera sacar del país. Esto ha llevado a escenas dramáticas en las pistas de despegue, momentos de tensión con las miles de tropas estadounidenses presentes en las instalaciones y, en términos generales, al predominio del caos sobre la urgencia.
Para expandir: El caos se apodera del aeropuerto de Kabul
La reacción internacional
El colapso del gobierno afgano plantea la llegada de un nuevo escenario a Afganistán. Esto ha provocado numerosas reacciones en el ámbito internacional, pero sin duda las más importantes han sido las de las grandes potencias: China, Rusia y Estados Unidos.
El 46º presidente de Estados Unidos, Joe Biden, regresaba de sus vacaciones para dar un discurso televisado desde la Casa Blanca en el que afirmaba que: “Respaldo firmemente mi decisión. Después de 20 años, he aprendido por las malas que nunca hubo un buen momento para retirar las fuerzas estadounidenses”
Para expandir: Declaraciones de Joe Biden tras la caída de Kabul
Mientras tanto la Federación Rusa y la República Popular China parecen prepararse para reconocer al nuevo gobierno talibán tan pronto como este se proclame. El embajador ruso en Kabul ha estado en contacto continuo con los representantes del grupo, mientras que la portavoz del Ministerio de Exteriores chino ha afirmado que China respeta la voluntad de los afganos y que desea “mantener relaciones amistosas”
Para expandir: La embajada rusa en Kabul funciona con “normalidad”, mientras Washington acelera su caótica salida de Afganistán y Retirada estadounidense y victoria talibán: los intereses de China en el nuevo Afganistán
Suscríbete y accede a los nuevos Artículos Exclusivos desde 3,99€
Si escoges nuestro plan DLG Premium anual tendrás también acceso a todos los seminarios de Descifrando la Guerra, incluyendo directos y grabaciones.
Apúntate a nuestra newsletter
Te enviaremos cada semana una selección de los artículos más destacados, para que no te pierdas nada.