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Tailandia (II): De monarcas y militares

El Rey Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun (derecha) firma la nueva constitución de la junta durante la ceremonia junto al Primer Ministro y líder de la junta Prayuth Chan-ocha (izquierda) | Fuente: Associated Press
El Rey Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun (derecha) firma la nueva constitución de la junta durante la ceremonia junto al Primer Ministro y líder de la junta Prayuth Chan-ocha (izquierda) | Fuente: Associated Press

Escrito por Àngel Marrades

Primera parte: Tailandia (I): Rojos contra amarillos

El periodo que siguió al golpe de estado de 2014 en Tailandia esta marcado por la junta, la sucesión de la corona y la vuelta de las elecciones. La familia Shinawatra ya no volverá a ocupar el papel central del periodo anterior, pero la disputa entre rojos y amarillos continuará marcando la vida política del país. Sin embargo, con un cambio importante de la correlación de fuerzas tras el golpe debido a un realineamiento de las élites.

Cronología de eventos en Tailandia del 2000 al 2019
Cronología de eventos en Tailandia del 2000 al 2019

El Consejo Nacional para la Paz y el Orden y la sucesión (2014-2019)

El golpe militar del 22 de mayo de 2014 instaló el Consejo Nacional para la Paz y el Orden (NCPO), esta junta gobernó el país durante 5 años. Esto supone una notable diferencia respecto al golpe de estado de 2006, veamos porque. El liderazgo del golpe está vez no estuvo en el Palacio ni el Consejo Privado del Rey, por supuesto debieron recibir la aprobación de estos. Pero hubo una ausencia muy notable de los símbolos monárquicos, el color amarillo, y el Rey no otorgó oficialmente el mando hasta el 26 de mayo, 4 días después del golpe. Esta ausencia de un papel preponderante de la monarquía se debió a que en primer lugar se quería evitar vincular a la institución de nuevo. En segundo lugar a que la camarilla militar que tomó el poder no estaban interviniendo de manera partidista, como en 2006, sino en un sentido de misión nacional sacra como institución para corregir el rumbo. El líder de esta camarilla era Prayuth Chan-Ocha, por entonces Comandante en Jefe del Real Ejército Tailandés; Prayuth buscaba corregir el rumbo del país.

El ejército toma el poder el 22 de mayo de 2014 | Fuente:  Athit Perawongmetha / Reuters
El ejército toma el poder el 22 de mayo de 2014 | Fuente: Athit Perawongmetha / Reuters

Desde el punto de vista del ejército esta ya no era una tarea de los civiles, que habían sumido el país en una larga crisis política de 8 años ya, por lo que a diferencia de 2006 el objetivo del golpe no fue intervenir para mediar o poner orden para después dar paso a unas elecciones. Esto se vio en los días posteriores al golpe, que no era necesario para hacer caer a Yingluck Shinawatra, pues ya había sido destituida por los tribunales. El gobierno interino trato de controlar la situación, pero inmediatamente el ejército declaró la ley marcial el 20 de mayo, al día siguiente reunió a todos los grupos políticos en una habitación para que trataron de llegar a una solución política. A la mañana del 22, sin acuerdo, los militares dieron el golpe de estado arrestando a los líderes de los distintos grupos políticos que habían sido incapaces de sacar al país de la crisis política. Con esto el objetivo de los militares era ser la fuerza rectora del país. Por eso Prayuth no solo tomó el poder, sino que tenía un proyecto nacional para el desarrollo del país, de alguna forma quería replicar el éxito de la Premocracia de 1980-88.

En el golpe de 2006 la junta creo el “Consejo para la Reforma Administrativa bajo un Régimen Democrático con el Rey como Jefe de Estado” y suspendió la constitución de 1997, reemplazándola por una interina que sería desarrollado y votada en referéndum en 2007. El NCPO actuó de manera similar en 2014, al suspender la constitución de 2007 y establecer una constitución interina. Sin embargo hay una notable diferencia, el artículo 44. Esta disposición concedía al líder de la junta poderes absolutos como soberano y protector de la nación, le daba poder ejecutivo para “por el bien de las reformas en cualquier campo, la promoción del amor y la armonía entre las personas en la nación, o la prevención, reducción o supresión de cualquier acto que sea perjudicial para el orden o la seguridad nacional, el trono real, la economía nacional o la administración pública, ya sea que el acto ocurre dentro o fuera del reino” que todas las órdenes emitidas se considerarían “legales, constitucionales y finales”. Esto de nuevo muestra que Prayuth tenía, y tiene, un proyecto nacional de largo recorrido para el que necesitaba tiempo. De esta forma la junta del NCPO fue una con poderes muy centralizados en su persona, principalmente, y otros de su confianza.

Pero no hay que dar por entendido que Prayuth lo haya tenido fácil, o que tenía control completo sobre los militares. Esta centralización del poder no agrado algunas facciones del ejército o figuras poderosas como Prem, que seguía siendo el enlace entre el Palacio y las Fuerzas Armadas. A pesar de que Prayuth asumió sus poderes como cabeza de la junta pronto perdió gran parte de su control directo sobre el ejército al llegar a término su mandato el 30 de septiembre de 2014 como Comandante en Jefe del Real Ejército Tailandés. Prayuth ostentó esta posición desde 2010, durante cuatro años, algo poco usual. Su mano derecha, y mentor, fue Prawit Wongsuwan que ostento amplios poderes como Ministro de Defensa de la junta.

El Primer Ministro tailandés Prayouth Chan-Ocha (derecha) y el Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa Prawit  Wongsuwan  antes de la reunión semanal del gabinete en la Casa de Gobierno en Bangkok el 4 de enero de 2017 | Fuente: Athit Perawongmetha /  Reuters
El Primer Ministro tailandés Prayouth Chan-Ocha (derecha) y el Viceprimer Ministro y Ministro de Defensa Prawit Wongsuwan antes de la reunión semanal del gabinete en la Casa de Gobierno en Bangkok el 4 de enero de 2017 | Fuente: Athit Perawongmetha / Reuters

Sin embargo, desde el golpe, el control organizativo de la junta sobre los militares ha disminuido. Inicialmente, esto ocurrió después de la retirada del propio Prayuth del puesto de jefe del ejército en octubre de 2014. Una vez retirados, los oficiales ya no tienen control oficial y directo sobre las tropas. Prayuth y Prawit, en su papel de líderes de la junta y ministros del gabinete, solo pueden dar órdenes indirectas a los soldados. Por supuesto, como altos mandos jubilados, todavía mantienen redes informales de control. Pero era necesario que Prayuth pasara el control oficial del servicio activo del ejército a subordinados de gran confianza. (Chambers, 2019b).

La junta como señala Chambers pudo mantener el control del ejército a través de medios no oficiales, esto es, las facciones y camarillas que se forman en la estructura militar. Tanto Prayuth como Prawit están asociados a la facción Buraphapayak (Tigres del Este), que corresponde a la 2ª División de Infantería, que también es conocida como la “Guardia de la Reina”, pues todas sus unidades se pusieron bajo el patrocinio de la Reina Madre Sirikit. Los Buraphapayak han controlado las principales posiciones del ejército, ya sea directamente o mediante leales de otras facciones, desde 2007. Estos puestos son los “Cinco Tigres” del ejército —el comandante en jefe, el subcomandante, el jefe de gabinete y los dos puestos de comandante asistente— así como los puestos de liderazgo de los cuatro comandos regionales y el comandante de la Primera Región del Ejército, donde esta la ciudad de Bangkok. Sin embargo desde 2016 la facción Wongthewan ha ido ganando posiciones, y para el periodo 2018/2019 esta facción controlaba 3 de las 5 posiciones de los Cinco Tigres y la Primer Región, Bangkok. Wongthewan corresponde a la 1ª División del Ejército y es designada como la “Guardia del Rey”.

Pero debemos añadir otra razón de importante por la que el ejército tomo el poder: la sucesión del trono, era una necesidad evitar el aumento del sentimiento anti-monárquico, evitar una crisis sucesoria y asegurar el poder de la corona. La frágil salud del monarca Bhumibol Adulyadej hacía creer que fallecería dentro de poco, la muerte del jefe de estado sería un acontecimiento de gran relevancia, después de tantos años de reinado Rama IX era una institución y símbolo de estabilidad en sí mismo por encima de la corona. Los militares querían por lo tanto estar al cargo cuando llegará el momento para asegurar una sucesión sin incidentes y vigilar el posible vacío de poder. Aunque el heredero de la dinastía Chakri, el Príncipe de la Corona Maha Vajiralongkorn, era claro desde 1972 un cambio de esta magnitud significaba cambios en la estructura de poder. Estas preocupaciones se hicieron realidad a la muerte de Bhumibol el 13 de octubre de 2016, tras 70 años de reinado llegaba el fin de una era.

Once elefantes de la antigua capital de Tailandia, Ayutthaya, marcharon por las calles de Bangkok como parte de una procesión dedicada al difunto rey tailandés Bhumibol Adulyadej, quien murió el 13 de octubre | Lillian Suwanrumpha / AFP
Once elefantes de la antigua capital de Tailandia, Ayutthaya, marcharon por las calles de Bangkok como parte de una procesión dedicada al difunto rey tailandés Bhumibol Adulyadej, quien murió el 13 de octubre | Lillian Suwanrumpha / AFP

Poco antes, en agosto de 2016, Prayuth había conseguido aprobar en referéndum la nueva constitución, que sería ratificada en 2017 por el nuevo monarca. No obstante Vajiralongkorn hizo algunas sugerencia respecto a las prerrogativas reales que aumentaron sus poderes. Entre ellas el control de la regencia, esto le permite permanecer en el extranjero sin necesidad de nombrar una regencia para que ocupe su lugar en su ausencia, o la reinstauración del espíritu de la constitución de 2007 en el caso de crisis constitucionales: “Siempre que ninguna disposición de esta Constitución sea aplicable a ningún caso, se realizará un acto o se tomará una decisión de conformidad con las convenciones constitucionales de Tailandia bajo el régimen democrático de gobierno con el Rey como jefe de estado”. Pero además el nuevo monarca hizo una serie de cambio en las estructura militar que muestran sus primeros pasos para consolidar su poder:

En abril de 2017, el Royal Aide de Camp Department, la Oficina del Secretario Privado Principal de Su Majestad, la Oficina de la Casa Real, el Comando de la Guardia Real y la Policía de Seguridad de la Corte Real fueron puestos bajo control directo del palacio. La Primera División de Infantería del Ejército (y las subunidades dentro de ella), aunque todavía formaban parte del ejército, también pasaron a estar controladas directamente por el palacio. El Dusit Throne Hall, el zoológico de Bangkok, el Royal Turf Club y las universidades Suan Dusit y Suan Sunantha han sido devueltas al control real directo o están destinadas a ser devueltas. La expansión del realismo es paralela a los cambios en los monumentos históricos, incluida la desparecida “placa de la democracia” de Tailandia y otra placa que honra la derrota de la rebelión realista de 1933”.(Chambers, 2019c).

 El Primer Ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, celebra el cumpleaños del rey en julio de 2019 | Lillian Suwanrumpha / Agence France-Presse — Getty Images
El Primer Ministro de Tailandia, Prayuth Chan-ocha, celebra el cumpleaños del rey en julio de 2019 | Lillian Suwanrumpha / Agence France-Presse — Getty Images

Bajo la estela de Vajiralongkorn también se entiende mejor la reorganización del aparato militar, pues el nuevo monarca es parte de la facción Wongthewan. Todos sus leales en el ejército, con los que aprendió a pilotar de joven, pertenecen a esta órbita. Es de entender que con la frágil salud del rey en 2016 y ante la expectativa de la sucesión los cambios comenzarán antes de su llegada al trono. Desde que tomó la corona este proceso ha tomado aún más vigor. En 2018 continúo reforzando su poder con la reorganización del Consejo Privado. Aunque mantuvo en la presidencia a Prem Tinsulanonda, pues su posición se habría debilitado, le quitó autoridad despojándole de algunos poderes e incluyendo tres nuevos consejeros de su confianza, todos ellos militares retirados. A la muerte de Prem en 2019 la presidencia del Consejo Privado la ha tomado Surayud Chulanot, un signo de continuismo.

Rama X también ha reforzada su poder sobre las autoridades eclesiásticas budistas, desde 2016, con el apoyo de la junta, el monarca elige de manera directa y ratificado por el Primer Ministro al Supremo Patriarca de Tailandia, pasando por encima del Supremo Consejo Sangha. Posteriormente en 2018 se enmendó la “Sangha Act” dando al Rey control total sobre el Supremo Consejo Sangha, que había mostrado discrepancias con los cambios, al ser su candidato desplazado por la elección del monarca. Respecto a las finanzas se ha revocado la ley de la “Crown Property Bureau” (CPB) de 1936, de manera que ahora no hay una distinción entre las propiedades de la corona y la riqueza personal de Vajiralongkorn, los activos están a su completa disposición. Maha Vajiralongkorn esta utilizando el inmenso poder que ha ido acumulando la monarquía en los 70 años de reinado de su padre para expandir las prerrogativas del trono, convirtiéndose en el monarca más poderoso desde la abolición de la monarquía absoluta en 1932.

El Rey Maha Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun (Rey Rama X) presenta túnicas a los monjes durante el ritual de creación de méritos celebrado en el Salón del Trono Dusit Maha Prasat en el Gran Palacio
El Rey Maha Vajiralongkorn Bodindradebayavarangkun (Rey Rama X) presenta túnicas a los monjes durante el ritual de creación de méritos celebrado en el Salón del Trono Dusit Maha Prasat en el Gran Palacio

Las elecciones (2019)

El 24 de marzo de 2019 la junta celebro elecciones. Podemos dividir en dos campos a las fuerzas que se presentaron, continuando así la división de rojos contra amarillos, aunque esta vez de manera más fragmentada y polarizada alrededor del apoyo a la junta. Del lado de la junta encontramos al Partido Palang Pracharat, creado por los miembros del NCPO en su animo de prolongar su poder y continuar su proyecto nacional. Junto a este esta el Partido Demócrata, el partido tradicional apoyado en su base política del sur musulmán del país, y el Bhumjaithai, que se ha movida en los dos espectros y es un partido bastante local. Mientras los partidarios de los Shinawatra continúan en el Pheu Thai, al cual se le une la novedad del partido Future Forward. En este campo había un tercer partido, el Thai Raksa Chart, pero cuando anunciaron que su candidata a Primera Ministra era la Princesa Ubolratana, hermana del actual rey Vajiralongkorn, la reacción del Palacio Dusit fue inmediata, con un comunicado censuranron la decisión y prohibieron a la Princesa entrar en política. Se trata de la primera vez que la familia real se inmiscuye directamente en la política electoral, desde que en 1932 se aboliera la monarquía absoluta. Días después la Comisión Electoral y la Corte Constitución disolvían el partido. Que problema concretamente suponía que Ubolratana fuera candidata Paul Chambers lo explica:

Si Ubolratana se hubiera convertido en Primera Ministra, sus nuevos poderes legales como jefa de gobierno le habrían proporcionado algunos medios para dar órdenes a ciertas fuerzas de seguridad. Tales poderes podrían haber chocado con las preferencias del actual potentado real. El mensaje es claro: «la participación de un miembro de la realeza de alto rango en la política es inapropiada». Más específicamente, en Tailandia hay espacio para una sola personalidad regia: el soberano mismo.” (Chambers, 2019c).

Los resultados de las elecciones fueron los siguientes (500 escaños en el parlamento):

  • Pheu Thai: 136 escaños (-129) / 22,24% (-26,17)
  • Palang Pracharat: 116 escaños / 23,74% (nuevo)
  • Future Forward: 81 escaños / 17,65% (nuevo)
  • Democrat: 53 escaños (-106) / 11,17% (-23,98)
  • Bhumjaithai: 51 escaños (+22) / 10,54% (+6,6)
Bloques de partidos en el parlamento tras las elecciones de 2019 | Fuente: Stratfor
Bloques de partidos en el parlamento tras las elecciones de 2019 | Fuente: Stratfor

Analicemos los resultados de cada partido. Pheu Thai no consiguió la victoria que esperaba, aunque si se mantuvo como el mayor partido en escaños, principalmente mantuvo sus bastiones del norte y noreste, especialmente la provincia de Isan. Pero tuvo dos problemas principalmente de cálculo electoral a causa de la ley electoral de la junta. En primer lugar no consiguió ningún de los 150 escaños a nivel nacional, solamente de circunscripciones uninominales, esto tiene como consecuencia que algunos de sus líderes más importantes, incluida su candidata a Primera Ministra, no hayan entrado al parlamento. La ley electoral fue diseñada precisamente para perjudicar a partidos como Pheu Thai y en su lugar beneficia a partidos pequeños o de peso medio:

“Los partidos con fuertes bases de votantes en varias circunscripciones territoriales se vieron altamente desfavorecidos por el diseño de un nuevo sistema electoral que unía los votos para los parlamentarios de circunscripciones uninominales con el cómputo de los escaños de las listas de partidos. Los votantes ejercieron el derecho de seleccionar su parlamentario preferido en su circunscripción uninominal, un voto que contaría simultáneamente en la asignación de escaños de las listas de partidos: el número de escaños recibidos en las circunscripciones uninominales por un partido se resta del número de escaños de las listas de partidos que ese partido debería teóricamente recibir en proporción al voto popular. En otras palabras, si una de las partes recibiera un alto número de escaños de circunscripciones uninominales, ese éxito implicaría simultáneamente una deducción de sus escaños de las listas de partidos ”. (Lertchoosakul, 2019).

En segundo lugar la disolución del Thai Raksa Chart fue un duro golpe que les hizo perder escaños a los que solo este partido aliado se había presentado en su lugar. También hay que mencionar que Pheu Thai realizó una campaña bastante conservadora en la que no se atrevió a tratar de expandir su base de votantes, si bien evitaron riesgos no atrapar nuevos votantes especialmente jóvenes de base urbana.

El Partido Demócrata tuvo algunos problemas similares, pero con una derrota enorme y el peor resultado de su historia. Por un lado el mismo problema de ser un partido con fuertes bases regionales al igual que el Pheu Thau. Por otro lado según dice Lertchoosakul tmabién se debió a su cambio de postura durante la campaña electoral al decir que no apoyarían al partido de la junta ni a su candidato a Primer Ministro Prayuth Chan-Ocha incondicionalmente. Tras tanto años apoyando este tipo de movimientos anti-democráticos contra los Shinawatra decir esto ahora no revertía la desconfianza de los nuevos votantes contrarios a la junta, esos jóvenes urbanitas, por lo que no hubo ninguna ganancia electoral. A su vez aquellos votantes más conservadores solo pudieron desconfiar del Partido Demócrata y seguramente muchos de ellos prefirieron al Palang Pracharat, que tuvo ganancias sustanciales en el sur. Bhumjaithai consiguió expandir su base de votantes locales concentrada en la provincia de Buriram, consiguiendo seguramente votantes descontentos del Partido Demócrata.

Comparación de los resultados electorales de las elecciones de 2011 (izquierda) y 2019 (derecha) | Fuente: Thai Data Points
Comparación de los resultados electorales de las elecciones de 2011 (izquierda) y 2019 (derecha) | Fuente: Thai Data Points

Future Forward fue la gran sorpresa electoral con una ganancia extraordinaria. Su éxito se debe principalmente ser el partido capaz de aglutinar las nuevas tendencias, estar alejado de los partidos tradicionales, mostrar propuestas políticas de actualidad que preocupan a los nuevos votantes y reunir el descontento con los años de gobierno de la junta, durante los que ha aumentado la pobreza y la desigualdad. Sus votantes están concentrados en áreas urbanas como Bangkok o el golfo de Tailandia donde hay un importante desarrollo económico. Pero también se ha beneficiado de los votantes descontentos del Partido Demócrata, y del vacío dejado por el Thai Raksa Chart, en cuyas circunscripciones del norte se animó a votar por Future Forward. Otro de los activos del partido fue su joven candidato, el mil-millonario Thanathorn Juangroongruangkit, cuya familia es propietaria de Thai Summit Group, la compañía es uno de los mayores fabricantes de piezas de automóviles en Tailandia.

Por último el Palang Pracharat ha sido capaz de ser el partido con más votos del país, esta es su gran victoria. Sus vectores de votantes son las clases medias urbanas, votantes descontentos con partidos tradicionales como el Partido Demócrata y una extensa red de votos por clientelismo local, proyectos sociales y otras medidas de cooptación del voto. Aquí cabe mencionar los vínculos de Prayuth con las “cinco familias”, estas son las familias más ricas del país en control de importantes empresas, estas son: Charoen Pokphand Group, ThaiBev, King Power Group, Boonrawd Brewery y Central Group, de esta última hablamos en el primer apartado como parte de la burguesía Sino-Thai, la familia Chirathivat. La junta enriquecido enormemente a estas familias, a las que ha dado contratos preferentes, concesiones estatales e incluido como parte de programas sociales. Estas empresas a su vez han hecho grandes donaciones al Palang Pracharat para su campaña electoral. Shawn Crispin señala por ejemplo como la junta impuso aranceles más altos a la importación de vino y cerveza beneficiando a ThaiBev y Boonrawd Brewery, duopolio del sector licorero.

Realineamiento de élites, la crisis persiste (2019-2020)

Analizando los resultados electorales como conjunto vemos un realineamiento de las élites y una fragmentación del poder. Tailandia pasa en este momento por un periodo muy incierto en que se han dado numerosos cambios políticos en tan solo dos décadas. Una lección queda clara, y es que es más sencillo formar coaliciones de demandas heterogéneas con un punto de articulación común que gobernar. Por eso mismo una vez los Shinawatra han sido derrotados ya no hay coalición, pues este era el punto de unión. Ahora vemos un amplio espectro de partidos políticos, y desconocemos que bloques exactamente se van a formar. Sumado a esto la muerte del rey Bhumibol queda un escenario difícil de predecir.

El Primer Ministro tailandés, el general Prayut Chan-Ocha, pronuncia un discurso televisado en Bangkok, Tailandia, el 24 de marzo de 2020 | Fuente: Royal Thai Government
El Primer Ministro tailandés, el general Prayut Chan-Ocha, pronuncia un discurso televisado en Bangkok, Tailandia, el 24 de marzo de 2020 | Fuente: Royal Thai Government

La posición del Primer Ministro Prayuth Chan-Ocha es más frágil de lo que puede parecer. Si bien es cierto que la junta, el rey y los militares tienen intereses mutuos en mantener el actual balance de poder, ese balance siempre esta sujeto a cambio y sacrificios. Prayuth ya no es un militar, sino un político, por lo que depende de la estrecha mayoría que le mantiene en el poder. Recordemos que necesitó el apoyo de 19 partidos, basta con que unos pocos diputados le abandonen para que su agenda legislativa se paralice. Esto puede ser una fuente de chantaje político que Prayuth deberá controlar bien. Aunque sin duda hay “redes de seguridad” en las que puede apoyarse sobre las que los militares tienen control, la primera el Senado. De acuerdo a la Constitución la actual composición fue elegida por el NCPO, habiendo un gran número de militares, estos también eligen al Primer Ministro. Sin embargo Prayuth una vez ha jurado como jefe de gobierno tras las elecciones el NCPO ha quedado disuelto, el artículo 44 queda anulado y todos sus poderes especiales han desparecido.

Como decíamos es fácil crear coaliciones. Hay un gran descontento con los años de la junta, y la percepción es que son las mismas fuerzas las que siguen gobernando el país aunque haya terminado ese periodo “especial”. Y ciertamente es así, esas fuerzas autoritarias y conservadores siguen en el poder, otra cuestión es que no sean un bloque unitario. Estar en contra de Shinawatra y apoyar de manera incondicional todas las acciones de los militares son cosas distintas, por eso las nuevas generaciones de votantes con aspiraciones a la reforma política, de la estructura militar, la justicia y cambios constitucionales están tomando peso. Así podría formarse una importante coalición contra el actual gobierno, y este descontento llega en muchos estratos incluso a la monarquía.

Vajiralongkorn era de por sí una figura controvertida, debido sus excentricidades, escándalos con distintas mujeres, el juego o las drogas, además es una figura que a demostrado ser muy jerárquica. Si bien la monarquía esta en su apogeo, en términos de poder sobre el papel, también podemos decir que se encuentra en uno de sus puntos más bajos públicamente con una dura crítica social. Algunos ejemplos son el hastag “porque necesitamos un rey” en Twitter Tailandia o ciertos voces que piden derogar la lèse majesté. Nunca antes se habían dado críticas tan abiertas sobre la figura de un monarca, especialmente teniendo en cuenta la dura lèse majesté. Pero desde 2018 la ley se ha utilizado menos debido a que el Primer Ministro comunicó que el rey le ordenó personalmente no usar el artículo 112 (lèse majesté).

Además Rama X pasa la mayor parte de su tiempo en una villa en Alemania, incluso ahora durante la pandemia del coronavirus, y la diaspora tailandesa ha realizado protestas en su contra. Vajiralongkorn ha tenido ya cuatro mujeres, y en julio de 2019 nombró oficialmente una Consorte Real, una concubina, algo que ningún rey había hecho desde la monarquía constitucional. En octubre del mismo año la despojo de su título y todos lo honores, era una militar de alto rango.

Activistas tailandeses  proyectaron mensajes en el Grand Hotel Sonnenbichl en Alemania, donde el rey Vajiralongkorn se hospeda con un harén de 20 mujeres, a modo de protesta.
Activistas tailandeses proyectaron mensajes en el Grand Hotel Sonnenbichl en Alemania, donde el rey Vajiralongkorn se hospeda con un harén de 20 mujeres, a modo de protesta.

En los próximos años podemos ver surgir un fuerte movimiento de protesta contra estructuras de poder que antes estaban blindadas, como la monarquía por la carismática figura de Bhumibol. Por ello si Prayuth no consigue realizar las reformas apropiadas, hacer que repunte la economía y que el país se recupere del impacto de la crisis del coronavirus y simplemente deja que las “cinco familias” continúen enriqueciéndose, entonces podría acabar muerto políticamente. Las establishment monárquico-militar no tendrán problema en que caiga a causa del juego político parlamentario mientras la situación esté bajo control. Sin embargo continuarán ejerciendo una dura represión y control sobre figuras o movimientos populistas que puedan aprovechar la tracción de una posible coalición reformista que amenace sus intereses. El ejemplo por el momento es el partido Future Forward, que ha sido disuelto en febrero de este año por la Corte Constitucional debido a causas de corrupción, su carismático líder, Thanathorn, podría acabar en la cárcel. Aunque han creado un nuevo partido ya han perdido fuerza en el parlamento (casi 30 diputados) al irse muchos legisladores a otras fuerzas políticas tras el golpe.

Por lo tanto a la pregunta de: ¿Vuelve la democracia a Tailandia? La repuesta es sí, sin duda este será un periodo más democrático, en el sentido en que se permitirá mayor crítica política y habrá un mayor espacio para la disidencia. Sin embargo, no habrá mayor democracia de mano de los propios proponentes, sino a pesar de ellos. Será una democracia coartada y restringida por las fuerzas conservadoras de la corona y el ejército, que aún controlan importantes instituciones civiles. Podremos decir que la democracia a vuelto a Tailandia, pero no que Tailandia a vuelto a ser democrática.

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