Portada | Oriente Medio y Norte de África | La batalla de Marib: Los hutíes a las puertas de dominar el norte de Yemen

La batalla de Marib: Los hutíes a las puertas de dominar el norte de Yemen

Escrito por Alejandro López.

La ofensiva hutí sobre Marib es uno de los grandes puntos vivos en Yemen tras varias etapas de estancamiento en el norte y la convulsión saudí-emiratí sureña. Sin embargo, esta gobernación ha estado esencialmente en el bando del gobierno de Hadi, a pesar de la penetración de los zaidís por el oeste. Sin embargo, la fortaleza de la venta de combustibles fósiles permitió la reactivación parcial del banco central, cortocircuitando el paso por su administración bancaria central. El área de Marib había mantenido su capacidad económica de manera incierta pero más eficazmente que en otras partes del Estado a pesar de la guerra. Este mantenimiento de la zona y la importante ciudad pudo ser ejercido gracias al control tribal local, cuya relevancia siempre ha sido un factor esencial en Yemen, pero ha destacado circunstancialmente en Marib.

Preparando el terreno

Aunque los hutíes habían manejado los prolegómenos poniendo la presión sobre la región montañosa aledaña para entrar a la gobernación de Marib, no fue hasta agosto de 2020 que comenzaron a acercar posiciones de manera estratégica sobre el control del territorio. Primero tuvo lugar la toma de las zonas al norte de la ciudad para poder preparar el terreno para un futuro ataque desde el oeste, controlado por los hutíes desde la toma completa de Saná en 2015. La región de la gobernación de Marib en cuestión fue la perteneciente a las montañas de Shahla y las localidades circundantes en la provincia de Yauf, marcando el límite norte con Marib. Previamente, habían cortado la carretera N5 que unía Marib con Mass Camp, también controlado por el gobierno de Hadi.

En rojo el territorio controlado por los hutíes y en verde el territorio controlado por el gobierno de Hadi. Se ve cómo la zona montañosa del norte de Marib ha sido tomada por los hutíes y se ha cortado la carretera N5 que unía Marib con Mass Camp. Julio de 2020. Para profundizar en el mapa interactivo con detalle, nuestra colaboración con @Suriyakmaps.

La otra entrada en Marib se produjo por el segundo frente que abrieron los hutíes por el sur. Tras asegurar gran parte de la región de Bayda, eliminando a numerosos miembros yihadistas de Al Qaeda e ISIS en la región. Según los reportes, se produjeron más de 250 bajas en los mencionados grupos, se destruyeron al menos 12 campamentos, se incautaron grandes cantidades de armas y se informó de la liberación de un área de más de 1.000 kilómetros cuadrados. Una vez se produjo gran parte del avance en Bayda, se empleó la posición para entrar por el sur a la provincia de Marib. El doble frente.

En noviembre de 2020 los hutíes lograron retomar el acercamiento a Mass Camp, necesario para cerrar la carretera N5 y marchar hacia Marib por el frente noroccidental. Este nuevo intento de aproximación al Mass Camp se dio una vez dejaron atrás los envites –con avances y retrocesos- de octubre en la norteña región de Yauf. Sin embargo, durante noviembre continuó la actividad en el frente de Yauf al tiempo que se daba la batalla por Marib. La primera semana de noviembre se saldó con la apertura de un tercer frente en Marib desde la norteña Yauf, que se unía al occidental desde Saná y al sureño desde Bayda.

Imagen de los hutíes en Mass Camp. Noviembre de 2020. Fuente: Informante militar.

Finalmente, el camino se allanó la semana siguiente: los hutíes tomaron el Mass Camp, el área circundante y todo el fragmento de la carretera N5 desde Saná. La zona de Wadi Mas, en el cuello de botella por los diversos frentes hutíes, rápidamente cambiaba de bando pero no quedaría consolidada para los hutíes hasta la tercera semana de noviembre. En ese periodo aparecería la primera imagen de los hutíes en el campamento que tanto les había costado tomar.

Una vez asentado ese territorio, las fuerzas gubernamentales de Hadi trataron de presionar por el frente norteño, el de Yauf, tomando unas pocas localidades a final de mes. El norte de la región de Marib, sin embargo, no era estratégico para el acercamiento a la codiciada ciudad de Marib, más allá de lo que ha supuesto para consolidar la carretera Saná-Marib, por lo que supone más un choque por Yauf.

En rojo el territorio controlado por los hutíes y en verde el territorio controlado por el gobierno de Hadi. Cierre del frente norte de Marib-Yauf tras la toma de la carretera N5, que se ve al suroeste, y el territorio circundante de Wadi Mas. Noviembre de 2020. Para profundizar en el mapa interactivo con detalle, nuestra colaboración con @Suriyakmaps.

Desde enero de 2021, el frente más interesante para los hutíes fue el sureño para avanzar en dirección a Marib buscando el corte de la carretera N17 que conectaba la ciudad con el este controlado por el nuevo gobierno, ya que, de nuevo, se había creado un Gobierno conjunto entre las fuerzas de Hadi y los sureños a final de 2020 en virtud del Acuerdo de Riad. Los hutíes redoblaron la apuesta y, entre acusaciones sin confirmar, se les culpó del ataque al Aeropuerto de Adén en diciembre de 2020. Toda esta escalada y el final de la Administración Trump favoreció que en enero fueran designados por Estados Unidos como “organización terrorista extranjera”, decisión que sería revisada por Joe Biden entre sus primeras decisiones en política internacional.

La campaña llama a las puertas de Marib

Pero el paso más importante llegó en febrero de 2021 con la intensificación de la campaña para avanzar en Marib, rompiendo el impasse que mantenían con el nuevo gobierno unitario por el cual se producían avances y retrocesos en todo el frente de Marib, por noroeste, oeste y suroeste. En el primer frente, los hutíes no terminaban de asentarse de manera definitiva para lanzarse a la toma del Kanayis Camp, uno de los puntos clave de la frontera con la región norte de Yauf. Sin embargo, al oeste el control de la carretera N5 desde la toma del Mass Camp en noviembre permitía avanzar desde el frente occidental. A pesar de ello, los hutíes tenían también problemas en ese frente. La campaña de febrero permitió la toma de Jabal al Haffa, una zona montañosa que permitiría asentar el frente oeste. Pero las fuerzas gubernamentales de Hadi lo retomaban y se producían intercambios esporádicos. La resistencia que ofrecían las partes habría hecho que los choques fueran especialmente sangrientos. Por su parte, en el más lejano frente sureño, los avances hutíes seguían siendo limitados pero sostenidos.

Durante la segunda semana de febrero se notaron con avances sobre el terreno los mencionados esfuerzos hutíes por la intensificación de la campaña en Marib. Las escaramuzas en la zona montañosa de Jabal al Haffa se inclinaron del lado hutí hasta que, gracias a un embudo en la región sureña a la tomada, cayó toda en tromba.

En rojo el territorio controlado por los hutíes y en verde el territorio controlado por el gobierno de Hadi. Con respecto a la imagen de noviembre se observa la consolidación de la carretera N5 con la toma de Mass Camp y la consolidación del área al sur de la 515 desde Sirwah –la mencionada zona montañosa de Jabal al Haffa que tanto les había costado tomar-. Febrero de 2021. Para profundizar en el mapa interactivo con detalle, nuestra colaboración con @Suriyakmaps.

Como se ve en la imagen de febrero, el frente oeste quedó uniformizado con la consolidación de ambas carreteras y del área montañosa al sur de Jabal al Haffa. Esto permitió concentrar el frente sobre Marib por el oeste. Los avances por el norte en la frontera de las gobernaciones Marib-Yauf ya quedaban cercanos, con el anteriormente citado Kanayis Camp como hito para poder concentrar los esfuerzos sobre Marib. Para poder dar este paso era necesario el cierre del frente en Asdas, al noroeste, pero registraba pocos avances sustanciales desde la toma de Wadi Mas, como se ve en el mapa de noviembre. Por su parte el avance desde el sur por la N17 seguía quedando lejos de alcanzar la meta previa de Al Jawbah pero, a diferencia del frente norteño en Yauf, ofrecía tímidos avances a los hutíes.

La semana del 15 de febrero, los esfuerzos dieron sus frutos con un avance hutí sin precedentes desde 2015. Y es que los hutíes tomarían primero el lado occidental del lado Al-Sadd avanzando desde Sirwah, para continuar tomando la Presa de Marib que daba acceso al lago por el norte y, así, llegar al distrito de Marib por primera vez en 6 años. Con estos movimientos, para el 18 de febrero, los hutíes ya tenían presencia en todos los distritos de la gobernación de Marib, aunque el 19 se produciría un retroceso en la Presa. Por su parte, los avances en el frente norte continuaron aunque a menor ritmo, pero con la importante entrada en los alrededores de la localidad de Asdas.

Evitar la caída de Marib a toda costa

El avance hutí en Marib, el último gran feudo del gobierno reconocido internacionalmente, contrastó con la creciente hostilidad entre Irán –aliado de los hutíes- y Estados Unidos o Israel por una serie de ataques en Irak y el golfo de Omán. Entre esos ataques proxy destacó el lanzamiento de una nueva serie de ataques aéreos sin identificar –algunos de los cuales reclamarían los hutíes- sobre Riad, capital de Arabia Saudí, y otras ciudades saudíes. Arabia, por su parte, había incrementado la presión sobre uno de los puntos más delicados de los hutíes, la portuaria ciudad de Hodeidah, como forma de advertir sobre la intensificación de la campaña de Marib. Los hutíes denunciaron más de 180 violaciones del alto el fuego en Hodeidah por parte de la Coalición árabe, contraviniendo los acuerdos de Estocolmo. La situación se extendió a múltiples zonas de Yemen como Hais, Zabid, Saada, Kitaf, el propio frente de Marib y la estratégica retaguardia del frente occidental de Marib, Sirwah, mediante al menos 25 ataques aéreos, según los hutíes.

Para el mes de marzo, los hutíes habían tomado ya el sur del lado Al-Sadd y habían retomado parte de las posiciones perdidas en el norte del mismo. Los misiles balísticos comenzaban a llegar a la ciudad de Marib y entre los numerosos muertos se confirmó el Comandante de las Fuerzas Especiales del gobierno de unidad nacional de Hadi. En esa semana se produjo la impresionante escalada de golpes entre Arabia Saudí y el Yemen hutí tratando de frenar los avances en Marib con golpes por todas partes sobre el territorio saudí y de vuelta en Saná. Igualmente los hutíes tomaron el este del lago Al-Sadd, aunque las víctimas seguían creciendo ya con más de 90 fallecimientos en un solo día.

La reapertura de otros frentes contra los hutíes en zonas alejadas de Marib amenazó con desestructurar la campaña en el este. Concretamente el gobierno de Hadi logró avanzar en Taiz, una gobernación sureña contestada entre estos y los hutíes, al tiempo que la Coalición árabe retraía Hodeidah a 2018 con la ruptura sobre el terreno del Acuerdo de Estocolmo para un alto el fuego en el entorno de la ciudad portuaria. Las presiones sobre Taiz y Hodeidah, junto con nuevos avances gubernamentales en Hajjah –al noroeste fronterizo con Arabia Saudí- supusieron una amenaza bélica conjunta con la apuesta diplomática liderada por Estados Unidos para negociar un alto el fuego en Omán con los hutíes el 26 de febrero. El alto el fuego solicitado, entre otros, desde la ONU siempre debía llegar en el momento de mayor fortaleza hutí en años y de mayor debilidad para el gobierno unitario, ya que sin Marib el sector de Hadi perdería su última gran baza para imponerse hegemónico a nivel internacional o sin ceder más poder a Islah y/o al STC.

Para saber más: Entrevista a Ahmed bin Fareed: “Una solución de dos Estados es la mejor para Yemen”.

Es por ello que los hutíes redoblaron su apuesta por Marib, tratando de contener el avance de Taiz y respondiendo a Arabia Saudí de manera desproporcionada. La primera semana de marzo destacó con una gran concentración de ataques contra Arabia, llegando a acumular 14 ataques con drones y 8 con misiles en una sola mañana durante el día 7, un ataque en la costa del Golfo Pérsico contra la petrolera Aramco y sucesivos ataques contra Abha, Khamis Mushait y Jazán de manera destacada. Los hutíes necesitaban estas respuestas, a pesar de pagarlo con vidas propias en los ataques subsiguientes, para que no peligrara la misión sobre Marib. Los avances se ralentizaron en torno al lago Al-Sadd pero con la toma del sur y el este, prosiguieron los avances hacia la Presa de Marib. Y a mediados del mes de marzo, las tropas ya se encontraban disputando el territorio a 10 kilómetros de las afueras de Marib por la carretera N5. Lo cual de cara a los meses de marzo y abril suponía toda una declaración de intenciones.

Cortina de humo

Y entonces llegó la nueva oferta de alto el fuego. Nada más y nada menos que Arabia Saudí era quien proponía el cese de las hostilidades, viendo cómo los hutíes llegaban a las afueras de la ciudad de Marib y repelían su contraofensiva en Taiz. El Ministro de Exteriores saudí ofreció un alto el fuego inmediato, desde el mismo 22 de marzo si los hutíes aceptaban, pero la propuesta iba más allá de eso y recogía algunas demandas logísticas vitales para los hutíes como la reapertura del aeropuerto de Saná y el puerto de Hodeidah para facilitar la llegada de ayuda humanitaria. Sin embargo, estaba claro que uno de los más beneficiados en ese momento sería el sector de Hadi en el gobierno de unidad, que Arabia Saudí estaba tratando de salvar en el último suspiro para evitar una imagen de derrota ni ceder más poder ante el STC u otros actores. Y para eso era imprescindible conservar Marib. Poco después Arabia Saudí realizaría más de una veintena de ataques aéreos sobre la zona, con casi una decena de ataques aéreos adicionales diariamente.

La negativa hutí se vio sucedida por un despliegue de efectivos desde otros frentes menores para tratar de intensificar una campaña en Marib que se vería ralentizada en el mes de abril hasta el final del Ramadan. En ese mes habrían sufrido más de 500 bajas. A pesar de la menor fortaleza, los hutíes se encontraban a unos 4 kilómetros de los barrios de Marib. Los siguientes meses fueron de relativo parón. En mayo se dieron algunos avances y retrocesos que dejaron la situación como a finales de abril. Y en junio el panorama se movería más en el contexto diplomático. Esta vez sí, los hutíes lograban el acuerdo directo con Arabia Saudí –puenteando a Hadi- para detener los ataques aéreos y terrestres sobre territorio saudí, permitiendo la reapertura del puerto de Hodeidah y el aeropuerto de Saná, vitales para los hutíes. Además el cese de determinadas hostilidades evitaría incluir la campaña de Marib, ventajosa para los hutíes especialmente si aflojasen los ataques aéreos saudíes para dar apoyo en el frente. Esto demostraba el verdadero interés de Arabia Saudí en los puntos comentados y no solo en ofrecer las prebendas a cambio de un balón de oxígeno para Hadi, que había quedado fuera de la ecuación. Además los hutíes lograban una importante victoria política al funcionar como representante e interlocutor directo Arabia Saudí –con mediación de Omán-.

La batalla de Bayda

A finales de junio de 2021 se darían algunos tímidos avances en Marib pero su lentitud seguiría lastrando el conflicto. El revés para los hutíes llegaría en julio con una nueva ofensiva por parte de Al-Qaeda y las Fuerzas Sureñas de Yemen, apoyadas en ataques aéreos de Arabia Saudí, en la región de Bayda, el bastión de Al-Qaeda de la Península Arábiga (AQAP). Los avances de AQAP y las fuerzas del sur serían revertidos por los hutíes, incluso aumentando su control territorial como había ocurrido en Taiz en marzo. Sin embargo, las fuerzas del gobierno de Hadi supieron aprovechar esa concentración en Bayda para presionar en Marib, de nuevo con apoyo saudí, y reconquistar territorio hutí cuando éstos esperaban poder relanzar la lenta campaña. La pérdida hutí fue notoria en el mes de julio: más de 400 kilómetros cuadrados recuperados por el ejército del gobierno de Hadi en Marib.

Para saber más: Guerra civil del yihadismo en Yemen.

En rojo el territorio controlado por los hutíes y en verde el territorio controlado por el gobierno de Hadi. Territorio recuperado por las fuerzas gubernamentales del gobierno de Hadi en el frente de Marib durante la concentración hutí en la región de Bayda, al sur de Yemen. Al sureste de la imagen se encontraría el territorio de Shabwah alcanzado por los hutíes por primera vez desde 2017. Julio de 2021. Para profundizar en el mapa interactivo con detalle, nuestra colaboración con @Suriyakmaps.

La nota positiva para los hutíes es que la imprevista campaña de Bayda llevó a alcanzar territorio de la gobernación de Shabwah por primera vez desde 2017. De modo que de cara a la consolidación de frentes en el territorio perdido al suroeste de Marib, se abría la posibilidad de desplazar la campaña a Bayda aprovechando el error de las Fuerzas Sureñas de Yemen y de Al-Qaeda, o incluso continuar por Shabwah ya que la primera localidad importante –Beihan- se encontraba a unos pocos kilómetros. De hecho, el retroceso de los sureños por el sur de Bayda fue tal que apenas controlaban las fronteras de la gobernación con Lahij o Abyan, quedando bajo control hutí casi la totalidad de la región de Bayda. Solo Al-Qaeda mantenía posiciones importantes en el este fronterizo con Shabwah.

Desde la entrada en Shabwah a principios de agosto, se dio un mes de baja actividad con negociaciones abiertas hasta final de mes. El reinicio de la campaña logró tímidos avances en Yauf, al norte de Marib, así como en el frente sur desde Rahabah. Para la primera semana de septiembre habría caído todo el distrito de Rahabah, tras la retirada de tropas gubernamentales.

Para saber más: La batalla de Shabwah: La dura lucha por las tierras sureñas de Yemen.

Suscríbete y accede a los nuevos Artículos Exclusivos desde 3,99€

Si escoges nuestro plan DLG Premium anual tendrás también acceso a todos los seminarios de Descifrando la Guerra, incluyendo directos y grabaciones.

Apúntate a nuestra newsletter

Te enviaremos cada semana una selección de los artículos más destacados, para que no te pierdas nada.