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Alejandro Cao de Benós: “La comunicación y la propaganda son tan importantes como el ejército”

Alejandro Cao de Benós / Getty Images

Entrevista realizada por Miriam González y Àngel Marrades.

Alejandro Cao de Benós de Les y Pérez es el delegado especial honorario de Corea del Norte y delegado especial del Comité de Relaciones Culturales del gobierno de la República Popular Democrática de Corea. Cao de Benós es el primer representante occidental de Corea del Norte y preside la Asociación de Amistad con Corea.

– La idea Juche como compendio filosófico que huye del dogmatismo en su propia esencia posibilita la evolución de este sistema ideológico ¿Cuáles son principios irrenunciables de esta idea y como es su capacidad de adaptación a la propia evolución de la sociedad coreana?

Uno de los principios irrenunciables sería el del socialismo. Se puede no ser dogmático, pero otra cuestión es abandonar la idea original y rectora de la revolución coreana.

Por otro lado está la importancia del nacionalismo –que consiste en dar la prioridad al propio país y a su desarrollo interno– de la autosuficiencia tanto a nivel económico como a nivel político y la no dependencia de organizaciones exteriores. Además de la autosuficiencia, el antiimperialismo sería otro principio esencial que va unido a la amistad internacional. Estas son las principales líneas rectoras en la idea Juche, que podríamos definir en pocas palabras como el socialismo al estilo coreano

Dentro de esos principios irrenunciables ¿hasta que punto podría cambiar el sistema ideológico del país en el futuro?

El presidente Kim Il-sung, creador de la idea Juche, era partidario del no dogmatismo, de escuchar siempre la opinión popular, de adaptarse a los nuevos tiempos y sobre todo de que el poder surja directamente del pueblo.

Es necesario tener en cuenta que el poder en Corea no lo ostenta una élite política ni una persona en concreto y siempre hay que escuchar a las masas. Los políticos no forman parte de una clase superior ni están separados de la realidad social, todo lo contrario, deben ser personas ejemplares, humildes, honestas y trabajar más que nadie.

“El futuro de Corea dependerá del poder popular de las masas creadoras”

El futuro de Corea dependerá del poder popular de las masas creadoras y de lo que ellas decidan, así será.

En las últimas semanas se ha especulado mucho sobre la salud de Kim Jong-un, e incluso se ha hablado de sus posibles sucesores. Teniendo en cuenta que la línea de sangre del monte Paektu ha prevalecido durante tres generaciones, y que, sin embargo ahora no hay sucesor claro como ha ocurrido en otras ocasiones ¿puede el sistema abandonar esta línea política?

Sí. Esa línea política no está marcada. No hay ninguna ley que diga que el líder de la nación tenga que ser alguien del linaje del presidente Kim Il-sung. Todo esto son mentiras que regularmente aparecen en los medios de comunicación o son comentadas por personas que desconocen como funciona nuestra legislación y la designación de los cargos.  Todas las personas que ocupan puestos políticos son elegidas por la Asamblea, que es la que dicta quien es el líder de la nación.

Los 667 diputados electos cada cinco años por cualquier ciudadano mayor de 17 años son los que van a decidir quien va a liderar el país. Ahora mismo es Kim Jong-un pero tiene que revalidar esa posición cada cinco años.

En ningún caso hay una norma marcada que establezca que el líder tenga que ser alguien expresamente de la familia del presidente. Aunque es obvio que la pertenencia a esta familia tiene una carga histórica.  No se trata solo de Kim Il-sung, ya que antes de él su propio padre, Kim Hyŏng-jik, luchó contra el Imperio Japonés. Hay casi  una obligación a nivel familiar sobre el hecho de seguir la tradición revolucionaria; pero a nivel legal no hay ningún tipo de ordenamiento que especifique que el líder tenga que ser alguien de la familia.

Para expandir: Kim Jong-un reaparece el primero de mayo

– ¿La figura del líder dentro de la estructura de la sociedad norcoreana se puede considerar un elemento político estable que puede transcender al propio individuo?

Sí, esa es la base. La idea principal es que el líder representa el nexo en el que, ­independientemente de nuestra personalidad u opinión, todos nos unimos. Sería, para entendernos, como un padre de familia. Esta visión tiene mucho que ver con los principios confucionistas, budistas y con la importancia de la familia, una cuestión fundamental que ha estado presente en la cultura coreana desde hace muchos siglos.

Kim Jong-un inaugura una fábrica cerca de Pyongyang.

Hay que tener esto en cuenta para entenderlo, aunque soy consciente de que en Occidente cuesta mucho porque no hay una referencia a Confucio ni a Buda. Sin esa referencia cultural oriental es muy complicado comprender qué es lo que sienten los coreanos cuando hablan del líder.

La estructura cultural difiere entre ambas sociedades: los principios cristianos y los budistas son muy diferentes. En la sociedad occidental e individualista hay una gran influencia del egoísmo, una cuestión que se diferencia mucho de la sociedad comunal que se ha dado tradicionalmente en Asia.

– ¿Esta tradición cultural y filosófica puede ser una de las claves del triunfo y el mantenimiento del sistema socialista en Corea del Norte?

Sin duda, y por eso esta tradición cultural nunca fue desterrada sino que fue totalmente respetada. Los creyentes budistas con sus templos o las tradiciones ancestrales como rezar a la luna un día determinado al año para pedir buena salud a la familia, son un ejemplo.

Desde el principio el país ha buscado su propia fórmula conservando su cultura

Corea no es materialista dialéctica y marxista al cien por cien, porque nunca quiso serlo. Desde el principio el país ha buscado su propia fórmula conservando su cultura.

Cartel propagandístico. “¡Alentemos aún más las excelentes actividades deportivas y juegos populares de nuestra nación! / Museo Universitario y Galería de Arte, Universidad de Hong Kong.

– ¿Cuáles son las principales diferencias entre los partidos políticos de Corea del Norte y qué requisitos se necesitan para formar parte de la clase política?

Hay tres partidos: El Patido del Trabajo de Corea, Partido Chondoísta Chong-u y el Partido Socialdemócrata. Este último tiene una raíces similares a otros partidos socialdemócratas en el mundo, con raíces me refiero a cuando estos partidos apoyaban al obrero y realizaban una lucha socialista real.

Estos tres partidos, en realidad, no tienen una competencia entre sí, no son oposición sino que están aliados en un frente común desde el final de la guerra y se van dividiendo las responsabilidades. Se complementan unos a otros, aunque el mayoritario es el Partido del Trabajo de Corea.

Para integrase en un partido hay que solicitar la membresía, mostrar un currículum adecuado y contar con el aval de los miembros. Pero no es necesario estar afiliado a ningún partido para presentarse a las elecciones. Puede hacerse de manera independiente siempre y cuando se cuente con las firmas necesarias para ser candidato al parlamento. Si una persona recoge un cierto número de firmas y consigue los apoyos necesarios, pasa por un comité electoral y es incluida para participar en los comicios.

¿Alguna vez ha sucedido que el parlamento de Corea haya adoptado una decisión contraria al criterio del presidente? ¿es esto posible?

Por supuesto que es posible, es tan posible como que el líder no sea votado. Si una mayoría de diputados está en contra del resto del parlamento entonces el sistema o propio líder pueden cambiar en cualquier momento, porque el poder sigue residiendo en el pueblo.

Igual que sucedió en el pasado con muchos países socialistas donde se ha cambiado el sistema, en Corea también existe la potencialidad, pero actualmente las decisiones se toman prácticamente de forma unánime entre todos los diputados.

Se busca el consenso antes de llegar a una confrontación: cuando hay varias propuestas se intentan consensuar, que se convierta en una sola y sea apoyada por todos. Nunca se ha producido un enfrentamiento, que yo sepa, en la Asamblea Popular Suprema de Corea en el que haya sectores divididos batallando por una posición.

– ¿Qué importancia tiene el Departamento de Propaganda y Agitación en el sistema político del país y cuáles son los postulados sobre los que hace más énfasis?

Es un departamento esencial porque todo lo que está relacionado con la comunicación y la propaganda es tan importante como el ejército. Es la forma de educar a las masas y de modelar el tipo de sociedad que quieres: o bien una sociedad basada en el individualismo y el consumismo o una sociedad basada en la comunidad.

Su labor es fundamental y realiza tareas desde primera hora de la mañana: como la movilización de trabajadores y los campesinos, o como por ejemplo, que los niños antes de ir a la escuela vayan a tocar con su orquesta para dar la bienvenida a los operarios en las fábricas. También se centra en el comportamiento político dentro de la empresa, en las relaciones entre los compañeros de trabajo y en la forma de vivir.

Cartel propagandístico. “Gestionemos mejor Pyongyang, la capital de la innovación” / Museo Universitario y Galería de Arte, Universidad de Hong Kong

La propaganda es continua en Corea pero también en España. Aquí está destinada a promover el individualismo y el consumismo y en un país socialista está orienta a que el individuo aprenda y se desarrolle como una pieza para el bien común, no como alguien egoísta.

– Y en este sentido ¿cómo es la visión oficial que se proyecta sobre los países europeos y Estados Unidos?

La imagen que se proyecta es de países que están sometidos y que su economía, su defensa y su soberanía dependen de las grandes potencias. Se ven como marionetas, en este caso, muchos de los países europeos se ven como marionetas de los Estados Unidos.

Cuando estás manejado por una superpotencia, sea la que sea, pierdes tu soberanía y tu capacidad de decisión. El pueblo deja de decidir y se convierte en el sirviente de la gran potencia, que es la que le está permitiendo llevar a cabo sus actividades económicas.

Estados Unidos se ve como una sociedad decadente, se proyectan muchos documentales de este país y de su realidad. Además, cualquier persona que lo haya visitado sabe cual es la situación: la cantidad de miseria, los asesinatos… esto difiere mucho de la imagen que proyecta Hollywood. Estados Unidos deja tirados en la calle a sus propios veteranos de guerra y muchas veces no tienen con que alimentarse. Allí hay grandísimos centros comerciales que son casi ciudades y tienen de todo, mientras miles y miles de personas están en la calle y no tienen que comer. Se muestra esa cara falsa del capitalismo.

Es la contradicción tan típica del capitalismo, donde aparentemente hay de todo, con una gran cantidad y variedad, pero solo unos pocos privilegiados tienen acceso a ello. Cada vez se diferencian más las clases y son menos personas las que están en la cúspide, algo parecido a lo que sucede en España. Lo que pasa es que el capitalismo en Estados Unidos es exagerado porque allí se lleva a límites extremos

– ¿No hay ningún aspecto positivo que se valore de Occidente?

Se valora sobre todo el tema de la producción industrial, el comercio y el desarrollo. Cuando hay una competencia, o más bien cuando hay una lucha por la supervivencia, esto hace que se desarrollen muchas ideas porque es la única manera de poder sobrevivir en un mercado tan competitivo.

Lógicamente se ve y se entiende que determinados países –sobre todo los más desarrollados y con mayores índices de exportación– como por ejemplo Italia o Estados Unidos consiguen una ingeniería para elaborar productos en la industria ligera que no podemos alcanzar a un nivel socialista. No se puede acelerar la economía de esa forma.

– ¿Hay algún tipo de norma que rija la creación cultural en Corea del Norte? ¿cómo es el acceso de los ciudadanos a la cultura?

Todo lo que tenga que ver con la cultura es básicamente gratuito y accesible a los ciudadanos. No hay intereses de por medio o cuestiones como el copyright ni campañas propagandísticas para beneficiar a una obra u otra. Hay unas directrices básicas –que normalmente parten de la propia sociedad– según las cuales cualquier realización u obra tiene que ajustarse a la cultura tradicional de la nación o bien a unos parámetros con una base socialista y sobre todo popular

“Hay libertad pero siempre dentro de unos cánones definidos por el socialismo y por los gustos populares”

Si hablamos de pintura, por ejemplo, cuando alguien pinta tiene total libertad siempre y cuando lo que haga pueda ser comprensible para el ciudadano general. Un arte excesivamente abstracto que no se comprenda no es aceptable. Existen organizaciones donde se reúnen los escritores y demás artistas y en ellas hay un comité que decide los niveles de los trabajos culturales. Digamos que hay libertad pero siempre dentro de unos cánones definidos por el socialismo y por los gustos populares.

Las referencias internacionales de literatura, como Shakesperare, de arte o de arquitectura están disponibles para los ciudadanos en las bibliotecas. La sociedad está bien informada de las diferentes formas de arte en otros países. En Corea del Norte cualquier pintor sabe quien es Dalí y cualquier arquitecto conoce a Gaudí. Tiene un conocimiento de cultura general y artística a nivel mundial que muchos en España no tendrían.

– ¿Hay algún criterio que se siga para determinar aquellas obras a las que tiene acceso la sociedad?

Lo que nunca va a llegar al circuito de educación o propaganda van a ser obras que no son comprensibles, como las que no desprenden una belleza por sí mismas y solo pueden ser interpretadas por sus propios creadores. Tampoco están disponibles aquellas obras que atenten contra el socialismo o que insulten a alguna persona.

Corea no va a aceptar una obra que sea poco respetuosa con la imagen personal de alguien, por ejemplo una obra en la que se insulte al Rey de España no va a ser aceptada.

– La ocupación japonesa de Corea ha dejado una huella imborrable en la historia del país ¿el gobierno de Pyongyang ha desarrollado alguna iniciativa respecto a la esclavas sexuales raptadas por el ejército japones durante la colonización?

Esta cuestión se está denunciando de forma regular. De hecho no hay relaciones diplomáticas con Japón porque no ha pedido disculpas y no ha compensado a las víctimas de abusos sexuales durante la ocupación imperial.  A día de hoy se continúa exigiendo esa disculpa.

Todas las personas que han sufrido esta situación tienen un cuidado y una atención especial por parte del Estado, tanto ellas como sus familias. En muchos casos se consideran heroínas, porque a pesar de la situación a la que fueron sometidas, en el momento en que pudieron liberarse muchas se integraron en el Ejército Popular y estuvieron luchando contra los japoneses. Una gran parte de ellas son heroínas de guerra y tienen un respeto y una consideración muy especial dentro de la sociedad.

Las pocas que quedan, ya que son muy mayores, llevan una vida digna y feliz con sus familias. Esperemos que algún día, por lo menos sus hijos o sus hijas, reciban en nombre de sus madres el arrepentimiento por parte de los asesinos japoneses.

– Tokio ofreció préstamos y avales a Corea del Sur para poder zanjar la cuestión de las reparaciones por la ocupación japonesa ¿ha habido algún debate respecto a esta cuestión en la sociedad norcoreana y cuál es el punto de vista del gobierno?

Eso ha sido un intento para no pedir perdón públicamente de forma oficial. La cuestión de las reparaciones se ha tratado de esconder por parte de algunos gobiernos conservadores surcoreanos con ayudas y préstamos. Aunque esta maniobra no salió bien.

Nunca han querido arrepentirse ni pedir perdón de forma honesta a todas las víctimas tratadas como esclavas sexuales. Me consta que en Corea del Sur siguen esperando esa disculpa sincera y formal frente al mundo por las barbaridades que hicieron. Además, debería ser la familia imperial la que solicitase las disculpas, ya que son los descendientes directos de los que llevaron a cabo la ocupación

“Las víctimas, tanto en el Norte como en el Sur, no se consideran compensadas moral o económicamente por lo que les pasó”

De hecho hay una estatua muy famosa en Corea del sur que representa a una esclava sexual de Japón. Yo se que las víctimas, tanto en el Norte como en el Sur, no se consideran compensadas moral o económicamente por lo que les pasó.

Mujeres con retratos de personas que fueron esclavas sexuales durante la Segunda Guerra Mundial. Seúl. / Kim Hong-Ji / Reuters

– ¿Qué acciones lleva a cabo el gobierno de Corea del Norte para preservar la memoria de lo que ocurrió durante la ocupación?

Es una parte de currículum escolar. La política está unida a la historia del país, al desarrollo revolucionario y a lo que pasó bajo control japonés durante cuarenta años de ocupación hasta los bombardeos americanos.

Es muy importante que todo esto lo aprendan las nuevas generaciones para que no sufran lo que pasaron sus abuelos. Hay muchos museos donde poder conocer esta parte de la historia, también se realizan documentales y en la intranet del país hay una gran cantidad de información. No hay ni un solo ciudadano que no sepa lo que pasó en este período.

Además, a menudo se lleva a veteranos y veteranas de guerra a hablar ante los jóvenes para que les cuenten lo que ellos vivieron directamente.

– Una de las comunidades coreanas en el exterior con relaciones más cercanas a Pyongyang son los Chongryon (Asociación general de coreanos residentes en Japón) a los que se ha acusado de actividades de espionaje, de secuestro y de hacer propaganda a favor de Corea del Norte ¿que hay de cierto en esas acusaciones y cuál es la relación entre esta comunidad y el gobierno de Pyongyang?

La relación es estrecha ya que son ciudadanos norcoreanos cuyas familias fueron arrastradas, de manera forzada, a Japón para realizar un trabajo esclavo. Algunas industrias famosas como Matsushita Kotobuki –que trabaja para Sony– o Mitsubishi emplearon mano obra de Corea en condiciones esclavistas.

Hay una importante comunidad de coreanos en Japón entre las dos asociaciones: una del Sur y otra del Norte.

 A día de hoy las personas de etnia coreana no pueden recibir la nacionalidad japonesa, ya que los consideran impuros –los japoneses siguen siendo tan racistas como han sido siempre y como eran sus aliado nazis– y sufren continuas discriminaciones y agresiones. Es importante señalar que los coreanos no pueden tener un pasaporte aunque hayan nacido en Japón. Solo tienen un permiso de residencia y un documento para viajar. Es la  República Popular Democrática de Corea la que les emite un pasaporte, por lo que son oficialmente ciudadanos norcoreanos.

Se agrupan en esta asociación que cuenta con escuelas y universidades donde pueden aprender la lengua madre, a parte del japonés, y se apoyan entre ellos para salvaguardar su cultura. Realizan diversas actividades culturales y también hay intercambios en los que visitan regularmente su madre patria original. En muchas ocasiones vienen cientos de ellos para visitar todos los lugares históricos del país, los museos y demás sitios de interés. 

El gobierno norcoreano apoya a esta comunidad enviando dinero para que puedan pagar los alquileres de los locales para las escuelas, ya que al ser privado es muy caro y no tienen suficientes fondos. Esta ayuda directa del gobierno de Corea sirve para que puedan continuar realizando sus actividades culturales coreanas.

Fuera de esto, todo el tema de espionaje y las otras acusaciones son excusas del gobierno nipón racista que intenta por todos los medios que no puedan llevar a cabo ninguna actividad propia cultural. Además, el hecho de que sean norcoreanos hace que tengan una doble discriminación.

– El ascenso de partidos políticos políticos de extrema derecha en Japón, como el Japan First Party, amenazan a las comunidades coreanas en el país ¿tiene el gobierno norcoreano algún plan de apoyo para los coreanos que están fuera del país?

Es muy complicado porque no tenemos relaciones diplomáticas, no podemos hacer nada más y por supuesto no vamos a atacar Japón. Hay muchísima gente japonesa que es inocente, lo mismo que pasa en Estados Unidos: una cosa es el gobierno y otra los ciudadanos. Tenemos muchos amigos en Japón que apoyan también a Corea del Norte y varias asociaciones de amistad entre ambos países.

A parte de la ayuda económica o en materiales que les damos, no podemos hacer nada porque es otra nación. Si fuéramos más allá entraríamos en guerra.

Chongryon está en contacto directo con nuestra capital y muchísimos departamentos norcoreanos dan apoyo a la organización. Pero si los ciudadanos norcoreanos que viven en Japón se encontrasen en una situación crítica pueden irse a vivir a Pyongyang, ellos tienen siempre la posibilidad de residir en su país y se les puede conceder cuando quieran una casa y una residencia.

– ¿Cuál es su opinión sobre la nueva Sunshine Policy del presidente Moon Jae-in hacia Corea del Norte, denominada ahora como Moonshine Policy? ¿Cree que se pueden llegar a un acercamiento de posturas más estable o que todo dependerá de Estados Unidos como en 2003?

Al final todo depende de Estados Unidos. El presidente Moon se ve con buenas intenciones, de hecho era el consejero de un anterior presidente que oficialmente se suicidó y no oficialmente fue asesinado.

Moon Jae-in proviene de unas idea progresistas y es pro reunificación, pero sus manos están atadas porque al final el control militar lo sigue teniendo Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial. A esto hay que añadir que la guerra entre Estados Unidos y Corea del Norte todavía continúa activa.

“Creo que Moon Jae-in tiene muy poco margen de maniobra sin la autorización de Trump

Yo creo que Moon tiene muy poco margen de maniobra sin la autorización de Trump, que parece estar más ocupado en el COVID-19 y en las próximas elecciones.

A pesar de esto, nosotros tenemos mucha relación con los hermanos surcoreanos y muchos norcoreanos que residen en el exterior tienen amigos del Sur. Por ejemplo la comunidad coreana de Estados Unidos  da mucho apoyo a la idea de la reunificación y a Corea del Norte.

Los presidentes de Corea del Sur y Corea del Norte en la frontera .Korea Summit Press Pool/AP

Es bueno ver que hay una mayoría popular que tiende hacia la paz y hacia la independencia de Corea. Pero al final, el que tiene las armas es el que tiene la fuerza. Aunque el 80% de la población quisiera conseguir algo, si no dispone de las armas va a ser muy complicado poder convencer a una superpotencia como Estados Unidos para que haga lo que el pueblo quiere.

Para expandir: Corea: ¿la reunifiación imposible?

– La propuesta de Kim Il-sung para la reunificación era través de una federación: “un país dos sistemas”. Teniendo en cuenta que el destino de Corea ha estado muy determinado por las grandes potencias, en el caso hipotético de que hubiese una reunificación tendríamos a un país con una economía pujante en el sur, al que se añadirían los recursos naturales del norte y las armas nucleares ¿Cómo tendría que adaptar Corea del Norte su estrategia geopolítica, muy centrada en sí misma hasta ahora, para hacer frente a los retos que se plantearían en la región?

La palabra clave que utilizamos para la reunificación sería confederación, porque cada una de las partes seguiría teniendo el derecho a seguir su camino. La traducción de la palabra norocreana que empleamos vendría a decirnos “mediante nuestras propias fuerzas”, lo que significa que el pueblo coreano realizará su reunificación sin depender de potencias extranjeras y no va a buscar una ampliación de su esfera de influencia en terceros países. Corea no es un país expansionista y no va a meterse en conflictos internacionales.

Corea no es un país expansionista y no va a meterse en conflictos internacionales

Si se llegase a realizar esta confederación se mantendrían los dos sistemas: el norte socialista y el sur capitalista. También se compartiría todo aquello que nos une, desde la defensa nacional hasta la producción industrial pasando por la cultura o deporte, que es la misma en los dos lugares.

A nivel geoestratégico a Corea no le interesa el expansionismo. Pero se convertiría en una superpotencia seguro, porque con el desarrollo tecnológico en el Sur, los materiales minerales que hay en el norte y la seguridad del país gracias a las armas nucleares y al ejército popular, pues un pequeño de unos 75 millones de personas tendría un peso muy grande en toda Asia.

La cuestión de buscar influencia más allá de sus fronteras no es algo que Corea quiera, primero porque lo ha sufrido, y exceptuando algunos períodos históricos feudales –en su momento hubo algún imperio coreano, pero fallido— nunca se ha proyectado hacia el exterior.

En definitiva creo la reunificación despertaría curiosidad y recelo.

– Desde los años 90 con el mercado negro y las exportaciones a China se ha desarrollado una clase conocida como los donju ¿Cree que pueden ser la semilla de un futuro “socialismo de mercado” siguiendo la estela de China?

No existe ese tipo de clase “donju”, eso es propaganda de los medios capitalistas. Es totalmente falso.

De hecho, tanto a nivel del gobierno y de la propia sociedad no hay un sistema capitalista ni descubierto ni encubierto. No existe el cuentapropismo como en Cuba donde uno hace negocios por sí mismo. En Corea, todos los ciudadanos trabajan para las empresas que son del gobierno y no se quedan con el fruto del trabajo de los trabajadores.

Esta es una propaganda cíclica que va apareciendo en determinados medios para intentar ridiculizar o demostrar que el socialismo no está vigente, o que hay clases encubiertas, algo que es totalmente falso. Cualquier persona que vaya a Corea lo puede comprobar.

– ¿Cómo valora la política económica byungjin de “desarrollo paralelo” introducida por Kim Jong-un ? ¿Es esta una política para abrirse más a mercados o para asegurar la autosuficiencia?

Es una política siempre orientada a la autosuficiencia. No ha habido un cambio en la política ni en la economía en lo esencial, como he dicho antes, si esto pasase no sería la idea Juche.

El país apuesta por un socialismo donde el pueblo es el dueño de todo y en esa vía no es aceptable introducir elementos de economía de mercado.

Ciudadanos visitan las estatuas de los dos anteriores líderes del país. AP/ Kyodo News

La diferencia entre la política byungjin y la songun de nuestro gran líder Kim Jong-Il, es que él tuvo que desarrollar urgentemente la disuasión nuclear para evitar la invasión de los Estados Unidos. Ahora que ya se ha desarrollado un sistema de defensa potente se pueden enviar una gran cantidad de fondos al desarrollo económico nacional. Un ejemplo de ello es la fábrica de fertilizantes que se ha inaugurado hace poco donde reapareció el líder Kim Jong-un, supuestamente fallecido.

Este tipo de infraestructuras son populares y pertenecen al pueblo, las gestiona el estado y nadie se queda con trabajo del obrero o del campesino. Esta es la filosofía que se sigue a todos los niveles en el país.

– ¿Cuáles son en su opinión los sectores más eficientes en la economía de Corea del Norte?

La minería, por la tradición, y la industria pesada son los más eficientes. Desde la creación del país la base de la industria nacional autosuficiente es la industria pesada del armamento. El  sector armamentístico es importante ya que de nada sirve construir un país para que te lo invadan.

En los últimos años se está avanzando muchísimo en las tecnologías de la información y de la inteligencia artificial. Este sector ya está compitiendo dentro del país con los sectores tradicionalmente más desarrollados.

Un joven mira su teléfono en la capital de Corea del Norte. Wong Maye-E/Associated Press

– El ascenso de China en la política internacional y el gran peso comercial que tiene los intercambios entre ambos países ¿podría llegar a ser un factor de presión sobre el gobierno de Pyongyang dentro la competencia internacional con Estados Unidos y la especial relevancia que está tomando la zona Asía-Pacífico en las relaciones internacionales?

China es un gigante, una gran potencia económica y es el vecino de Corea. Las relaciones entre ambas naciones están en las raíces de la historia y es natural que el mayor intercambio comercial se haga a través esa frontera. Son dos estados que se conocen y que en ciertas ocasiones han compartido las mismas desgracias, como la ocupación japonesa o la lucha contra Estados Unidos.

“Las relaciones entre ambas naciones están en las raíces de la historia y es natural que el mayor intercambio comercial se haga a través esa frontera”

Pero siempre establecemos la división entre lo que es comercio o intercambio cultural con lo que es presión política. En ningún caso, ni nuestro presidente Kim Jong-un, ni nuestro líder Kim Il Sung, han admitido presión alguna de cualquier otra potencia extranjera, y esto incluye a China. Hay que tener en cuenta que Beijing ha aprobado y sigue aprobando sanciones contra Corea del Norte que nos impiden comerciar con el exterior.

Deng Xiaoping, en su época, insistió en que Corea siguiera la vía china de mantener un partido pero con un sistema económico capitalista y nunca fue aceptado.

Ya desde la época de Kim Il-sung lo intentaron en varias ocasiones los Secretarios generales chinos respectivos, tratando de que Corea del Norte estuviese bajo la órbita de Beijing. También hubo intentos por parte de la Unión Soviética en su en el período de Krushev, sin embargo Stalin nunca obligó a Corea a estar bajo la órbita soviética.

Corea siempre se mantuvo independiente sin interferencias en asuntos exteriores igual que el resto no puede interferir en sus asuntos internos.

Tenemos comercio con muchos otros países del sudeste asiático y con Rusia. Nuestra posición más importante no es estar negociando más con Rusia o con China, sino intentar reducir al máximo cualquier dependencia con el exterior, por eso se pone tanto énfasis en la autosuficiencia.

Donald Trump ha invertido un 20% más en el arsenal nuclear en su nuevo presupuesto. Algunos teorías sugieren que los estados con una supremacía nuclear pueden tener ventaja en situaciones de negociación o crisis e incluso, en el caso de una posible guerra nuclear el costo para los estados que tienen una fuerza nuclear numéricamente superior sería menor ¿se ha llegado a plantear el debate en Corea del Norte sobre una hipotética pérdida de efectividad del efecto disuasorio del armamento nuclear en el futuro?

No, no se ha planteado porque tenemos los medios –el termonuclear que es lo más potente que se conoce en la actualidad– y tenemos también el mecanismo para llevarlo a cualquier parte del mundo. El armamento se va renovando y mejorando de forma continúa. Una vez que ya hemos demostrado a Estados Unidos que tenemos esa capacidad, la verdad es que no creemos que para un país pequeño como Corea del Note la cuestión sea la cantidad de misiles.

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 Los soldados se reúnen en la Plaza Kim Il Sung en Pyongyang, Corea del Norte, para celebrar el lanzamiento de prueba del primer misil balístico intercontinental de Corea del Norte dos días antes (2017). Jon Chol Jin / AP

Es cuestión de tener unos cuantos para que cualquier superpotencia sepa que aunque pueda destruir toda Corea, nosotros podríamos también golpearlos en su propio territorio, llevando esa guerra nuclear a su propia tierra, y ahí está la clave. La cantidad es más importante para las grandes potencias como Rusia, China o Estados Unidos. Creo es más una cuestión de mejora tecnológica que de número de armas, que quizás era más importante en los años 50.  

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