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Qassem Soleimani, el general iraní

En la madrugada del 3 de enero salta la noticia: Qasem Soleimani, líder de las Fuerzas Especiales Quds y el más conocido de los militares iraníes, ha sido asesinado en un ataque aéreo estadounidense en Baghdad. Esta información sería rapidamente confirmada por la televisión iraní desatando un caos informativo. El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó en ese momento una imagen de la bandera estadounidense en su cuenta de Twitter (posteriormente sabríamos que la orden del ataque procedió directamente de él), un potente mensaje que no dejaba lugar a ambigüedades. Irán y sus aliados han prometido una respuesta contundente a la muerte de su comandante que aún no se ha producido, pero ¿quién era Qasem Soleimani?

Qassem Soleimani ha sido el personaje militar más influyente de Oriente Medio en las últimas décadas ya que, debido a su papel como líder de las fuerzas Quds, actuó como el principal arquitecto de la expansión de la influencia iraní en Oriente Medio. Hoy, una semana después de su asesinato, trataremos de exponer la relevancia de su figura.

El general iraní ha sido una de los figuras públicas más conocidas de Irán, siendo la imagen del país en el exterior debido a su relación con sus fuerzas aliadas en la región, y ha alcanzado un considerable grado de popularidad a nivel nacional gracias al mito creado en torno a su figura por los medios y la propaganda estatal. Para entender a Soleimani primero hay que entender a los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), la más influyente de las fuerzas militares del país, creadas para “preservar la Revolución”. Su actual relevancia en la sociedad fue alcanzada en buena medida debido al importante papel que tuvieron dentro de Irán durante el transcurso de la guerra con Iraq (1980-1988). En los campos de batalla a las orillas del Golfo Pérsico, y en las calles de las ciudades persas, la Guardia Revolucionaria aprovechó el desarrollo de la guerra contra un enemigo, que recibía apoyos en distinto grado tanto por parte de Occidente como del bloque soviético, para forjar la legitimidad de su posterior liderazgo político.

Nuevamente debemos detenernos un momento para hablar de las Fuerzas Quds, cuerpo de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica dirigido directamente por Soleimani. Las fuerzas “Quds”, cuyo nombre en farsi significa “Ejercito de Jerusalén”, son una unidad especializada en la guerra irregular y las operaciones en el extranjero y tienen como principal objetivo extender la influencia de Irán por todo Oriente Medio.

Este objetivo podría considerarse hoy en día cerca de su culminación ya que numerosas fuerzas en la región están directamente alineadas con Teherán formando parte del llamado “Eje de Resistencia”. Uno de los principales objetivos de la política exterior iraní perseguido por estas fuerzas Quds ha sido el establecimiento de un corredor terrestre entre el Golfo de Omán y la Costa del Mediterráneo a través de Iraq, Siria y Líbano. Soleimani, siendo el líder de las Fuerzas Quds desde 1998, dedicó la mayor parte de su carrera a establecer y fortalecer una red de milicias, mayoritariamente chiíes, en la región que sirven como instrumento de proyección de poder para Teheran. La labor de las Fuerzas Quds se ha visto ampliamente facilitada por la sucesión de conflictos ocurridos en la región durante las últimas décadas.

Las guerras de Iraq y Siria

Tras la invasión estadounidense de Iraq en 2003 las relaciones Irán-Siria se fortalecieron, ambos países pensaban (y en retrospectiva no parece que se equivocaran en exceso) que después de la caída de Saddam, les llegaría el turno a ellos.

Cuando Estados Unidos acabó con el gobierno iraquí y se estableció en el país, Soleimani empezó a intervenir más directamente en Iraq armando y organizando a milicias chiíes para hostigar a las fuerzas estadounidenses. La influencia de Soleimani no se limitó al campo militar sino que se extendió también a la política iraquí, donde durante los gobierno de Jaafari y al Maliki, la Organización Badr-proxy de Irán- tomó las carteras ministeriales de interior y transporte, aunque Teherán nunca pudo controlar a algunas de las figuras chiíes más influyentes del país como Moqtada Al Sadr o Alí Sistani. Iraq fue para Soleimani su primera gran obra militar y política en la región, en 2008 es descrito por Estados Unidos como “el hombre clave que dirige la formulación e implementación de la política iraní de Iraq, su autoridad solo es superada por [el Líder Supremo Ali] Khamenei”. La guerra de Iraq resultó en una victoria enorme para Irán, ya que quien otrora fuera su gran archienemigo había sido derrotado, y en el nuevo contexto podía influir en el país a través de la población chií que se había exiliado y formado en la República Islámica.

El protagonismo del General Solemaini creció aún más tras el estallido de la Guerra de Siria en 2011. Fue el encargado de enviar a miles de combatientes chiíes de distintos países (Iraq, Afganistán, Pakistán), incluida la milicia libanesa Hezbolá, como apoyo al Gobierno de Bashar al Assad. Destacar que la importancia de Siria para Irán es capital, la caída de Assad provocaría la pérdida de su mayor aliado en la región además de empeorar su contacto con Hezbolá, “si perdemos Siria, perdemos Beirut”.

El mismo Soleimani se trasladó a Siria para dirigir las operaciones militares, sus fuerzas fueron imprescindibles para que Assad aguantase  llegando a participar en las principales ofensivas gubernamentales. Debido a su importancia en 2015 Soleimaini viajó a Moscú para intentar recabar el apoyo ruso para la guerra, como bien sabemos ese mismo año Rusia intervino en el conflicto siendo su participación decisiva para que el Gobierno sirio se alzase con la victoria.

En junio de 2014 las fuerzas del Estado Islámico conquistan Mosul, una ciudad de casi 2 millones de habitantes en el norte de Iraq, después de que miles de soldados y policías huyesen despavorido ante el empuje yihadista. En octubre Estado Islámico se había expandido tanto que amenazaba las afueras de Bagdad, con un ejército iraquí deshecho fue en esos momentos cuando Soleimani ordenó a varias milicias iraquíes volver a su país para luchar contra Estado Islámico. Bajo el amparo de Irán y en particular de Soleimani, se organizaron las Fuerzas de Movilización Popular (PMU por sus siglas en inglés), coordinados con el ejército iraquí y el apoyo aéreo de la Coalición Internacional consiguieron inclinar la balanza en su favor derrotando decisivamente a los yihadistas. En varias ocasiones el ex Presidente iraquí Al Mahdi ha reconocido a Solemaini como uno de los mayores aliados de Iraq en la lucha contra Estado Islámico.

Evidentemente la presencia y papel de Soleimani no se ha reducido a Iraq y Siria, y aunque el papel de Soleimani en el conflictos como el yemení o el afgano no ha sido tan directo como en los otros, donde se le ha visto a menudo sobre el terreno en compañía de líderes locales, resulta innegable que grupos como los rebeldes houthis de Yemen se han visto claramente reforzados por la implantación de su modus operandi en la política exterior iraní lo que ha provocado grandes complicaciones a Arabia Saudita durante el transcurso de la Guerra de Yemen.

Para expandir: Yemen, crónica de un país devastado y Chiíes en Afganistán

Conclusiones

La muerte del general es un durísimo golpe a las aspiraciones de Irán de extender su influencia en toda la región, el “Eje de la Resistencia” ha sido construido principalmente gracias a las milicias chiíes coordinadas por el Comandante de las Fuerzas Quds y por este motivo la respuesta iraní seguramente será muy dura. Aún así no hay que pensar que su asesinato debilitará en gran medida la posición de Irán en Oriente Medio o romperá los lazos con sus proxies. Podría ser todo lo contrario ya que su muerte puede consolidar internamente más aún el gobierno de Irán, o incluso su posición en Iraq, muy dañada tras meses de manifestaciones que han dejado cientos de muertos. Estas  protestas estaban dañando mucho a Irán donde se llegó a quemar el consulado iraní en Najaf, ya que muchos manifestantes a Teherán de la situación económica por su intervencionismo en el gobierno.

El ataque de Estados Unidos puede ser utilizado por Irán para reavivar el sentimiento anti-estadounidense en la región, presente desde hace décadas en Oriente Medio debido a la política intervencionista de Washington en la región. También puede alimentar un sentimiento de venganza en las distintas milicias chiíes puesto que Soleimani era sin lugar a dudas uno de sus principales benefactores.

El descontento por el asesinato de Soleimani puede ser convertido por el gobierno irani en la herramienta perfecta para unir al país persa en un momento de fuerte crisis económica, reforzada por el duro régimen de sanciones estadounidense, y de contestación social. Las autoridades de la República Islámica saben cómo crear un relato potente frente a un enemigo exterior, tal y como ya hicieran en la guerra Irán-Iraq, contra el Estado Islámico o contra el régimen de sanciones económicas estadounidenses.

Para expandir: [A debate] El futuro de la crisis iraní

Nadie sabe con certeza que puede pasar en Oriente Medio. Hay indicios que parecen señalar que Estados Unidos podría haber ido demasiado lejos en su confrontación con Irán que no cesó de escalar durante el transcurso de 2019. Las próximas acciones del gobierno iraní serán clave para determinar si 2020 será finalmente el año en el que se produzca una gran guerra regional, cuyas consecuencias resultarían imprevisibles.

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