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Octubre Negro (III): Los tanques disparan contra la Casa Blanca

La Casa Blanca de Moscú tras ser alcanzada por disparos de los tanques. Vía Rbth.com

Primer parteSegunda parte.

Objetivo: estación de TV Ostankino

En su discurso a las masas tras la ruptura del cerco, Rutskoi citó dos objetivos: el ayuntamiento y la estación de TV Ostankino. La estación de TV era un objetivo estratégico: dado que la Casa Blanca estaba completamente aislada en cuanto a las comunicaciones, lo que se buscaba era hacerse con el control del principal medio de comunicación del país con el fin de hacer llegar al mundo que Rutskoi era el único y legítimo presidente, y que de ahora en adelante era quien debía tomar las riendas del país, apoyado por el parlamento. No debemos olvidar tanto que las comunicaciones con el mundo exterior de la Casa Blanca estaban prácticamente cortadas, como que los partidarios del parlamento apenas tuviesen medios para difundir su mensaje. Y probablemente, fuera de Moscú muchos ni siquiera supiesen que era lo que estaba pasando ahí.

Sin embargo, el plan presentaba una serie de problemas. Yeltsin ya había planeado con antelación la suspensión de la emisión por parte de la estación de Ostankino y el uso de una estación alternativa en caso de que los partidarios del parlamento llegasen a tomar este lugar. El despliegue de las fuerzas de seguridad en la estación será mayor y más efectivo que en los alrededores de la Casa Blanca y, tras la debacle en el ayuntamiento, las fuerzas se reagruparán allí. Por último, si bien entre la plaza de Octubre, la Casa Blanca y el ayuntamiento la distancia era relativamente corta, la estación de TV Ostankino se encontraba a 10 kilómetros de la Casa Blanca, por lo que el camino a recorrer sería más largo y no todos los manifestantes podrían o estarían dispuestos a hacerlo.

El viceministro de Defensa (de Rutskoi) y general Albert Makashov será quien organice la partida de voluntarios hacia la estación de televisión. Los voluntarios que se prestarán serán en su mayoría hombres y más o menos jóvenes. Para partir hacia la estación de TV, Makashov y sus seguidores harán uso de los camiones que se habían capturado previamente en el camino de los manifestantes hacia la Casa Blanca. En torno a las 18:00 estarán en el lugar.

El general Makashov (centro) con sus hombres en la estación de TV Ostankino

La estación de televisión Ostankino es un complejo formado por dos edificios: ACK-1 (el principal) y ACK-3. En la estación se desplegará el Spetsnaz Vitiaz –unidad perteneciente a la División Dzherzinsky, pero de fuerzas especiales– y la Brigada Sofrin –sí, la misma brigada que supuestamente se había pasado al lado del parlamento en los alrededores del ayuntamiento–. En total había en torno a 300 hombres desplegados en ambos edificios, además de unos pocos BTRs, posteriormente se enviarán más BTRs como refuerzo. Los hombres desplegados ahí estaban bien armados, cada uno con su fusil y alguno incluso con un lanzagranadas. En cuanto al número de hombres las fuerzas estaban igualadas: los voluntarios de Makashov sumaban en torno a 300 hombres (muchos menos que antes). Pero de esos 300 hombres solo 25-30 iban armados, y además los hombres armados no formaban un grupo compacto y organizado, sino que estaban dispersos entre la multitud.

Spetsnaz Vitiaz del MVD en el interior del edificio ACK-3 de la estación de TV. Ria Novosti

Makashov, con un pequeño grupo, habló con las fuerzas establecidas en el edificio ACK-1 para que abandonasen la estación. Las fuerzas ahí establecidas le respondieron que no podían dejar la estación sin ninguna orden proveniente desde arriba. A Makashov le comentaron que era posible entrar en antena a través del complejo ACK-3, que supuestamente no estaba vigilado. En realidad, en este edificio se encontraban 30 miembros del Spetsnaz Vitiaz. Makashov entabló conversaciones que no llevaron a ninguna parte, y entonces decidirá embestir un camión contra la puerta, que se rompió. Pero los hombres de Makashov tampoco habían obtenido una gran ventaja: entrarán en el edificio, se verán rodeados por los hombres del Spetsnaz Vitiaz, y acabarán por recular y abandonarlo. Makashov intentará ponerse en contacto con Rutskoi. Y aquí es donde comenzará una verdadera carnicería

Los hombres de Makashov junto a la entrada al edificio ACK-3 después de haber estampado un camión contra ella.

A las 19:30 ocurrirá un suceso un tanto extraño. Unos minutos después de abandonar Makashov el edificio, se producirá una explosión en este y morirá un soldado conscripto de 19 años, Nikolay Sitnikov. Las fuerzas de seguridad, queriendo vengar la muerte de su compañero, comenzarán a disparar a los manifestantes. Se producirá una auténtica carnicería: las fuerzas de seguridad dispararán de manera totalmente indiscriminada, incluso a los transeúntes y a aquellos que querían ayudar a los heridos. Los manifestantes intentarán responder con fuego con las pocas armas que tenían, pero apenas servirá de nada. Ningún otro miembro de las fuerzas de seguridad más allá de Sitnikov morirá. Al haber heridos, llegarán ambulancias, pero las fuerzas de seguridad no dejarán acercarse al personal sanitario y también les dispararán. Varios periodistas que estaban cubriendo el evento, incluido algún corresponsal occidental, también serán heridos, y más de uno morirá. Posteriormente llegarán varios BTRs de las fuerzas de seguridad como refuerzo, y tras primero confundirse y disparar al edificio, también dispararán a los manifestantes. Se había producido un baño de sangre: las cifras hablan de 46 muertos y 124 heridos. Ya por la noche, en torno a las 22:00, Makashov y sus hombres abandonarán el complejo y volverán a la Casa Blanca.

¿Qué fue lo que provocó la explosión que mató a Sitnikov y dio lugar a la masacre? Al principio, la versión oficial hablaba de que fueron los hombres de Makashov quienes dispararon contra el edificio con un lanzagranadas. Pero investigaciones forenses posteriores demostraron que la explosión se produjo accidentalmente dentro del edificio sin ningún tipo de acción exterior.

Mientras, la televisión se encargará de presentar la situación de manera totalmente contraria a la que estaba ocurriendo. Se difundirá que eran precisamente los partidarios del parlamento los que estaban matando a las fuerzas de seguridad, y que el caos se había apoderado de la ciudad. A las 20:40, Yegor Gaidar aparecerá en televisión y llamará a la gente a apoyar a Yeltsin.

Tras los trágicos sucesos en Ostankino, Yeltsin se reunirá con su gabinete para elaborar un plan y aplastar al parlamento de una vez por todas.

Ciudadanos desarmados se protegen de los disparos de las fuerzas de seguridad en Ostankino. Ria Novosti

Los preparativos del golpe final

En la noche del día 3 al 4, aproximadamente a la 1 de la noche, se celebrará una reunión extraordinaria en la que participarán el propio Boris Yeltsin, el jefe de su guardia personal. Alexander Korzhakov, el ministro de defensa Pavel Grachev, el ministro del interior Viktor Erin, el alcalde de Moscú Yuri Luzhkov, el primer ministro Viktor Chernomyrdin, y otros ministros y figuras del entorno del presidente. El objetivo de esta reunión era discutir cómo dar el golpe definitivo a la Casa Blanca para acabar con el parlamento de una vez por todas. Según algunos testimonios, Chernomyrdin era el único sobrio del grupo.

Los asistentes estuvieron un buen tiempo debatiendo las medidas a tomar para acabar con la resistencia y hacerse con el control de una vez por todas de la Casa Blanca. El plan definitivo consistía en lo siguiente: el 119º Regimiento de Paracaidistas de Naro-Fominsk se encargaría de cercar y bloquear la Casa Blanca junto a la ya desplegada División Dzherzinsky, mientras los tanques de la División Tamán del Ejército de Tierra dispararían contra el edificio. Entonces, los Spetsnaz Alfa y Vympel tomarían el edificio por asalto y capturarían a los cabecillas de la resistencia. Irónicamente, este fue el plan más “blando” entre todos los que estuvieron encima de la mesa (otros incluían incluso el bombardeo de la Casa Blanca por parte de la aviación).

Pero entonces ocurrió algo inesperado. El comandante del Grupo Alfa, Genady Zaitsev, se negará a participar en lo que él consideraba que sería un derramamiento de sangre de diputados y de gente común. “Nosotros no nos preparamos para disparar a maquinistas desarmadas” – afirmará.

En el caso del Spetsnaz Vympel, la cosa se complicaba aún más, pues el comandante del Grupo Vympel, Dimitry Gerasimov, había combatido codo con codo con Rutskoi en Afganistán, e incluso una vez llegó a ser el propio Rutskoi quien le salvase la vida.

Finalmente, se llegará a un compromiso. El Grupo Alfa aceptará participar en el asalto a la Casa Blanca, pero cumpliendo únicamente las órdenes que no supusiesen ningún dilema moral para ellos, mientras el Grupo Vympel no participará en el asalto.

Spetsnaz Alfa en los alrededores de la Casa Blanca. Ria Novosti

Otro problema al que se enfrentará el entorno de Yeltsin fue la falta de gente preparada para conducir y disparar los tanques entre los reclutas de la División Tamán –los pocos que estén preparados se negarán a hacerlo–. No debemos olvidar que en esta época el ejército ruso era básicamente un ejército de conscriptos, y muchos de los reclutas que habían entrado en la División Tamán aún no habían recibido la formación necesaria para participar en tal operación. Por ello, se contactará con algunos veteranos de la Guerra de Afganistán y se les ofrecerá una ingente suma de dinero a cambio de participar en esta ofensiva.

4 de octubre: los tanques disparan contra la Casa Blanca

La noche del 3 al 4, a los defensores de la Casa Blanca les llegará la noticia de que esta iba a ser bombardeada y tomada por asalto. Pero los defensores decidirán resistir al final, en primer lugar, con el objetivo de convertirse en un símbolo de resistencia contra Yeltsin, y en segundo lugar para mostrar al mundo que clase de “demócrata” era Yeltsin. Se debatirá si retirarse de la Casa Blanca a Voronezh y establecer un nuevo punto fuerte ahí, pero al final el fantasma de la posible guerra civil hará que se descarte esta opción.

A las 6:35 de la mañana del día 4, aparecerán los primeros BTRs y se oirán los primeros disparos. Los blindados se lanzarán contra las barricadas y las tiendas de campaña y comenzarán a disparar sin ningún tipo de discriminación. Algunos defensores de la Casa Blanca intentarán defenderse lanzando cócteles molotov, sin éxito. A las 8:00 el cerco de la sede del parlamento ruso con blindados estaba completado. La “limpieza” y este cerco habían resultado en una auténtica carnicería, y precisamente será aquí, con los blindados disparando indiscriminadamente y arrollando a la gente, donde se produzcan las principales víctimas (decenas, e incluso centenares de muertos) de las fuerzas de Yeltsin (y no con el posterior disparo de tanques sobre el edificio).

La cosa no acababa aquí. En la operación para aplastar al parlamento participaban fuerzas no solo de distintas unidades de las fuerzas armadas, sino incluso de distintas ramas de éstas, y ninguna unidad estaba informada de los movimientos de otras unidades –las cuales llevaban otra vestimenta, e incluso algunas como la División Tamán iban vestidos de civil–. En una calle que cruzaba el Hotel Mir se enfrentarán un tanque y dos BTRs de la División Tamán contra varios BTRs de la División Dzherzinsky, al confundir a estos con enemigos. Varios miembros de las fuerzas de seguridad morirán por fuego amigo.

A las 9:45, Rutskoi logrará contactar con Chernomyrdin, y este les ofrecerá entregar las armas, izar la bandera blanca, y salir de edificio. Los defensores de la Casa Blanca colgarán la bandera blanca, pero a pesar de ello, Yeltsin y sus hombres harán caso omiso.

De repente, los defensores del parlamento oyeron una fuerte explosión a las 10:00. Habían comenzado a disparar los tanques. 6 tanques T-80 salieron al puente de Kalinin y comenzaron a disparar durante 30-40 minutos sin parar. Un buen número de curiosos se concentrarán en el paseo fluvial a ver el “espectáculo”. Buena parte de los disparos irán a las plantas superiores donde no había nadie: el disparo por medio de tanques era una demostración de fuerza para inculcar miedo y obligar a los defensores de la Casa Blanca a rendirse, y como bien se ha dicho antes, la mayoría de los muertos se producirán previamente cuando los blindados disparen y embistan para desalojar los alrededores de la Casa Blanca. Sobre las 11 los tanques dejarán de disparar de manera intensiva, aunque continuarán disparando esporádicamente. Los disparos harán que la Casa Blanca se vuelva negra como consecuencia de la destrucción de parte del edificio.

Los tanques disparan contra la Casa Blanca

A las 12:00 se presentará un teniente de las fuerzas de Yeltsin con la orden de evacuar a mujeres, niños y periodistas. Entonces, las fuerzas de Yeltsin decidirán comenzar el asalto al edificio.

A las 14:54 aparecerán en la Casa Blanca una serie de hombres vestidos de camuflaje, y bien protegidos con chalecos antibalas y cascos. Eran el Grupo Alfa. Nada más llegaron a la Casa Blanca, uno de sus miembros recibirá un disparo y morirá. Posteriormente los expertos en balística forense determinarán que ese miembro de Alfa no fue disparado por nadie del parlamento, sino por otras fuerzas de Yeltsin. Parece ser que se trataba de una provocación: recordemos que el Grupo Alfa había aceptado la misión a regañadientes y no quería participar en ningún baño de sangre, y mediante esta provocación lo que se buscaba era incitar al Grupo Alfa a que actuase de manera más agresiva como forma de vengar a su compañero caído. Sin embargo, el Grupo Alfa mantendrá la cabeza fría y continuará llevando a cabo su misión con profesionalidad, tal y como la había planeado hasta entonces. Una vez dentro del edificio, los Spetsnaz dejarán sus armas en el suelo, y entablarán conversación con Makashov, Baranikov y Achalov. El comandante de Alfa afirmará “Nos han ordenado asaltar la Casa Blanca y disparar fuego sin pensárnoslo. Entonces casi todos moriréis. Por eso lo mejor es que os rindáis”.

Al teniente coronel Vladimir Kolejsaev, que dirigía el grupo, se le dará la posibilidad de dirigirse a todos los diputados, y este dirá las siguientes palabras:

A nosotros se nos ha dado la misión de tomar la Casa Blanca. Nuestra unidad está especializada en la lucha contra el terrorismo y el crimen organizado. Pero vosotros no sois terroristas, sois diputados elegidos por el pueblo, y no queremos asesinar a personas desarmadas. Pero nos han dado la misión de atacar, así que lo mejor que podéis hacer es rendiros en cuanto podáis. Nadie nos mandó a negociar: hemos sido nosotros los que hemos decidido dar este paso”.

Finalmente, los diputados y defensores de la Casa Blanca acabarán por aceptar la sugerencia del Grupo Alfa y acabarán por salir con ellos. A las 16:00 los tanques dejarán de disparar. A las 16:50, el grupo Alfa reunirá una serie de autobuses para evacuar a los defensores. Algunos conseguirán escapar a través de las comunicaciones subterráneas. A las 18:00 Rutskoi y Jasbulatov, y sus tres ministros de las fuerzas de seguridad serán arrestados.

Jasbulatov y Rutskoi son arrestados por el Spetsnaz Alfa

Pero a pesar de que Rutskoi, Jasbulatov, y la mayoría de los defensores de la Casa Blanca habían capitulado, algunos defensores se negarán a hacerlo y la resistencia continuará. Estos defensores argumentaban que no luchaban por Rutskoi y Jasbulatov, sino “por el poder soviético al cual habían jurado lealtad”, pretendiendo hacer de la Casa Blanca una nueva Fortaleza de Brest, y resistiendo de manera aislada incluso hasta la madrugada del día 5.

Aquellos que se rindieron fueron trasladados en esos autobuses a una comisaría, donde no se les dio precisamente buen trato y los abusos físicos estuvieron a la orden del día (por ejemplo, a un joven le rompieron la mandíbula). Aunque finalmente, aquellos que no eran personajes de especial relevancia serán liberados. En general, el abuso de poder de las fuerzas de seguridad de Yeltsin durante el día 4 será excesivo, y los testimonios nos hablan de innumerables abusos físicos e incluso de violaciones. Asimismo, muchos delincuentes aprovecharán para saquear los objetos de valor que podía haber en la Casa Blanca.

Y finalmente, con esto, Yeltsin logró aplastar a la resistencia que había en la Casa Blanca, imponerse frente al poder legislativo y acabar con sus archienemigos Rutskoi y Jasbulatov.

Después del octubre negro. Conclusiones

Tras sacar los tanques a la calle y obtener la rendición del parlamento, Yeltsin había vencido a la oposición. Se había convertido en un presidente todopoderoso, y ya no tenía a nadie en frente que le impidiese continuar su agenda de acabar con el orden político reinante hasta entonces, e imponer una nueva constitución que le otorgase grandes poderes al presidente, al mismo tiempo que reducía los del parlamento.

Las cifras oficiales hablan de 147 muertos: 122 civiles, 11 policías, 6 miembros de las fuerzas del interior, 6 militares, 1 miembro del departamento de vigilancia (del parlamento), y un miembro del Spetsnaz Alfa. La mayoría de muertes se producirán durante el asalto a los alrededores del parlamento con blindados en la mañana del día 4 de octubre y durante la masacre en Ostankino en la tarde del día 3 de octubre. Todas las muertes –incluidas las de los miembros de las fuerzas de seguridad, que se corresponden con fuego amigo– serán obra de las fuerzas de seguridad, y ninguno de los muertos lo será como resultado de la acción de cualquier simpatizante del parlamento.

Sin embargo, muchos dudan de la veracidad de las cifras oficiales. Las cifras no oficiales hablan desde 1500 muertos hasta los 5000. Probablemente, según afirma Ostrovsky, la realidad este en un punto intermedio y la cifra real se aproxime a los 500 muertos. Para establecer una comparativa, en el golpe de Estado de la línea de dura del PCUS de agosto de 1991 hubo 3 muertos, y los 3 murieron accidentalmente como resultado de un choque entre manifestantes pro-Yeltsin y una columna de tanques golpistas, que para colmo se pasó al bando de Yeltsin después de este incidente. La Orden Nº.1400 y el posterior uso de la fuerza por parte de Yeltsin no pueden calificarse de otra manera que no sea como la de un golpe de Estado violento y sangriento que pervirtió el orden constitucional y atentó contra la democracia.

Defensores de la Casa Blanca arrestados. Ria Novosti

En diciembre de 1993 se celebrará el referéndum para aprobar la nueva constitución. Un 58,43% se expresará a favor de la nueva constitución frente a un 41,57% en contra, con una participación más bien escasa del 54,81%. Esto implica que solo un 31,02% del censo electoral votó a favor de la nueva constitución.

Al mismo tiempo, en diciembre de 1993 se celebraron elecciones para elegir la Duma, el nuevo parlamento. Para sorpresa de todos, la primera fuerza de estas elecciones no será ninguna formación vinculada ni a Yeltsin ni al ex parlamento, sino el Partido Liberal Demócrata de Vladimir Zhirinovsky, una formación nacionalista y populista de derechas, con un 22,92%. Elección de Rusia, el partido de Yegor Gaidar aupado por Yeltsin, obtendrá la segunda plaza con un 15,51%, y la principal fuerza de izquierdas, el partido comunista (PCFR) obtendrá tan solo el tercer puesto con un 12,40%.

Estos resultados (tanto los de la constitución como de las elecciones) pueden chocar tanto a los partidarios de Yeltsin como a los partidarios del parlamento, pero se corresponden con la opinión que tenía el pueblo ruso de los políticos en ese momento. En 1993 Yeltsin aún era un político relativamente popular, aunque su popularidad ya se hubiese visto golpeada, y el número de gente que le apoyaba superaba, aunque por un margen muy estrecho, a sus adversarios. La mayor parte del pueblo se había visto golpeada por las reformas liberales, pero todavía continuaban creyendo que esa situación sería temporal y que pronto las cosas mejorarían. La victoria del Partido Liberal-Demócrata en las elecciones de diciembre de 1993, paradójicamente, no se debió al voto ultraderechista, sino más bien al voto “centrista”: era un voto que se mostraba crítico con los aspectos más extremos de las reformas económicas, pero que no estaba en contra de la transición económica al capitalismo como tal, y que en el plano internacional protestaba contra la excesiva debilidad de Rusia.

Pero la gente cambia muy rápido de opinión, y más durante una época convulsa como fueron los años 90 en Rusia. Tan solo dos años después, en 1995, el PCFR (que en 1993 tan solo era tercera fuerza) se convertirá en la primera fuerzas en las elecciones parlamentarias de ese año con un 22,30% de los votos, mientras las fuerzas favorables a Yeltsin apenas superaron el 10% de los votos. Las reformas fracasarán, la corrupción aumentará, y comenzará la Primera Guerra Chechena. La popularidad de Yeltsin caerá en picado y será en este momento cuando Yeltsin pase a ser considerado como un borracho incapacitado.

En cuanto al destino de los defensores del parlamento, incluidos sus líderes Rutskoi y Jasbulatov, serán arrestados y enviados a la prisión de Lefortovo. En febrero de 1994, la Duma votará a favor de amnistiar a todos aquellos arrestados en relación a los sucesos de octubre de 1993, incluidos Rutskoi y Jasbulatov.

Tanto Rutskoi como Jasbulatov desaparecerán del primer plano de la política, pero no se retirarán del todo. Rutskoi se presentará a las elecciones a gobernador de Kursk en 1996, y será elegido nuevo gobernador de la región. Jasbulatov intentará emprender una nueva carrera política en Chechenia, su tierra natal, primero como mediador durante la guerra y después como político, y, curiosamente, tanto Yeltsin como los separatistas chechenos harán todo lo posible para que Jasbulatov tenga la menor presencia posible en la república. Asimismo, Jasbulatov continuará dando clases de economía en la universidad.

Jasbulatov (abajo) fumando de una pipa en una entrevista con el diario Komsomolskaya Pravda en 2017

Los países occidentales –a los que tanto les ha preocupado la democracia en Rusia siempre– mostraron su apoyo incondicional a Yeltsin en esta crisis. Bill Clinton afirmó: “Los EE. UU. siguen apoyando de manera sólida a Boris Yeltsin, presidente elegido democráticamente de Rusia”.

El mayor peso de la figura del presidente impuesto en la constitución de 1993 será el que posteriormente permita a Vladimir Putin erigirse como hombre fuerte de la política rusa a partir del año 2000. E irónicamente, tanto los países occidentales como los liberales pro-occidentales rusos que tanto critican a Putin por su fuerte presidencialismo apoyaron el golpe de 1993; así como la nueva constitución que otorgaba grandes poderes al presidente, y que posteriormente permitió a Putin seguir el camino que siguió.

Los sucesos de octubre de 1993, ampliamente desconocidos en occidente, fueron, por un lado, unos sucesos verdaderamente trágicos, y por otro tuvieron una importancia crucial en el desarrollo histórico de la Rusia actual. Y esta ha sido su historia.

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