Hoy ha finalizado la XIII Asamblea Popular Nacional de China (APN), el máximo órgano legislador que ha reunido durante la última semana a 2.896 diputados para ratificar nuevas leyes y establecer las prioridades político-económicas que guiarán al gigante asiático en los próximos 12 meses.
La sesión de este año, asimismo, ha sido especialmente relevante por varios motivos:
- Primero, la ANP ha aprobado el XIV Plan Quinquenal (2021-2025) y los Objetivos 2035, centrados en alcanzar la autosuficiencia tecnológica, evitar caer en la trampa de la renta media, impulsar la “circulación dual” y fomentar la protección medioambiental, entre otros.
- Segundo, los líderes chinos son conscientes de que “la complicada situación internacional” puede poner en peligro su desarrollo económico. La rivalidad con Estados Unidos, especialmente, ha influido en la elaboración de las nuevas estrategias aprobadas en el cónclave.
- Tercero, en julio se conmemora el centenario de la fundación del Partido Comunista Chino (PCCh). Para esta fecha, Beijing deberá haber conseguido convertir China en una nación “moderadamente acomodada”.
Las decisiones de la APN
Uno de los puntos más importantes de la APN ha sido la aprobación del próximo plan quinquenal que, en esta ocasión, presta especial atención al sector tecnológico. El PCCh se ha visto obligado a acelerar sus planes de alcanzar la soberanía tecnológica y convertirse en un líder mundial en innovación debido a las últimas medidas adoptadas por Estados Unidos contra empresas chinas como Huawei, ZTE o Xiaomi.
Por este motivo, el gobierno chino ha establecido como prioridad para los próximos cinco años incrementar el gasto en investigación y desarrollo más de un 7% anual e intentar atraer a “talentos extranjeros” para que trabajen y “realicen investigaciones científicas” en China. El objetivo más anhelado por Beijing es potenciar la industria de semiconductores, muy atrasada comparando con Taiwán o Corea del Sur, para evitar depender en exceso del exterior en este sector crítico. Otras áreas que el gigante asiático quiere liderar son: la inteligencia artificial, los vehículos eléctricos, la computación cuántica, la exploración espacial, los sistemas de navegación satelitales y la “nueva infraestructura” -redes 5G, internet de las cosas, robótica, etc.-.
Esta ambición por la autosuficiencia tecnológica forma parte de una estrategia mucho más amplia bautizada como “circulación dual” que busca fortalecer el desarrollo nacional impulsando el “ciclo doméstico” de producción, distribución y consumo -en 2019 tan solo representó el 38,8% del PIB- para reducir el peso de las exportaciones y la inversión exterior en la economía.
Por primera vez en un plan quinquenal, Beijing no ha fijado un objetivo para el PIB. Este hecho indica que los líderes chinos buscarán un crecimiento de “mayor calidad” que permita solucionar algunos de los problemas estructurales que sufre el país, como la deuda o las desigualdades sociales. “Al no establecer un objetivo de crecimiento específico y cuantitativo, seremos más proactivos para hacer frente a todo tipo de riesgos”, comentó el subdirector de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Hu Zucai.
Asimismo, el gobierno chino ha decidido aumentar este año un 6.8% el gasto en defensa “para poder responder a una variedad de situaciones complejas en cualquier momento, salvaguardar la soberanía nacional, la seguridad y los intereses de desarrollo y brindar un fuerte apoyo para la construcción integral de un estado socialista moderno”. Así, el presupuesto rozará los 200 mil millones de dólares, aunque el desembolso real será mucho mayor puesto que las cifras oficiales no tienen en cuenta los gastos de la Policía Armada Popular y la Guardia Costera.
Por otro lado, respecto a la protección medioambiental, China se ha comprometido a reducir el consumo de energía por unidad del PIB en un 13.5% y las emisiones de dióxido de carbono un 18% durante el periodo 2021-2025. Si bien no se han publicado más detalles sobre este tema, es previsible que gobierno chino fomente el gasto en energías renovables -sector en el que ocupó en 2019 la primera posición como mayor inversor con 83,4 mil millones de dólares- y la energía nuclear, así como acelerar la descarbonización -el uso de este fósil ha decaído 11 puntos en los últimos 8 años, del 70,2 al 59%- la forestación y la promoción de los vehículos eléctricos -se espera que para 2025 el 20% de las ventas totales de automóviles sean eléctricos-.
No obstante, muchos analistas consideran que las medidas adoptadas por el gobierno chino no serán suficientes para alcanzar el pico de emisiones contaminantes antes de 2030 y conseguir la neutralidad de emisiones para 2060, dos objetivos que anunció el propio Xi Jinping en la última Asamblea General de la ONU.
Por último, el gobierno chino intentará reducir la profunda brecha existente entre las zonas urbanas y rurales, así como mejorar el nivel de vida de la población. Para ello, el plan quinquenal ha establecido una serie de metas:
- Mantener la tasa de desempleo urbano por debajo del 5.5%
- Mejorar la esperanza de vida hasta los 78.3 años
- Incrementar el número de médicos por cada 1.000 habitantes a 3.2
- Conseguir que el 95% de los jubilados tengan acceso a una pensión básica
- Crear más de 9 millones de empleos en zonas urbanas
- Lograr que el 65% de la población viva en las ciudades -para ello se espera que Beijing reforme el estricto sistema de registro de hogares conocido como Hukou-.
Para ampliar: Las claves del quinto plenario del Partido Comunista Chino
Reforma electoral en Hong Kong
La ANP ha aprobado -2.895 votos a favor y una abstención- una controvertida reforma electoral en Hong Kong que otorgará al PCCh mayor control político sobre la ex colonia británica. Bajo la nueva normativa, la Comisión Electoral, el órgano encargado de elegir al próximo jefe de Gobierno, tendrá un nuevo sector conformado por 300 asientos que en su mayoría serán ocupados por miembros del parlamento chino y la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPCh). Hasta ahora, el comité había estado formado por 1.200 miembros divididos en cuatro grupos que representaban a empresarios, profesionales, políticos y colectivos sociales de la ciudad.
Para postularse como jefe del ejecutivo, los candidatos deberán ser nominados por al menos 15 personas de cada sector, así como obtener un mínimo de 188 votos en total. De esta forma, Beijing conseguirá evitar que los políticos del campo pan-demócrata que dependen del apoyo de un solo grupo continúen en la carrera por el liderazgo. La APN todavía no ha detallado si los 117 representantes elegidos en las elecciones municipales celebradas en 2019, la gran mayoría de la oposición, formarán parte de la nueva comisión.
Por otro lado, el Consejo Legislativo también experimentará una ampliación de 70 a 90 diputados. Únicamente 20 de ellos serán elegidos mediante elecciones, 15 menos que en votaciones anteriores. El Comité Electoral seleccionará a 40 y 30 serán representantes de sectores importantes de Hong Kong como el financiero o inmobiliario. Asimismo, la APN ha anunciado la creación de un órgano que tendrá la capacidad de vetar candidatos para el Comité Electoral, el jefe del Gobierno y el parlamento local.
En definitiva, la medida está orientada a garantizar que los “patriotas administren Hong Kong”, tal y como ha declarado el primer ministro chino Li Keqiang, sin dar más detalles sobre la definición ni los requisitos necesarios. Song Ru’an, alto funcionario en Hong Kong, ha matizado que ser un “verdadero patriota” es “amar a la República Popular de China dirigida por el Partido Comunista Chino”. Sea como fuere, los próximos líderes políticos deberán reconocer la soberanía china y la autoridad del PCCh sobre la ex colonia británica.
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