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Hayat Tahrir al-Sham, una pequeña pieza salafista en el puzzle de Siria

El año pasado se cumplió una década del inicio de los enfrentamientos armados en Siria, un país que no ve la luz desde que comenzaron las reivindicaciones anti-gobierno allá por 2011. Hablamos de un conflicto que parece cronificarse aunque hace varios años que el Ejército Árabe Sirio parece haberse afianzado en la mayoría del país, recuperando gran parte de los territorios que había perdido. Sin embargo, aún son varias las organizaciones territoriales que conforman el paisaje político sirio, como los kurdos de las Fuerzas Democráticas de Siria (Rojava), las fuerzas de la oposición sustentada por Turquía o bien Hayat Tahrir al-Sham, el anterior frente al-Nusra.

Divisiones políticas en Siria actualmente. Fuente: Al-Jazeera

La Guerra de Siria comenzó en 2011 a raíz de unas protestas alimentadas por la ola de reivindicaciones que comenzaba a despertar en el mundo árabe, en lugares como Túnez o bien Egipto. El Gobierno de la familia Assad, que llegó al poder de la mano de Hafez al-Assad en 1971, perteneciente a la minoría alauí, vio temblar su burbuja por primera vez en muchos años. El caso de Siria, sin embargo, no se correspondió con los otros países, que conservaron cierta estabilidad social. Una facción de los sirios se organizó en un grupo armado llamado el Ejército Libre Sirio, conocido como los ‘’rebeldes sirios’’ desde Occidente, entramando una oposición armada y dando lugar a una guerra civil que se alargaría al menos hasta la década. Además, eso dio carta blanca a muchos grupos insurgentes que buscaban el establecimiento de un emirato en el país.

Con el paso de los años la guerra se desarrolló y se afianzaron diferentes actores que usaron el conflicto para sus propios intereses, como Estados Unidos, Irán, Rusia o bien Turquía, entre muchos otros. Tanto actores del panorama geopolítico mundial como de la geopolítica regional. La supervivencia del régimen de Bashar al-Assad ha sido posible precisamente gracias al apoyo continuo de algunos de estos actores, generalmente Irán y Rusia, que cuenta con una base aérea de Khmeimim (Latakia) y una base naval (Tartús). La oposición siria, por su parte, contaba con el apoyo de los Estados Unidos y de Turquía.

En este artículo nos centraremos específicamente en uno de los grupos opositores que se reparten el territorio sirio: Hayat Tahrir al-Sham (HTS). Actualmente y, desde 2017, este grupo ejerce una gran influencia en el noroeste de Siria, una de las partes más concentradas de oposición al Gobierno de al-Assad, aunque podemos decir que no es tan conocido en occidente como otros grupos opositores. Lo analizamos.

Hayat Tahrir al Sham: una pieza de puzzle salafista en el norte de Siria

La organización Hayat Tahrir al-Sham es un grupo armado salafista y yihadista que opera en la gobernación siria de Idlib, en su práctica totalidad, erigiendo un denominado emirato bajo su control, el cual se organiza bajo los principios de la misma organización. Este grupo fundamentalista, que cuenta con unos 30.000 efectivos, se guía bajo los principios salafistas-yihadistas, por lo que se centra en el integrismo y en el mantenimiento de las leyes islámicas. Se fundó en 2017 a partir de la convergencia de las organizaciones Jabhat Fateh al-Sham (Frente al-Nusra), Liwa al-Haqq, Frente Ansar ad-Din y Jaysh al-Sunna, conformándose como una coalición de milicias yihadistas suníes, con una relación de mayor distanciamiento con al-Qaeda. Los milicianos de HTS propugnan la derrocación de Bashar al-Assad como presidente sirio y el establecimiento de un estado que se rija bajo la ley islámica, aunque en su seno encontramos tanto expansionistas como miembros que solamente se quieren centrar en el estado levantino.

Hayat Tahrir al-Sham nace como hemos comentado en 2017, a raíz de la disolución de al-Nusra con otros grupos fundamentalistas paramilitares. La organización que surgió de esto se centró generalmente en agalopar todo su soporte social en la zona del noroeste de Siria para contestar a la Coalición Nacional para las Fuerzas de Oposición y Revolución Siria, acusándolos de una mala gestión de los territorios que estos poseían. En los dos años siguientes HTS fue arrelando en la sociedad y entrometiéndose en las administraciones locales, generalmente en Idlib, consiguiendo expulsar a las fuerzas de la Coalición Nacional y declarando su propia entidad: el Gobierno de Salvación Siria, el cual dejó de compartir territorio en Idlib con la Coalición Nacional en 2019. Hablamos de una organización que se diferencia ideológicamente de los otros territorios de la oposición al gobierno sirio, situados en el norte del país (aparte de la sureña burbuja estadounidense de At-Tanf).

Para clarificar, cabe reseñar que la oposición siria no es un grupo unido sino diferentes grupos antigubernamentales que incluso mantienen disputas entre sí. En el norte del país encontramos la Coalición Nacional, rebeldes que comparten territorio con la ocupación de Turquía y que suelen identificarse bajo la bandera negra, blanca y verde con las tres estrellas rojas. A diferencia de la Coalición, HTS es un grupo con un punto de vista más fundamentalista del Islam, por lo que se les suele referenciar como yihadistas, como una especie de Estado Islámico en el noroeste de Siria. Además, la relación de HTS con Turquía no es tan contundente y definida como la de la Coalición Nacional.

Miembros del HTS. Fuente: Omar Haj Kadour / AFP

Las medidas de Hayat Tahrir al Sham en el poder

Para sobrevivir como una entidad política, los fundamentalistas de HTS han optado por aprobar ciertas medidas que buscan una independencia económica, en detrimento del financiamiento y la influencia de al-Qaeda en el grupo. Estas son algunas de las medidas que han aplicado durante sus tres años en el poder de la Gobernación de Idlib.

Adopción de la lira turca. En 2020 HTS adopta la lira turca como moneda oficial de sus territorios en la Gobernación de Idlib, argumentando la gran depreciación sufrida por la libra siria. De este modo también se afianza la influencia turca en la zona y se opta por un mayor distanciamiento de Damasco. Turquía también usa la lira turca en territorios como la República Turca del Norte de Chipre.

Expropiación de propiedades cristianas. Esta medida es una de las más pragmáticas, pues los líderes de HTS utilizan una baza fácil (pues ideológicamente está sustentada) para hacerse con el control de bienes patrimoniales. Es más una acción que busca el beneficio económico que no una acción que pretende aplicar su ideología, aunque al fin y al cabo termina siéndolo.

Hoy en día se calcula que quedan unos 200 cristianos en toda la Gobernación de Idlib, cuando a principios de 2011 se calcula que había aproximadamente 10.000 (Middle East Institute). Las comunidades cristianas se han visto forzadas a emigrar hacia otros lugares en un contexto de intolerancia religiosa y estigmatización hacia los practicantes de dicha doctrina. Es un caso similar al que encontramos en Mosul, en el norte de Irak, donde el Estado Islámico adoptó una política de tolerancia cero con el cristianismo. Con HTS al mando de las instituciones en el noroeste de Siria es difícil que se produzca el retorno progresivo de la comunidad.

Creación de impuestos agrícolas. Otra de las medidas principales, pues para asemejarse a una autoridad independiente HTS actúa como tal imponiendo impuestos a productos agrícolas. Una de estas medidas era que los granjeros tuvieran que pagar el 5% del total de su cosecha a la administración en concepto de zakat (uno de los pilares del Islam, consistente en donar a la comunidad), por lo que aplica tintes ideológicos a una medida que les beneficia económicamente.

Creación de compañías de telecomunicaciones y de petróleo. HTS crea departamentos de telecomunicaciones y una compañía de internet: SYR Connect, además de fundar Watab Petroleum, una empresa de petróleo, obteniendo derechos de importación de petróleo y gas con Turquía. Crea también entidades bancarias, como Sham Bank.

Expropiación de propiedades de gente relacionada con el partido Ba’ath y el Ejército Árabe Sirio. Se realizan alrededor de 500 expropiaciones, mostrando el rechazo hacia cualquier ápice de activos del régimen de Bashar al-Assad.

Abu Mohammad al-Jolani, el hombre fuerte del emirato

La cara principal de HTS es, sin lugar a dudas, Abu Mohammad al-Jolani, denominado terrorista por EEUU y uno de los hombres más buscados del planeta. Anteriormente, el actual líder de HTS dirigía el conocido Frente al-Nusra, que, como hemos comentado, acabó transformándose en HTS.

La vida fundamentalista de al-Jolani comienza a los principios de los años 2000 con su irrupción en el grupo al-Qaeda, donde se ganó un nombre y se vio inmerso en diversas operaciones de insurgencia, generalmente en Irak, asolado en ese momento por la invasión estadounidense. Al-Jolani entabló lazos con el entonces comandante de al-Qaeda en Irak, el jordano Abu Musab al-Zarqawi, ganándose cierta posición de poder en el grupo. Fue detenido por los estadounidenses y enviado a Camp Bucca, donde se le practicaron torturas. Allí conocería a Abu Bakr al-Baghdadi, futuro líder del Estado Islámico, con quien también mantendría una buena relación.

En 2011 aprovecha las protestas en Siria para organizar el establecimiento de un emirato en el país y actuando bajo la bandera de al-Qaeda, hasta que en 2012 se oficializa con otro nombre, creando el grupo Jabhat al-Nusra (filial de al-Qaeda en Siria), que lideraría hasta su supresión en 2016, para dar lugar a Hayat Tahrir al-Sham, que no mantendría una relación tan estrecha con al-Qaeda. En la época de al-Nusra, las relaciones con el actual líder de al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, eran de colaboración, pero actualmente HTS busca el distanciamiento para ganar reconocimiento internacional.

Hoy en día el paradero de al-Jolani es desconocido y sigue siendo buscado por las autoridades internacionales, mientras a su vez dirige el pedazo de tierra en Idlib del que se ha adueñado HTS y donde este grupo ha declarado una especie de entidad soberana.

Abu Mohammad al-Jolani. Fuente: Europa Press

Las relaciones de HTS con el resto de Siria

HTS se erige como una organización ciertamente disidente con lo que le rodea y que no suele apostar por colaborar con sus vecinos, aunque poco a poco está intentando desentenderse de al-Qaeda para atraer a aliados más diplomáticos. En este apartado analizamos cuál es la relación de HTS con cada uno de los implicados en el puzzle que es hoy en día Siria:

  • El Gobierno Sirio: sin lugar a dudas uno de los principales enemigos del grupo, con el que comparte gran parte de sus fronteras al sur (zona desmilitarizada de Idlib). HTS es una organización que relaciona la sociedad con la religión, mientras que el gobierno de Assad es más cercano al secularismo.
  • La Coalición Nacional: encontramos tanto acercamientos como enemistades, pues comparten un enemigo único pero diferentes versiones de entender la organización social y política. Sin embargo, muchas han sido las escaramuzas que han mantenido a lo largo de los años, tanto en la versión de al-Nusra como en la de HTS. Hoy en día prosiguen, aunque la intensidad varía.
  • Al-Qaeda: hasta finales de 2016 la vinculación con al-Qaeda era obvia, hasta que la formación de HTS por parte de al-Jolani implicó un cierto distanciamiento, hasta el punto de llegar a detener a miembros del mismo grupo. El grupo colaboró con al-Qaeda entre 2012 y 2016 bajo la conocida denominación de Frente al-Nusra, mientras que con la formación de HTS dejó de relacionarse, aunque se cree que aún perduran ciertos vínculos.
  • Estado Islámico: aunque HTS y el EI comparten la voluntad de establecer un estado bajo el gobierno de la sharia, mantienen muchas diferencias y son enemigos públicos. El EI, por su parte, no se ha afianzado en un territorio y sigue actuando en la sombra, siendo su mayor presencia en zonas desérticas para cometer ataques nocturnos, generalmente en el área de Deir ez-Zor o al-Hasaka, donde dieron un duro golpe a una prisión kurda hace unas semanas.
  • Turquía: sin lugar a dudas el agente más importante hoy en día en la geopolítica del norte de Siria. HTS se hizo con el control del paso fronterizo de Bab al-Hawa, por lo que establece relaciones económicas con Turquía, aunque a veces se les ha acusado de boicotear a diferentes convoyes humanitarios que se dirigían a Idlib.

Conclusiones

HTS es sin lugar a dudas una entidad con cierta autonomía, aunque depende en exceso del cruce fronterizo de Bab al-Hawa, por donde entra la mayoría de los suministros. La gestión de los líderes del Gobierno de Salvación Nacional se ha caracterizado más por el pragmatismo que por la aplicación de sus bases ideológicas sobre la sociedad, puesto que los dirigentes se han centrado más en conseguir beneficios económicos para la sustentación del autoproclamado territorio que no en ensañarse con la aplicación de la sharia.

El futuro de HTS y su Gobierno de Salvación Nacional es incierto, pues la región es muy cambiante y perduran los conflictos con el gobierno de Bashar al-Assad en las fronteras sureñas. Lo que es cierto y plausible es que HTS ha sabido sustentar su pequeño pedazo de tierra en el norte de Siria intentando funcionar como un gobierno y no precisamente como un grupo de insurgentes con territorio en su haber. Uno de los conceptos clave será el distanciamiento de al-Qaeda y la búsqueda de otro tipo de contribuyentes, de carácter más diplomático, con la finalidad de hacerse un nombre entre los territorios con reconocimiento internacional, pues este sería el giro que está tomando la organización.

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