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Golpe de Estado en Guinea: primeros pasos hacia un futuro incierto

El 5 de septiembre de 2021 Guinea amanecía con un golpe de Estado que marcaba un punto de inflexión para la historia del país. El golpe resultó exitoso y el presidente Alpha Condé, que ocupaba el poder desde el año 2010, era derrocado y puesto bajo custodia de manera incomunicada.  

Para expandir: Golpe de Estado en Guinea

Durante las primeras horas posteriores a la toma del poder por parte de los militares se anunciaba la suspensión de la Constitución y la disolución de las instituciones.
La caída del presidente se recibió con alegría por parte de la población que salió a celebrarlo a las calles. La oposición también celebró el golpe y el principal líder de la oposición en Guinea, Cellou Dalein Diallo, declaraba que era “ un acto histórico que completa la lucha de los grupos pro democracia”.
En los próximos días se daba la movilización de los actores nacionales e internacionales con rapidez para tratar de que el país vuelva a la normalidad.

Para comprender la situación actual de Guinea es necesario detenerse en los acontecimientos ocurridos en los últimos años y en el propio presidente Alpha Condé.  Por el momento vamos a seguir utilizando el cargo de “presidente” para referirnos a él ya que todavía no ha renunciado ni se ha formado un gobierno que le sustituya así que a nivel técnico sigue siendo el líder del ejecutivo guineano.
Alpha Condé empezó su carrera política como opositor durante 25 años a Lansana Conté y a su régimen autocrático, fue arrestado en 1999 hasta que dos años después fue liberado mediante una amnistía. En 2008 ocurre un nuevo golpe de Estado un Guinea en el que Condé opta por una postura menos crítica con los militares responsables del derrocamiento del Gobierno.
En las elecciones de 2010, las primeras de carácter democrático en la historia del país, gana las elecciones en segunda vuelta y desde ese momento ha salido victorioso de todos los comicios que se han celebrado. En el año 2011 sufrió un intento de golpe de Estado infructuoso a manos de los militares, ya que uno de los objetivos de su mandato era restar poder a Ejército. Durante estos años el presidente ha realizado importantes reformas a nivel macroeconómico que tenían por objetivo controlar el gasto público, detener la inflación, sanear las cuentas del Estado, explotar de manera racional de los recursos, proporcionar servicios básicos a la población y buscar la condonación de la deuda por parte del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
El país ha pasado momentos muy complicados como la epidemia de ébola declarada en 2014 y en medio de esta crisis sanitaria se celebraron las elecciones presidenciales que ganó conde a base de utilizar los logros alcanzados en el anterior mandato como campaña electoral, los más relevantes fueron la reducción de la deuda externa de Guinea y la puesta en funcionamiento de la presa de Kaleta que provee de electricidad y reservas acuíferas.
Alpha Condé era consciente del frágil equilibrio en el que se encontraba la política guineana y durante sus mandatos trató de llegar a una pacificación con la oposición que fue disminuyendo a lo largo de los años al mismo tiempo que su gobierno se volvía cada vez más autoritario.
Alpha Condé se ha perpetuado en el poder durante todos estos años, pero la Constitución reflejaba un límite de mandatos por lo que a nivel legal su etapa como presidente llegaba a su fin. Esto significaría que Condé no podía haberse presentado a las elecciones de octubre de 2020 pero en marzo de ese mismo año se daba una doble cita electoral en la que tenían lugar las elecciones legislativas y un referéndum constitucional. El partido de Condé ganaba 79 escaños de los 114 asegurándose la mayoría absoluta y el referéndum obtuvo un “si” a la reforma constitucional que permitiría a Condé mantenerse en el poder. El tribunal constitucional abaló la investidura de Alpha Conde como presidente a pesar de las quejas de la oposición.
La situación en Guinea se volvía cada vez más tensa y en los últimos años hemos asistido a una serie de golpes de Estado por la región del Sahel y África Occidental que han hecho temblar al continente y que la situación de un país pueda cambiar radicalmente de un momento a otro.

Este golpe de Estado no ha tardado en despertar la preocupación en el escenario internacional. Esto es debido a que Guinea posee uno de los mayores yacimientos de Bauxita a nivel mundial, mineral del que se puede producir el aluminio.
Lo mercados a nivel mundial, sobre todo Reino Unido y China, abrieron al día siguiente con tendencia al alza que continuaron aumentando hasta alcanzar los precios más altos desde 2008 y 2006 respectivamente.

FILE PHOTO: Special forces members take position during an uprising that led to the toppling of president Alpha Conde in Kaloum neighbourhood of Conakry, Guinea September 5, 2021. REUTERS/Saliou Samb

Las organizaciones internacionales no se han quedado al margen y se han movilizado para condenar el golpe. El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres condenaba y pedía la liberación del presidente Condé, así como el Alto Representante de la Unión Europea.
En relación a Gobiernos de Estado, Turquía, China y Francia llamaron a la liberación del presidente y la vuelta al orden constitucional. Como dato interesante, se echó en falta que Estados Unidos no pidiese la liberación de Alpha Condé.

Al día siguiente del golpe de Estado, el recién creado Comité Nacional para la Reconstrucción y el Desarrollo (CNRD) formado por los militares responsables del golpe, anunciaba la reapertura de las fronteras, la liberación de los presos políticos y una reunión con los ministros del Gobierno de Alpha Condé. El líder del golpe, el coronel Doumbouya, parece haberse propuesto calmar la incertidumbre a nivel internacional como una de sus prioridades.

El coronel declaraba que a los miembros del antiguo gobierno se les ha prohibido salir del país mientras dure la transición, que han de entregar sus documentos y vehículos y que “Los contratos (de las empresas mineras) serán respetados”. Estas declaraciones no sirvieron de mucho, ya que los precios del aluminio continuaron aumentando al mismo tiempo que lo hacían las presiones internacionales hacia el nuevo comité.
Como ya comentábamos, la comunidad internacional se movilizó para condenar el golpe de Estado, concretamente determinadas organizaciones internacionales con un importante peso en el continente africano han puesto en marcha mecanismos de presión. La Comunidad de Estados del África Occidental (CEDEAO o ECOWAS por sus siglas en inglés) junto con la Unión Africana suspendieron la membresía de Guinea, al igual que ocurrió en el caso del golpe de Estado en Malí.

El 10 de septiembre una delegación de la CEDEAO visitaba Guinea para reunirse con los diferentes actores políticos, incluido el presidente Condé. Durante las entrevistas el presidente depuesto declaró: “Prefiero que me maten antes que firmar mi renuncia”.

Los militares en el poder han convocado numerosas reuniones para tratar de formar un Gobierno de transición, que serán fuertemente tuteladas por los militares. Esta dinámica de supervisión se puede ver en que el CNRD ordenó al Banco Central de Guinea congelar las cuentas del Gobierno. En definitiva, el coronel declaraba la intención de formar un gobierno inclusivo en un comunicado: “Se lanzará una consulta para establecer los parámetros generales de la transición y luego se establecerá un gobierno de unión nacional para dirigir la transición”.

El coronel doumbouya durante un mensaje televisado tras el golpe Via: RFI

Es necesario detenerse en la figura del coronel Doumbouya para poder vislumbrar cuáles son los posibles caminos que podría tomar el poder militar guineano. Las credenciales del coronel se mueven entre la brillantez y la opacidad.
Es del grupo Malinké, al igual que el presidente Condé. De hecho, el coronel Doumbouya se encuentra entre los 25 funcionarios guineanos que la Unión Europea ha amenazado con sancionar por presuntos abusos contra los Derechos Humanos cometidos en los últimos años y con el beneplácito del presidente Condé.
Durante 15 años ha servido en Afganistán, Costa de Marfil, Djibouti, República Centroafricana Israel, Chipre, Reino Unido y por supuesto Guinea. Su formación militar se reparte entre Israel, Senegal Gabón y Francia. Concretamente, sirvió en las Fuerzas Especiales francesas hasta que Condé le mandó volver al país africano en 2018 para liderar el Grupo de Fuerzas Especiales de élite (GFS).

Guinea se encuentra actualmente en una encrucijada tras un golpe de estado que ha pillado a los Estados y organizaciones por sorpresa. En los próximos meses se decidirá el futuro del país y lo único que tenemos por seguro es que habrá muchos más artículos sobre esto.

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