La compañía militar privada Wagner inició una rebelión marchando hacia Moscú. En unas horas los mercenarios consiguieron tomar Rostov y dirigirse hacia la capital para “eliminar el mal que reside en la cúpula militar del país”, según las palabras de su líder, Yevgeny Prigozhin. Por su parte, el presidente ruso, Vladimir Putin, en un mensaje a la nación, ha prometido un castigo para los amotinados. ¿Cómo se ha llegado a esta situación? ¿Wagner tiene tanto poder para desafiar al Kremlin? ¿Prigozhin cuenta con partidarios en Moscú?
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