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El impacto de la Iniciativa Belt and Road en Oriente Medio

El Consejero de Estado y Ministro de Asuntos Exteriores chino Wang Yi (centro) da una rueda de prensa sobre las conclusiones del Foro de Cooperación Sino-Árabe junto al Ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí Adel bin Ahmed Al-Jubeir (izquierda) y el Secretario General de la Liga Árabe Ahmed Aboul-Gheit, en Beijing, julio de 2018.
El Consejero de Estado y Ministro de Asuntos Exteriores chino Wang Yi (centro) da una rueda de prensa sobre las conclusiones del Foro de Cooperación Sino-Árabe junto al Ministro de Estado de Asuntos Exteriores de Arabia Saudí Adel bin Ahmed Al-Jubeir (izquierda) y el Secretario General de la Liga Árabe Ahmed Aboul Gheit (derecha), en Beijing, julio de 2018.

Escrito por Àngel Marrades

El mundo árabe está estratégicamente ubicado y bendecido con abundantes recursos energéticos. Con nuestra fuerte complementariedad e intereses convergentes, [debemos] sinergizar nuestras estrategias de desarrollo en pos de nuestros respectivos sueños de rejuvenecimiento “.

-Presidente de China Xi Jinping durante la ceremonia de apertura de la octava cumbre del Foro de Cooperación Sino-Árabe en Beijing, julio de 2018.

Los lazos entre Oriente Medio y China son cada vez más importantes y abarcan un espectro muy amplio de temáticas, desde comercio energético a la seguridad. Los intereses de China en Oriente Medio son claves para su ascenso como gran potencia, tanto por tratarse de un área geopolítica estratégica para la proyección de poder como debido a las aportaciones imprescindibles de las que provee a la economía China más allá de los espacios geográficos. Sin embargo la implicación de China en materia de política y diplomacia dista mucha de la que ejercen otros poderes como Estados Unidos, Rusia o la Unión Europea. China mantiene una relación de amistad con todos los países de la región gracias a sus inversiones y al gran mercado que supone, pero no suele ejercer un papel de mediador en una región muy inestable y de confrontación geopolítica entre grandes poderes. Trataremos por lo tanto principalmente como se ha involucrado China en Oriente Medio a través de su Iniciativa Belt and Road.

Mapa de la Iniciativa Belt and Road | Merics: Mercator Institute for China Studies
(puede hacerse zoom si se abre en una nueva pestaña)

La Iniciativa Belt and Road (BRI) tiene en Oriente Medio un espacio estratégico de interconexión entre 3 continentes, Asia, Europa y África, por lo que es esencial como centro desde el que estructurar gran parte de las ramificaciones de este proyecto.

El Collar de Perlas y el comercio energético

Uno de los sectores clave para China de la región de Oriente Medio es el energético, el 40% de los productos energéticos que importa China del extranjero vienen de esta zona. Para una economía principalmente de servicios e industrial que carece de grandes reservas energéticas internas este es un sector muy sensible y que forma parte de las prioridades de la seguridad nacional china. Para asegurar el transporte seguro China esta realizando múltiples inversiones en el marco del BRI al igual que otros proyectos paralelos. Las reclamaciones en el Mar del Sur de China van más allá de asegurar el suministro energético, pero sin duda es una parte vital, los puertos de China se encuentran mirando hacia el Océano Pacífico y rodeados por lo que llaman “cadena de islas”, estas cadenas que China se propone superar para conseguir un espacio de seguridad incluyen en primer lugar los islotes del Mar del Sur de China como las Spratly, China necesita asegurar que los buques de petróleo y gas licuado lleguen de manera segura desde Oriente Media (y otras partes como África) a través del Estrecho de Malaca. Otras de las iniciativas para evitar esta ruta y tener suministros alternativos son el oleoducto de Myanmar o el Corredor Económico Sino-Pakistaní con punto neurálgico en el puerto de Gwadar. Pero esto no es suficiente y China ha desplegado el llamado Collar de Perlas o Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI, este plan consiste en realizar inversiones en puertos del Océano Índico, principalmente, para conseguir una red segura para el transporte marítimo de las mercancías.

Porcentaje de crudo que importa China desde distintos países, la región de Oriente Medio domina | CSIS: China Power

Quedarse en las importaciones energéticas de China sería la superficie, la implicación de Beijing en este sector es mucho más amplia siendo el principal inversor en proyectos de exploración y extracción de energías fósiles. Ejemplos de ello son los campos petrolíferos de Azadegan y Masjid Suleiman de Irán donde China ha puesto miles de millones. También en Emiratos Árabes Unidos donde la Corporación Nacional de Petróleo de China (CNPC) firmó un contrato de 1,6 mil millones de dólares con la Compañía Nacional de Petróleo de Abu Dhabi (ADNOC) para llevar a cabo exploraciones en tierra y alta mar para buscar nuevas reservas de petróleo y gas. Otro campo en el que sobresale China es que el segundo país del mundo en capacidad de refinar petróleo, solo por detrás de Estados Unidos, con una industria nacional con capacidad de refinar 14,5 millones de barriles diarios. Prueba de la importancia de esta industria es el último contrato firmado con Arabia Saudí durante la visita del Príncipe Heredero Mohammed bin Salman a Beijing, Saudi Aramco se comprometió a formar una empresa conjunta (Huanjin Aramco Petrochemical Co) con los conglomerados chinos Norinco y Panjin Sincen para desarrollar un complejo petrolero de refinación en la ciudad de Panjin, en la provincia de Liaoning, por un valor de 10 mil millones de dólares con capacidad de refinar 300 mil barriles de petróleo diarios.

Esto demuestra que China no es simplemente un comprador de peso o que la relación sea unidireccional, sino que es un país que se involucra, la dependencia no es solamente de China respecto al suministro energético fósil, sino también de estos los países de Oriente Medio respecto de las inversiones chinas. La relación es por lo tanto bidireccional y tiene importantes implicaciones políticas, de seguridad y económicas, Arabia Saudí o Irán no pueden simplemente cambiar de comprador y buscar otros mercados que demanden sus productos energéticos, sino que deben negociar con China esa necesidades de diversificar su economía. El hecho de que China sea la segunda mayor refinería del mundo tiene implicaciones para el transporte y distribución mundial del petróleo como parte de las políticas energéticas, y esto es algo que se ha hecho notar con la contracción producida por la crisis sanitaria china debido al coronavirus de Wuhan.

Inversiones e infraestructuras

Para la ruta terrestre de la Iniciativa Belt and Road (BRI) las infraestructuras son una nodo central pues son imprescindibles para el trasporte adecuado de las mercancías. Si queremos entender la visión de China debemos acudir al Arab Policy Paper publicado en 2016:

Las iniciativas propuestas por China de construir conjuntamente el “Cinturón Económico de la Ruta de la Seda” y la “Ruta de la Seda Marítima del Siglo XXI”, estableciendo un patrón de cooperación “1 + 2 + 3” (1: la cooperación energética como núcleo, 2: la construcción de infraestructura y la facilitación del comercio y la inversión como las dos alas y 3: los campos tecnológicos de alta y nueva tecnología de, energía nuclear, satélites espaciales y nuevas energías, como los tres grandes avances), y la cooperación en capacidad industrial, son bien recibidos por los países árabes.”

Estos tres elementos de la estrategia “1+2+3” pueden resumirse en tres áreas: inversión extranjera directa, desarrollo de infraestructuras y cooperación tecnológica. La inversión extranjera directa de China en Oriente Medio es alrededor de un tercio del total, y es además el mayor socio comercial de varios países en la región, entre los que se encuentran Irán, Arabia Saudí o Emiratos Árabes Unidos. También posee acceso a infraestructuras clave a través de acuerdos, como el puerto de Haifa de Israel operado conjuntamente durante 25 años, tras un acuerdo de inversión, o el acuerdo con Egipto para integrar la nueva Zona Económica del Canal de Suez (SCZone) con la Iniciativa Belt and Road (BRI). En Omán la construcción del Parque Industrial China-Omán bajo la BRI y la Zona Económica Especial de Duqm. En Emiratos Árabe Unidos por su parte el Grupo Alibaba y la Corporación de Financiación e Inversiones de China (CFIPC) plantean construir una “Tech Town” que albergaría a 3.000 empresas de alta tecnología para el desarrollo de la robótica y tecnologías de inteligencia artificial.

La Ruta de la Seda Digital

Como parte de la creciente industria digital, uno de los campos que más van a cambiar la economía mundial, los países de Oriente Medio también buscan adaptar sus economías a esta modernización. China por su parte quiere que el proyecto de la “One Belt, One Road” sea capaz de dar un acceso privilegiado a sus gigantes tecnológicos como Huawei o China Telecom en una región en ascenso. Algunos de los proyectos son redes 5G y de telecomunicaciones, investigación y desarrollo (I + D) y ciudades inteligentes.

Las compañías chinas han conseguido asegurar contratos de red 5G con todos los países del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC). Por ejemplo Huawei está colaborando con Etisalat de Emiratos Árabes Unidos para desarrollar una nueva red 5G que constará de 300 torres 5G. Además del golfo, donde se encuentran la mayor parte de las inversiones, también podemos destacar la financiación a start-ups israelíes en tecnología puntera.

La Ruta de la Seda Digital | Asia Society Policy Institute
La Ruta de la Seda Digital | Asia Society Policy Institute
(puede hacerse zoom si se abre en una nueva pestaña)

Por último, los cables submarinos son una de las infraestructuras de mayor importancia para la industria digital y su control es de carácter estratégico debido a la cantidad de meta-datos, el flujo de información sensible y el cada vez mayor peso en la economía, al igual que en la vida diaria, que tiene todo el mundo digital. Esto va desde la gestión de empresas, información clasificada o la comunicación de la sociedad civil. Es por estas razones que las inversiones de China en cables submarinos han sido de especial importancia para Estados Unidos, pues en el golfo aloja la base naval de la 6ª Flota, bases militares en Qatar o Bahrein así como otros activos militares, económicos y energéticos clave. Las advertencias de Estados Unidos han sido referidas especialmente a la importancia de tener comunicaciones seguras por posibles intercepciones. Por supuesto Estados Unidos quiere mantener su peso y monopolio en la región.

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