El incremento de ataques yihadistas sufridos en Chad entre diciembre de 2019 y enero de 2020, llevaron a la destitución del Jefe del Estado Mayor del Ejército de Tierra que sería sustituido un mes después por Mahamat Souleymane Ali. El Ex Jefe del Estado Mayor, Baharadine Adoum Haggar, había llegado al poder tras la caída de su predecesor por los mismos motivos. La solución de las destituciones de altos cargos militares ya ha sido utilizada anteriormente por el presidente de Chad, Idriss Déby, pero eso cambió tras el atentado del 23 de marzo.
Imagen del atentado del 23 de marzo de 2020 en Boma, Chad, como parte de un video de propaganda yihadista.
El 23 de marzo, los soldados chadianos que se encontraban en la localidad de Mboma, a orillas de Chad, sufrieron un ataque que se trató de repeler durante más de 7 horas. Durante el ataque, 98 soldados perdieron la vida y otros 47 fueron heridos, siendo éste el ataque yihadista que más víctimas mortales ha dejado en la historia de Chad.
El ataque fue reivindicado por la facción de Boko Haram que lidera Abubakar Shekau, conocida como Jama’atu Ahlus-Sunnah Lidda’Awati Wal Jihad (JAS). Además, hay que destacar que el mismo día se produjo una emboscada contra el Ejército de Nigeria que costó la vida a 70 soldados. En este caso, el ataque fue reivindicado por otra facción de Boko Haram que opera en la región, Estado Islámico de África Occidental (ISWAP).
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La respuesta de Idriss Déby no tardó en llegar, el presidente de Chad instituyó el estado de emergencia y declaró a los departamentos de Fouli y Kaya – situados en la provincia del Lago – como zona de guerra.
El día 31 de marzo, el ministro de Defensa, Mahamat Abbali Salah, lanzó la “Operación Ira de Boma”. Esta operación militar, se basaba en una gran ofensiva militar con el objetivo de neutralizar los refugios yihadistas ubicados en la región del Lago, compuesta por islotes y pantanos. El primer paso de la ofensiva fue el despliegue de las tropas chadianas en cinco sectores en Nigeria y Níger, como parte del acuerdo alcanzado en 2012. Este acuerdo denominado Fuerza Multinacional Conjunta (MNJTF) contra Boko Haram, integra a las fuerzas armadas de Benín, Nigeria, Níger, Chad y Camerún en un esfuerzo multilateral para hacer frente al yihadismo en la región del lago Chad.
En las primeras 48 horas de la operación, las Fuerzas Armadas de Chad informaron de la completa destrucción de las bases de Boko Haram en Nigeria y Níger con un balance de 76 yihadistas neutralizados. Ante la pérdida de combatientes de Boko Haram y la repentina huida de los mismos hacia otras zonas de la región, el líder de JAS, Abubakar Shekau, dio la orden de plantar cara y no retirarse en un mensaje de audio distribuido a través de redes sociales.
Los días siguientes de la operación transcurrieron con el apoyo de la artillería aérea de la MNJTF, dando lugar a la neutralización de objetivos yihadistas en Fouli y Kaya. La “Operación Ira de Boma” concluyó el 6 de abril con la neutralización de más de 1.000 yihadistas, 58 prisioneros y la pérdida de 52 soldados chadianos.
Idriss Déby junto a las tropas del Ejército de Chad tras haber concluido la “Operación Ira de Boma”. Fuente: Al Wihda Info.
Tras la ofensiva militar, Idriss Déby, afirmó que “no está claro si este será el final o el principio del fin de Boko Haram […] ya que es una ideología que se ha establecido durante más de una década en Nigeria y se está expandiendo por los países vecinos”.
El presidente aseguró que Chad estaba sola al asumir toda la carga de la guerra contra Boko Haram, recriminando la falta de colaboración de los países vecinos y el coste humano y material asumido en la operación por parte de su ejército. También, recriminó a Níger y a Nigeria que, aunque hubieran dado permiso para el despliegue de tropas chadianas en sus países en el marco de la ofensiva, el apoyo militar recibido fue escaso.
Ante esta situación, Idriss Déby, anunció que las tropas de Chad no volverían a participar en ninguna operación militar fuera de suelo nacional. Por otro lado, advirtió a Nigeria y Níger que sus tropas se retirarían de las posiciones tomadas a Boko Haram antes del 22 de abril. Aunque estas declaraciones abrieron aún más la brecha de la posición de Chad en el MNJTF, no habló de su implicación en la misión internacional que entraña el G5 Sahel.
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Ahora bien, el ministro de Defensa, Mohamat Abali Salah, afirmó que la lucha contra Boko Haram continúa, desde el Ministerio de Defensa se ha reiterado la participación de Chad en la Misión Integrada Multinacional de las Naciones Unidas para la Estabilización de Malí (MINUSMA). No obstante, los países de la Fuerza Militar Conjunta del G5 Sahel han instado al despliegue urgente del batallón chadiano en la zona de las tres fronteras, como parte del compromiso alcanzado en la cumbre de Pau a principios de año.
El papel actual de Chad en el Sahel es incierto debido a la pandemia del COVID-19, el colapso de los precios internacionales del petróleo y la crisis derivada de la situación de inseguridad. Sin embargo, no se debe subestimar la importancia del liderazgo militar chadiano en la región ya que cuenta con experiencia, numerosos efectivos altamente preparados y participa en tres fuerzas internacionales contra el yihadismo. Chad ha conseguido la victoria militar sobre el terreno contra Boko Haram, pero aún falta mucho recorrido para poner fin al yihadismo en el Sahel. En conclusión, ésta ha sido la gran ofensiva de Idriss Déby, no la última.
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