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¿Hay vida después de Merkel?

La etapa Merkel en la política alemana, y quien sabe si en la europea, termina. La CDU celebraba su Congreso para elegir al nuevo presidente del partido y líder de los democratacristianos alemanes tras la dimisión de la anterior presidenta y sucesora, Annagret Kramp-Karrenbauer.

El Congreso fue atípico por el contexto de pandemia mundial y los 1001 delegados elegidos emitieron sus votos telemáticamente. El sábado 16 de enero conocíamos al sucesor en la presidencia de la CDU de la canciller Angela Merkel. Armin Laschet, de 59 años, abogado y periodista, católico y un experimentado parlamentario, conocido miembro del partido siendo hasta ahora vicepresidente del mismo y Primer Ministro del länder de Renania del Norte-Westfalia, se hizo con la mayoría necesaria de los delegados en las “primarias” de la Unión Demócrata Cristiana de Alemania (mejor conocido como CDU por sus siglas en alemán). En liza dos candidatos más: un histórico conservador de ala derechista del partido, Friedrich Merz, y un joven liberal y exministro de Medio Ambiente, Norbert Rottgen.

Angela Merkel y Armin Laschet. Fuente: AP/ M. Meissner.

Hace pocas semanas, las encuestas daban como ganador a Friedrich Merz, siendo ya su tercera vez como candidato a la presidencia de la CDU. También situaban a Rottgen en segunda posición y en último lugar al ahora presidente Laschet. Sin embargo, al final, el elector es el delegado y estas encuestas en múltiples ocasiones se dirigían al electorado alemán en general o a los votantes de la CDU preguntando cual sería mejor candidato a Canciller.

Lo importante es ganar, pero también cómo se gana

En la primera vuelta, Merz superó a Laschet por solo 5 votos, quedando el resultado inicial de 385 delegados frente a 380, respectivamente. Rottgen quedó fuera de la segunda vuelta al quedar en tercera posición con 224 votos. En segunda vuelta, se impuso Laschet con 521 votos delegados (el 52,79%) frente a los 466 votos delegados obtenidos por Merz (47,21%), unos pocos votos menos que cuando se enfrentó a Kramp-Karrenbauer en 2018 en segunda vuelta. La ventaja de Laschet es similar a la de su antecesora Kramp-Karrenbauer, quedando un partido aparentemente dividido en dos.

En este caso cabe preguntarse cuál será el papel de la oposición interna, y cómo de consistente es esta. Para tal situación, una de las acciones estratégicas de Laschet durante la campaña fue obtener el apoyo del actual Ministro de Sanidad, a quien las encuestas daban cierto favor si se hubiera presentado a la competición. Esto ha permitido cerrar filas en torno al proyecto de Laschet, aunque la tercera ola de COVID-19 esté azotando cruelmente las vidas del país germano. Por otro lado, Laschet cuenta con el apoyo explícito del liberal Rotggen además de los votos delegados que obtuvo de este tercer candidato para la segunda vuelta. Por último, Friedich Merz, de nuevo perdedor, no ha anunciado aún cuál será su destino, pero no sería la primera vez que pasa a un estado de semi-abandono de la política volviendo de nuevo a la empresa privada.

El líder actual aspira a continuar con la posición centrista, pero sobre todo a la unidad interna, contando con el sector joven liberal y con simpatías hacia el ecologismo, además de otorgando alguna concesión al ala derecha, la otra gran alma del partido. Tarea ardua con tan poco margen de victoria.

¿Continuidad vs giro conservador?

Friedrich Merz ofrecía un giro conservador cuya punta de lanza era el endurecimiento de la política de inmigración en el país centroeuropeo. Buscaba recuperar los votos huídos hacia Alternativa por Alemania, la extrema derecha germana. Norbert Rotggen se situaba en el sector más liberal del partido y aspiraba que captar el voto joven y verde que se disputa con B90/Die Grünen, partido que actualmente disputa la segunda posición a los socialdemócratas alemanes, pero que en algunos estados ya supera a los dos grandes partido de la coalición federal.

La característica fundamental de Laschet, y uno de los elementos que lo han impulsado a liderar el proyecto democratacristiano, ha sido hacerse ver como el líder continuista y el pupilo de Angela Merkel, en un momento en el que la valoración positiva de la todavía canciller ronda el 80%. Sin embargo, para acercar a Jens Spahn y a algunos miembros pertenecientes se tuvieron que hacer algunas concesiones relativas a la unidad del partido y la mejora de la representación dentro del partido.

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Valoración de líderes. 7 de enero de 2021. Fuente: Detschlandtrend.

El tablero político en el país de la Gran Coalición

Se debe aclarar que el presidente del partido no se convierte automáticamente en el candidato a Canciller para las próximas elecciones generales, que en el caso alemán se celebrarán en septiembre de 2021. La prensa alemana y extranjera especula sobre el candidato/a y señala dos obstáculos si Laschet pretende postularse: por un lado, las relaciones con sus homólogos bávaros de la CSU y los apoyos internos como el de Jens Spahn. La CDU y la CSU planean elegir a su candidato a la Cancillería de manera conjunta y tanto Spahn como Söder, líder de los socialcristianos, encabezan las encuestas muy por delante de los otros líderes de la CDU para postularse como candidato a Canciller.

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Encuesta al electorado general sobre apoyo a candidatos de la CSU/CDU. 7 de enero de 2021. Fuente: Detschlandtrend.

Por otra parte, el nuevo presidente de la CDU deberá tomar las riendas de las relaciones con los socios socialdemócratas en el Gobierno Federal y no perder de vista a los verdes, que sufren una desescalada de su intención de voto por un aparente “efecto bandera” congelado en torno a la CDU y Angela Merkel.

Con respecto a los socios socialdemócratas, no se espera ningún cambio a corto plazo en lo que a la esfera del Gobierno federal se refiere. Tendremos que esperar a los resultados de las elecciones generales de septiembre para conocer la postura pactista de los demócrata-cristianos, atendiendo siempre a los resultados de sus adversarios más próximos, B90/Die Grünen. Si los verdes recuperan terreno y obtienen una segunda posición fuerte, es probable que la CDU cambie de cromos en un futuro Gobierno federal. De momento, el punto de partida es desfavorable para Laschet, por detrás de los líderes socialdemócratas y verdes, en lo que respecta a valoración.

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Intención de voto en elecciones generales. 7 de enero de 2021. Fuente: Detschlandtrend.

En definitiva, Armin Laschet parte de una posición interna dividida, cuya tarea es la unión en torno a un proyecto continuista que mira hacia el centro, pero que pretende no dejar atrás a los conservadores del partido. Su primera prueba interna serán las elecciones primarias para elegir candidato a Canciller que se prevén celebrarse esta primavera. Delante tiene al menos a un candidato reconocible, Söder, líder de la CSU. El nuevo presidente, tiene la tarea de consolidar su liderazgo, de luchar por la candidatura a Canciller, siempre que pueda, y de competir contra unos líderes mejor valorados que él, pero partiendo de una posición en intención de voto superior y con la bendición de la todavía Canciller. La era post-Merkel está a punto de empezar.

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