Seguridad y libre comercio
Estados Unidos solo puede proyectar poder si tiene sus fronteras aseguradas. Esas fronteras se extienden, según la doctrina de Washington, hasta el Cono Sur de América Latina. Pero resulta que el principal problema fronterizo, por lo menos en la actualidad, es con Canadá. No solo por las protestas de los camioneros canadienses contra la obligatoriedad de vacunarse para poder cruzar la frontera -con interrupciones de flujos desde finales de enero y el avance de las protestas, se encuentra, a día de hoy, bloqueada-. También por una serie de disputas comerciales entre Estados Unidos y Canadá que abarcan temas como la energía, productos lácteos, maderas y fertilizantes.
Mientras todas las atenciones están centradas en el aumento de la tensión bélica entre Rusia, OTAN y todos los estados que definen el arco entre el Mar Negro y el Mar Báltico, para que Estados Unidos pueda seguir enviando sus Boeing C-17A Globemaster a Ucrania es imprescindible una cierta estabilidad en sus fronteras terrestres. Por eso, las fricciones entre los dos países de América del Norte suponen un problema de seguridad para la administración Biden, o que exigen que dedique más atención a su vecino del Norte, cuando todo inducía a considerar que los problemas estaban un poco más al Sur.
Las protestas en Canadá se iniciaron como un movimiento contra la vacunación obligatoria que el gobierno canadiense exige a todos los camioneros que crucen la frontera con Estados Unidos. El denominado “convoy por la libertad” ocupó la capital, Ottawa, y bloqueó el principal paso fronterizo entre ambos países, la Ambassador Bridge, que une las ciudades de Detroit y Windsor, por donde pasa alrededor del 27 % del comercio bilateral. Antes del bloqueo, a finales de enero de 2022, el flujo de mercancías en la frontera ya registraba interrupciones: los cerdos procedentes de Canadá no estaban llegando a los mataderos de Iowa, Minnesota y Dakotas; mientras que la soja procedente de Estados Unidos -para la fabricación de piensos- no estaba llegando a Manitoba. Siguen sin llegar, asimismo, otros productos que están afectando al sector industrial: Ford anunció el 9 de febrero la suspensión de la producción en una de sus plantas de motores en Windsor.
Las fronteras suelen tener, por lo menos, dos lados. Así que no deja de ser simétrico el aviso emitido por el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS por sus siglas en inglés), revelado el 9 de febrero de 2022, en el que se advierte que camioneros estadounidenses -a los que se unirán sus congéneres canadienses- tienen planes de bloquear las carreteras de las principales ciudades de EE.UU. como protesta, entre otras cosas, contra la obligatoriedad de la vacunación. Según los detalles filtrados por la prensa, el convoy de camioneros partirá, probablemente, de California a mediados de febrero, pudiendo afectar a la Super Bowl, que tendrá lugar el 13 de febrero, y el discurso del Estado de la Unión del presidente Joe Biden programado para el 1 de marzo.
Energía
La actual fase de acritud comercial entre Estados Unidos y Canadá empezó hace un año, en enero de 2021, cuando Joe Biden, en su primer día como presidente revocó el permiso del oleoducto Keystone XL de cruzar los estados de Montana, Dakota del Sur, Nebraska y Oklahoma en su trayecto de más de 2.000 kilómetros entre la provincia canadiense de Alberta y la costa del Golfo de Texas. El primer ministro de Alberta calificó la decisión de Biden de “insulto”, al mismo tiempo que exigía al gobierno federal la imposición de sanciones comerciales a EE.UU. La suspensión del oleoducto Keystone XL no es la única cuestión energética que divide a Washington y Ottawa: en noviembre de 2020, el gobernador de Michigan, Gretchen Whitmer, revocó la servidumbre de paso de un tramo de la Línea 5 del oleoducto Enbridge que cruza, desde 1953, el Estrecho de Mackinac, entre el Lago Michigan y el Lago Huron. Esta decisión dio lugar a un proceso judicial que sigue en curso. En la misma línea está la votación celebrada en el Maine, en noviembre de 2021, en la que la mayoría de los habitantes del estado votó por la suspensión de la construcción de una línea de electricidad, parte del proyecto New England Clean Energy Connect de la empresa pública canadiense Hydro-Quebec, que debería unir Quebec a Nueva Inglaterra.
Productos lácteos y maderas
Empezó con el oleoducto Keystone XL y culminó, a principios de enero de 2021, con la disputa -pendiente de resolución- sobre el programa canadiense de cuotas arancelarias para productos lácteos, la primera entre los países signatarios del nuevo Acuerdo EE.UU.-México-Canadá (USMCA por sus siglas en inglés), la versión renegociada del antiguo NAFTA. Ambos países tenían hasta el pasado 4 de febrero de 2022 para alcanzar un acuerdo, después de que el panel de resolución de disputas del USMCA calificase de “inconsistente” el programa del gobierno de Ottawa de reservar la mayor parte de sus cuotas arancelarias de productos lácteos para los procesadores canadienses. Lo curioso es que las dos partes reclamaron victoria: Estados Unidos ve en esta disputa una oportunidad de exportar sus productos lácteos a su vecino del norte; y Canadá, según la lectura del gobierno federal, considera que la decisión del panel de arbitraje del USMCA “reconoce expresamente la legitimidad del sistema de gestión de suministros” canadiense.
En el ínterin, aún en el marco del USMCA, sigue la disputa por el tema de la madera blanda (softwood lumber) canadiense, después de que EE.UU., en noviembre de 2021, duplicase, hasta un promedio del 18 %, los aranceles aplicados a los productores de madera blanda de Canadá. A finales de diciembre de 2021, el Ministerio de Comercio Internacional canadiense presentó una impugnación contra esta medida, que será dirimida en un panel comercial formado por ambos países.
Fertilizantes
Durante 2021 los precios de los fertilizantes registraron aumentos espectaculares. Tan espectaculares que alcanzaron los precios más elevados desde que hay registros. Para ello, contribuyeron, en parte, los precios elevados del gas natural, imprescindible para la fabricación de los fertilizantes a base de nitrógeno: el gas natural puede llegar a representar entre un 70% y 90% de los costes variables de producción de los fertilizantes nitrogenados. En el mercado estadounidense, en diciembre de 2021, y comparando con septiembre de 2020, los precios de los compuestos del nitrógeno usados para la fabricación de fertilizantes registraron incrementos nunca vistos: el amoniaco subió el 210%; el nitrógeno líquido aumentó el 159 %; y la urea, el 155 %. Esto, a pesar de tener gas natural suficiente para producir, a precios relativamente económicos, fertilizantes a base de nitrógeno. Por eso, su dependencia de las importaciones de amoniaco vienen bajado desde el 2016. Sin embargo, de todo el amoniaco que importa, el 30 % procede de Canadá.
Estados Unidos tampoco tiene escasez de fosfatos para procesar ácidos fosfóricos. Sin embargo, los precios del fosfato diamónico y del fosfato monoamónico registraron subidas del 150 % y el 100%, respectivamente. Pero, si no le falta nitrógeno ni fosfatos, EE.UU. importa casi el 90 % de los fertilizantes de potasa utilizados por su sector agrícola, la mayor parte procedente de Canadá. Comparado con septiembre de 2020, el precio de la potasa aumentó el 134 %. Y el mayor productor de fertilizantes de potasa del mundo -y el tercero de nitrogenados- es Nutrien, una empresa canadiense.
A principios de enero de 2022, Nutrien anunció, por segunda vez en ocho meses, la sustitución de su CEO, lo que dejó perplejos a algunos accionistas. Nutrien no ha dado justificaciones para esta sustitución tan repentina. Pero la noticia llegó en medio de dudas sobre si el factor determinante para la subida de los precios de los fertilizantes nitrogenados es el precio del gas natural. La razón principal -según un estudio publicado por la Universidad de Texas A&M en diciembre de 2021- sería la situación de casi monopolio de las empresas de fertilizantes, un mercado, como todos, dominado por muy pocas compañías. Nutrien, que obtuvo beneficios récord en el tercer trimestre de 2021, es una de las cuatro empresas, junto con CF Industries, Yara-USA y Koch, que acaparan en torno a tres cuartas partes de la producción estadounidense de fertilizantes nitrogenados.
La principal consecuencia de lo anterior es un aumento de los costes de producción del sector agrícola. Razón por la cual la confianza de los agricultores estadounidenses viene bajando desde hace meses: el pasado mes de enero de 2022 volvió a bajar, según el barómetro elaborado por la Universidad Purdue. Inevitablemente, los elevados costes de producción no solo reducen los márgenes operativos de los agricultores, sino que se transferirán a los consumidores a través de una subida de los precios de los alimentos.
Medidas de compensación
El motivo principal de las protestas de los camioneros en Canadá es la no aceptación de la obligatoriedad de vacunarse para poder pasar la frontera. Pero durante las manifestaciones de los últimos días han participado otros sectores de la sociedad, como, por ejemplo, grupos indígenas descontentos con la respuesta que el gobierno de Ottawa ha dado al escándalo de las muertes en las escuelas residenciales. Es decir, puede haber motivos más latentes y profundos que las meras teorías de conspiración de un movimiento antivacunas.
Al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, las manifestaciones le sorprendieron en aislamiento después de haber contraído Covid, lo que justificaría su ausencia durante la última semana, coincidiendo con el aumento de intensidad de las protestas. La declaración más vehemente de Trudeau fue calificar de “inaceptables” las manifestaciones, un planteamiento que le valió críticas de miembros de su propio partido -el Liberal, que gobierna en minoría en Ottawa después de no haber conseguido la mayoría absoluta que tanto buscaba-.
Las principales críticas -lanzadas, especialmente, por el diputado por el Quebec del Partido Liberal, Joel Lightbound- están relacionadas con la posición del primer ministro de “demonizar” a los grupos que no están de acuerdo con las restricciones implementadas como consecuencia de la pandemia. En esta misma línea se pronunció el primer ministro de Alberta -la provincia de Canadá con mayor recaudación fiscal y rica en petróleo-, Jason Kenney, líder del Partido Conservador Unido (UCP por sus siglas en inglés), al afirmar que las restricciones y medidas relacionadas con la pandemia habían interrumpido e incluso destruido los medios y formas de vida en la provincia.
De por medio, el 2 de febrero de 2022, y sin una relación causal directa con las manifestaciones, el Partido Conservador -el principal partido de la oposición- votó por la destitución de su líder, Erin O’Toole, el candidato tres veces derrotado por Trudeau en las últimas tres elecciones. O’Toole fue sustituido, de forma interina, por Candice Bergen, quien tampoco ahorró críticas a Trudeau, acusándole de pretender una “pandemia permanente”. Tanto la posición de algunos miembros del Partido Liberal como del Partido Conservador -formado por una fuerte ala populista- demuestran algún grado de identificación, apoyo o comprensión por las protestas, lo que sería una evidencia de las divisiones que subyacen en la sociedad canadiense.
Cuando se menciona a Canadá nos acordamos siempre del Quebec y de los dos referendos celebrados en 1980 y 1995 para decidir sobre la independencia respecto a Canadá. Pero otro referéndum, más reciente, ha mostrado que hay otros asuntos que pueden amenazar a la unidad de la confederación que no sea un proceso de independencia.
En octubre del año pasado, la provincia de Alberta -una de las más ricas de Canadá- celebró un referéndum no vinculante en el cual el 62 % de los electores se mostró favorable a la retirada de las medidas de compensación previstas en la Constitución. Estas medidas son una de las herramientas más importantes que utiliza el gobierno de Ottawa para conservar la cohesión territorial entre provincias. Y consisten en un mecanismo tan sencillo como la transferencia de dinero de las regiones más ricas a las menos ricas para mantener unas condiciones de acceso a los servicios públicos razonablemente homogéneas e igualitarias en todo el país. Este mecanismo fue lo que los electores de Alberta rechazaron en octubre de 2021. Precisamente, Alberta, la provincia más afectada por las disputas energéticas con Estados Unidos.
Por eso, la conclusión es tan simple como empírica. El principal problema de seguridad para la administración Biden no está tanto en la frontera entre Rusia y Ucrania, sino en su propia frontera con Canadá. Sin la estabilidad de lo cercano, le resultará más difícil adentrarse en el más allá. Por cosas tan nimias como cerdos, soja, maderas y fertilizantes.
Suscríbete y accede a los nuevos Artículos Exclusivos desde 3,99€
Si escoges nuestro plan DLG Premium anual tendrás también acceso a todos los seminarios de Descifrando la Guerra, incluyendo directos y grabaciones.
Apúntate a nuestra newsletter
Te enviaremos cada semana una selección de los artículos más destacados, para que no te pierdas nada.