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Elecciones parlamentarias en Argelia: nuevos comicios y viejas tensiones

El 18 de febrero de 2020 el presidente de Argelia, Abdelmajid Tebboune, disolvía el Parlamento y convocaba elecciones en Argelia. El movimiento no ha cogido por sorpresa a nadie, ya que tras su convalecencia en Alemania debido al COVID-19, se reunió con los principales partidos la posibilidad de unas elecciones anticipadas.

En Descifrando la Guerra aventurábamos qué futuro le esperaría a Argelia, y hablábamos de imposición militar, inestabilidad, poder de la población etc. Por este motivo no me voy a detener en qué pasó hasta la caída de Bouteflika, sino en qué ha pasado después y qué factores debemos tener en cuenta de cara a estas elecciones.

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¿Como es el sistema electoral argelino?

El país está dividido en 48 circunscripciones plurinominales que se corresponden con la división en prefecturas del país. A cada circunscripción se le asigna un número de votos según la población. Cada asamblea popular nacional se elige por un sistema de resto mayor, que es un sistema de reparto proporcional. Por otra parte, el Consejo de la Nación, 1/3, los nombra un presidente y 2/3 se eligen por un sistema de mayoría de votos en dos rondas, pasando por un colegio electoral integrado por miembros de las asambleas populares de la wilaya y las asambleas populares comunales. En feberro de 2021 saltaba la noticia de que el presidente planea establecer una nueva ley electoral que ya ha sido distribuido a los partidos políticos y posteriormente pasara al parlamento para su votación.

Unos meses después el nuevo líder del ejecutivo argelino, Abdelmajid Tebboune, ratificaba una nueva ley que producía cambios en el sistema electoral. Por primera vez en la historia del país se introducirían listas abiertas que permitirían a los electores mostrar preferencias entre los candidatos. Anteriormente, el votante no podía hacer cambios en el orden de lista que había establecido el partido, y había denuncias de que los primeros puestos de las listas, los más codiciados, ya que tienen preferencia, se compraban mediante sobornos.

Al mismo tiempo, hay que resaltar que Argelia es un sistema presidencialista. El líder del ejecutivo es elegido directamente por los ciudadanos mediante un sistema de doble vuelta: si un candidato obtiene más de 50% de los votos no es necesaria una segunda vuelta. Desde el año 2016 la Haute Instance Indépendante de Monitoring des Élections (HISE) es el organismo encargado de organizar las elecciones y velar por su buen funcionamiento.

Cartel sobre el referemdum ( vía: Middle East Eye)

El regreso de la Hirak

El 16 de febrero de 2019, veíamos protestas masivas en el país debido a la presentación de la quinta candidatura electoral, a pesar de que el estado de salud del presidente se encontraba tan deteriorado que ya no era capaz de hablar ni de caminar y había meses enteros en los que no aparecía en público. Bouteflika ostentó la presidencia durante 20 años y era considerado uno mas de los presidentes eternos africanos de los  que han tenido tanta tendencia a caer en los últimos años. Las protestas tenían un carácter pacífico y denunciaban la corrupción, el clientelismo, el monopolio del poder ejercido por los dos partidos en el gobierno y la represión del estado. Las manifestaciones derivaron en la renuncia de Bouteflika, y se abrió un periodo de transición en el que había grandes esperanzas en un cambio significativo en la política argelina.

Durante este tiempo, las protestas Hirak, que derrocaron a Bouteflika del poder, realizándose cada viernes, se tuvieron que suspender debido a la pandemia de COVID-19. Esto representó para el Gobierno una enorme ventana de oportunidades para poder llevar a cabo su estrategia sin la presión de la población. El 22 de febrero de 2020 se conmemoró el aniversario de la Hirak. El Gobierno ha tratado de institucionalizar el movimiento, hacerlo suyo para así debilitarlo, y esto puede verse en su acción de crear un día de celebración para conmemorarlo. Al ver que esta estrategia fracasaba, se pasó a la detención de los organizadores más destacados del movimiento, que fueron liberados el pasado mes de febrero con el perdón presidencial masivo que se realizó. Se calcula que se ha detenido a 73 activistas de manera ilegal desde que comenzó el movimiento. A pesar de todo, el pasado mes de febrero las detenciones se reactivaron debido a la situación política y económica que vive el país. Las restricciones contra el COVID-19 no han desincentivado a los manifestantes a salir a las calles

Los Gobiernos de Bouteflika se caracterizaron por la represión y la censura, y estas dinámicas no han cesado. Uno de los casos más sonados fue la detención del periodista independiente Khaled Drareni en marzo de 2020, que fue una de las voces más importantes durante todo el proceso vivido en Argelia. Drareni fue liberado unos días después del anuncio de los comicios como parte de los indultos masivos que se realizaron desde la presidencia. Hay un punto importante a destacar, y es que en los últimos días se ha presentado un proyecto de ley para privar de la nacionalidad argelina a los ciudadanos que residan en el extranjero y “perjudiquen deliberadamente los intereses del Estado o socaven la unidad nacional”. En conclusión, no ha habido la esperada mejora en la situación de la libertad de expresión en el país y en determinados momentos se ha llegado a recrudecer cuando el nuevo Gobierno de Tebboune se tenía que consolidar.

 

Manifestaciones en contra de Bouteflika ( Vía France24)

Argelia después de Bouteflika

Sin embargo, el 12 de diciembre de 2019 se celebraron elecciones presidenciales en Argelia, no exentas de tensión por el rechazo a los candidatos que habían pertenecido al entorno del anterior presidente, y desde primeras horas se sucedieron las manifestaciones y enfrentamientos con la policía. Según la Autoridad Nacional Electoral Independiente de Argelia, las elecciones presidenciales tuvieron un 41,14% de participación, un 9% menos que en los anteriores comicios de 2014. El vencedor fue Abdelmajid Tebboune, ex primer ministro del anterior Gobierno y que anteriormente había ocupado la cartera de vivienda. La llegada de Tebboune al poder significó un continuismo de las élites y las dinámicas de las presidencias de Bouteflika. La población era consciente de este hecho y continuaron las protestas. Sin embargo, Tebboune siguió en su cargo y recibió el reconocimiento y apoyo internacionales.

En noviembre de 2020 tenía lugar la reforma constitucional en Argelia, que se aprobaba por referéndum con una participación extraordinariamente baja, un 23,7%. No obstante, la Autoridad Nacional Independiente para las Elecciones (ANIE) declaraba que el 66,8% había sido un voto afirmativo, por lo que quedó aprobada a pesar que no votó ni un cuarto de los ciudadanos con derecho a hacerlo. Esta reforma ha sido presentada por el Gobierno como “el nacimiento de la nueva Argelia” sin embargo la población se mostró muy descontenta y eso se tradujo en el boicot masivo. Los cambios se basan en reformar la figura del primer ministro y su elección, reformar las bases del poder judicial y cambiar ligeramente el Consejo Superior del Poder Judicial. El cambio más destacable es la limitación de concatenación de mandatos para el presidente, cuestión que desató las protestas y actualmente se encuentra limitada a dos mandatos seguidos.

Partidos políticos relevantes:

Acto seguido está la cuestión de los partidos políticos que han tenido un papel clave durante este periodo después de Bouteflika. Los partidos son exactamente los mismos que durante sus Gobiernos, lo que no hace más que afianzar la idea de que se ha dado un continuismo del sistema que lleva más de veinte años imperando en el país. Argelia se podría considerar un sistema de partido hegemónico, pero que permite la existencia de otros partidos que actúan como satélites y no constituyen una amenaza real para el partido en el Gobierno.

El presidente Tebboune en el despacho presidencial ( Vía: Afrik.com)

A continuación, hablaremos de los partidos con mayor representación en el Parlamento argelino.

La Asamblea Popular Nacional es la cámara baja y está formada por 462 escaños. La última vez que se celebraron elecciones fue en 2017 y los partidos que mayor representación obtuvieron fueron el Frente de Liberación Nacional (164) y Agrupación Nacional para la democracia (100). Los siguientes partidos obtuvieron un número de escaños muy inferior, el Movimiento de la sociedad por la Paz fue la tercera fuerza con 33 escaños y hay un gran número de partidos que cuentan con un solo escaño.

El Consejo de la Nación es la cámara alta y se encuentra formada por 144 miembros. Este organismo tiene una particularidad y es que 96 de los escaños son elegidos por los votantes y 48 son nombrados directamente por el presidente. En esta cámara se repiten los mismos patrones que en la Asamblea Popular Nacional, el Frente de Liberación Nacional cuanta actualmente con 59 asientos y la Agrupación Nacional para la Democracia con 28, la tercera fuerza política cuenta con 4 escaños.

  • Frente de Liberación Nacional: partido que lideró la independencia de Argelia junto con su brazo armado el “Ejército de Liberación Nacional” desde el año 1954. En los primeros años de la independencia, el FLN gobernó como partido único hasta el año 1989. En las primeras elecciones libres en 1991 sufrió una grave derrota a manos del Frente Islámico de Salvación, al que los militares impidieron acceder al poder, y la situación derivó en un fuerte conflicto en el que el FLN se mantiene al margen. El partido formó parte de la Internacional Socialista desde el 2013 hasta el 2019. La ideología del partido es difícil de definir, ya que ha variado dependiendo del jefe del partido, que no ha habido pocos, pero su base es el nacionalismo y el fin de la explotación por parte de Francia, por lo que se acercó al socialismo. Es el partido de Bouteflika y del actual presidente.
  • Agrupación Nacional para la Democracia (RND): fundado en 1997, y desde entonces ha cosechado un éxito electoral importante. Desde el año 2005 ha sido socio del Frente de Liberación Nacional junto con el Movimiento de la Sociedad por la Paz. Durante las protestas contra Bouteflika presentaron una declaración conjunta con el FLN apoyando las manifestaciones contra el presidente. Tras la caída de este, uno de sus fundadores, Abdelkader Bensalah, fue jefe de Estado interino.

Actualmente forman la coalición ganadora en el parlamento, ya que suman 82 escaños en total, más los 47 asientos nombrados por el presidente. Por este motivo, en las próximas elecciones del 4 de junio debemos estar especialmente atentos al comportamiento de estos partidos y a su correlación de fuerzas. No obstante, tampoco debemos subestimar el factor islamista en Argelia. El Movimiento de la Sociedad por la Paz es un partido notablemente más minoritario que los dos primeros, pero continúa siendo importante por sus alianzas con el FLN y el RND y por su carácter islamista moderado. Sin embargo, este partido se ha desvinculado bastante de los otros dos desde que anunció su voto negativo a la reforma constitucional

Conclusiones:

En el año 2019 caía del poder el eterno presidente Bouteflika y se abría una ventana de oportunidad a un cambio político en Argelia. Sin embargo, esta esperanza de cambio se ha visto rápidamente truncada cuando los partidos y las élites siguen siendo las mismas. La represión ha aumentado significamente con la detención de periodistas y figuras de la oposición. Se han realizado algunos cambios superficiales en los textos legislativos, pero sin que estos supongan ningún cambio real en la vida de los argelinos. Mientras tanto, la población que salió a la calle para protestar contra el clientelismo, la falta de democracia y la represión se vio obligada a detener las manifestaciones por la pandemia y observar como todo seguía igual. Sin embargo, en los últimos meses las protestas han vuelto a las calles. Por ello, existe la posibilidad de que se celebren elecciones buscando el lavado de cara o la renovación de las instituciones que se busca desde el Gobierno y los partidos, pero el resultado de estas derive en protestas masivas que veíamos hace dos años. Por otra parte, el sector militar tiene mucho poder e influyó en la caída de Bouteflika por lo que podría volver a intervenir en la política del país. A la vista de la tensión social, las elecciones del 12 de junio representan un reto para los partidos y las élites argelinas que ya consiguieron salvar los muebles tras el derrocamiento de Bouteflika pero ¿podrán seguir haciéndolo?

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