El domingo 27 de diciembre de 2020 se celebrarán elecciones en República Centroafricana. La jornada estará marcada por la incertidumbre, la tensión y la inestabilidad debido al colapso de los acuerdos de paz de 2019, a la formación de una nueva coalición de grupos rebeldes y al regreso del depuesto presidente François Bozize.
Antecedentes
La República Centroafricana es un país de mayoría cristiana, aunque con una importante minoría musulmana, perteneciente a la Francáfrica y que se encuentra en el corazón del continente haciendo frontera con Chad, Sudán, Sudán del Sur, República Democrática del Congo, Congo y Camerún. El país obtendría su independencia en 1960 y estaría marcado desde un primer momento por la inestabilidad, sufriendo cuatro golpes de estado exitosos entre 1960 y 2003, y por la injerencia francesa, ya que el apoyo de la potencia colonial, o la pérdida de este, ha sido un elemento decisivo en el ascenso y la caída de los gobernantes del país.
El último golpe de estado, llevado a cabo por François Bozize en 2003, marcaría un antes y un después ya que en respuesta a este comenzaría una rebelión en el norte del país que, con el paso del tiempo, daría lugar a dos guerras civiles consecutivas que llevarían al país al caos y a Bozize al exilio en 2013.
A finales de 2015, tras más de dos años de caos ininterrumpido, se celebrarían las primeras elecciones generales en el país desde la caída de Bozize. En estos comicios participaron más de un millón de personas por lo que, a pesar de estar marcados por el miedo a la violencia y las irregularidades, fueron considerados un éxito y el primer paso hacia la estabilización del país. La victoria en la carrera por la presidencia del país fue obtenida, en segunda vuelta, por Faustin-Archange Touadera quien anteriormente había ocupado el cargo de primer ministro entre enero de 2008 y enero de 2013.
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El acuerdo de paz de 2019
En febrero de 2019, tras un largo proceso de negociaciones y la firma de un preacuerdo auspiciado por Rusia en agosto de 2018, se firmaba el “Acuerdo Político para la Paz y la Reconciliación en República Centroafricana” (APPR – RCA). Este acuerdo sería firmado por el gobierno de la R. Centroafricana, encabezado por Touadera, y los principales grupos armados dando lugar a un compromiso de reconciliación y reforma del país.
Sin embargo, y a pesar de las altas expectativas que generó su firma, este acuerdo se quebraría por completo en menos de un año bajo el peso de las numerosas violaciones de los compromisos adquiridos, tal y como queda reflejado en el informe de Naciones Unidas sobre la situación en el país de diciembre de 2019. Esto daría lugar a un nuevo deterioro en las condiciones de seguridad del país y a una renovada hostilidad en las relaciones entre el gobierno y los grupos armados.
La situación en el país ante las elecciones de 2020
El cómo se desarrollen estas nuevas elecciones está considerado como un factor clave para determinar si el país continuará estancado en el caos de la guerra civil o si, por el contrario, continúa con el lento, aunque progresivo, proceso de estabilización.
Uno de los principales retos en lo referente al desarrollo de estas elecciones ha sido la cuestión de las candidaturas, tanto a la asamblea legislativa como a la presidencia, debido a las consecuencias que ha tenido el hecho de que el Tribunal Constitucional haya rechazado algunas de estas.
Por un lado, una docena de miembros de diversos grupos armados en activo habían presentado sus candidaturas para las elecciones parlamentarias y estas fueron rechazadas por el Constitucional debido a que “la mera presencia de miembros de grupos armados todavía en activo como candidatos al poder legislativo probablemente socavará seriamente la sinceridad del voto”.
Con esta decisión del Tribunal Constitucional, sumada al proceso de ruptura de los acuerdos de paz, las relaciones entre el gobierno y los grupos armados alcanzan su peor momento en los últimos años. Es importante que, a la hora de valorar la importancia de las relaciones entre el gobierno y los grupos armados, especialmente de cara a los comicios del próximo domingo, señalemos el hecho que el gobierno del país tan solo controla entre el 30 y el 50 por ciento del territorio nacional estando el resto en manos de susodichos grupos.
Pero la cuestión de las candidaturas también nos permite aproximarnos a otro elemento clave de la crisis que atraviesa actualmente el país: François Bozize. El antiguo mandatario regresó al país a finales de 2019 con el objetivo de volver a presentar su candidatura a la presidencia y durante buena parte de 2020 estuvo recabando apoyos haciendo uso de la influencia de su antiguo partido, el KNK. Todo parecía indicar que Bozize sería uno de los favoritos de cara a las elecciones, pero finalmente el Tribunal Constitucional de R. Centroafricana bloqueó su candidatura a principios de diciembre, apoyándose en la orden de detención internacional que pesa sobre el expresidente desde marzo de 2014 y en las sanciones de Naciones Unidas, dando al traste con estas aspiraciones y provocando un importante resentimiento entre sus partidarios.
Crisis: la nueva coalición rebelde y ¿una extraña alianza?
El día 19 de diciembre, tan solo 8 días antes de la celebración de los comicios, los principales grupos armados del país han anunciado la formación de una nueva alianza: la Coalición de Patriotas por el Cambio.
Esta nueva coalición denuncia en su documento fundacional al gobierno e invita al ejército y al resto de los grupos armados a unírseles para inaugurar una “nueva era de paz, estabilidad y concordia intercomunitaria entre todos los hijos e hijas de la República Centroafricana”
La situación se complicaría más cuando, poco después del anuncio de la formación de esta nueva alianza rebelde, el gobierno acusó a Bozize de estar preparándose para marchar sobre la capital con el objetivo de hacerse con el control del país mediante un nuevo golpe de estado algo que sería rápidamente negado por su portavoz.
En los días posteriores han comenzado a producirse escaramuzas entre combatientes de la CPC y el ejército en distintos puntos del país que también han afectado a las fuerzas internacionales desplegadas en el mismo.
Esto ha provocado fuertes reacciones políticas tanto a nivel nacional como internacional. Por un lado, la mayoría de las fuerzas políticas de la oposición centroafricana han solicitado que, ante el incremento en la inseguridad y la escalada en los combates, las elecciones se pospongan de manera indefinida algo que ha sido rechazado de pleno por el gobierno. Por el contrario, el G5+, grupo informal que incluye a los principales países e instituciones involucrados en República Centroafricana, ha emitido un comunicado conjunto condenando las acciones tanto de los grupos rebeldes como del presidente Bozize, dando así por buena la conexión entre ambos, y asegurando que la situación está controlada y que las elecciones seguirán su curso en la fecha preestablecida.
También relevante, quizá incluso más que lo anterior, es el hecho de que el gobierno de República Centroafricana anunció, a última hora del domingo 20 de diciembre, que dos países socios, Ruanda y la Federación Rusa, desplegarán tropas en el país con el fin de reforzar la seguridad de cara a la celebración de los comicios. Ruanda ha confirmado este despliegue mientras que Rusia lo ha desmentido.
Teniendo todo esto en cuenta tan solo nos queda afirmar que lo que vaya a ocurrir a lo largo de esta última semana previa a los comicios es aún una incógnita, pero que sin duda alguna estos serán unos días determinantes para el desarrollo de las elecciones y, por lo tanto, para el futuro de esta nación africana.
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