El enfrentamiento ejecutivo-legislativo que desde hace meses paraliza la vida política tunecina estalla por los aires. En un contexto de crisis económica y social agravada por la pandemia de la COVID-19 el presidente Kaïs Saied ha decidido destituir al Primer Ministro, Hicehm Mechichi, congelar la actividad del parlamento y retirar la inmunidad a los diputados.
Para ello Saied ha invocado el Artículo 80 de la Constitución de 2014, decretando el Estado Excepción. Formula que permite al Presidente del país asumir competencias excepcionales “en caso de amenaza inminente que ponga en peligro la entidad de la nación, la seguridad nacional o a su independencia y que impida el normal funcionamiento institucional del Estado”. Según lo aprobado Saied asumiría las funciones del ejecutivo tunecino con ayuda de un nuevo primer ministro.
En una reunión de urgencia desde el Palacio presidencial Saied afirmó que la situación de ingobernavilidad en Túnez motiva esta decisión y advirtió “a quien piense en recurrir a las armas, quien dispare una bala, las Fuerzas Armadas responderán con balas”.
Para ampliar: Túnez y la “transición ideal”. Inestabilidad tras una década de revolución.
El detonante se encontraría en las protestas que tuvieron lugar el domingo 25 julio, Día de la República, en las principales ciudades del país. Los manifestantes, que en varios casos fueron disueltos por la policía, coreaban consignas “por la caída del régimen”.
🇹🇳 Las protestas se han sucedido en ciudades como Bardo, Sfax o Monastir. Aquí la policía dispersa a manifestantes frente al parlamento en Túnez. pic.twitter.com/t8M3ZtYp1J
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) July 25, 2021
La principal fuerza política del país, el partido islamista Ennahda (vinculado a los Hermanos Musulmanes), que sustenta a Mechichi, afirmó por boca de su presidente Rached Ghannouchi que el anuncio de Saied es “un golpe de estado contra la revolución y la constitución”.
Ghannouchi, que es además presidente del parlamento tunecino, afirmó en declaraciones a Reuters “consideramos que las instituciones siguen en pie y los partidarios de Ennahda y el pueblo tunecino defenderán la revolución”.
Poco después de conocerse la decisión de Saied, en varias ciudades de Túnez se han reportado manifestaciones espontáneas celebrando la decisión del presidente Saied. Durante la tarde varias sedes de Ennahda fueron atacadas.
Túnez es el país más castigado por el COVID de todo el continente africano y su economía se ha visto lastrada por la caída del turismo, principal actividad económica del país. A ello se suma la fragilidad del sistema político emanado de la revolución de 2011, cuando la caída de Ben Alí dio paso -tras grandes tensiones- a la actual Carta Magna y a un sistema semipresidencialista con grandes vacíos de poder. La ausencia del Tribunal Constitucional, órgano que aún no ha sido creado y debería regular situaciones como los conflictos de competencia o la actual declaración del Estado de Excepción, han agravado la situación.
Suscríbete y accede a los nuevos Artículos Exclusivos desde 3,99€
Si escoges nuestro plan DLG Premium anual tendrás también acceso a todos los seminarios de Descifrando la Guerra, incluyendo directos y grabaciones.
Apúntate a nuestra newsletter
Te enviaremos cada semana una selección de los artículos más destacados, para que no te pierdas nada.