La cumbre de Vilna ha demostrado a Ucrania la dura realidad de que la entrada en la OTAN no está garantizada, que a pesar de las buenas palabras el papel de Kiev en la guerra es un medio y no un fin en sí mismo. Zelenski enfrenta en este escenario un equilibrio delicado en el que sus promesas bien podrían volvérsele en contra si se ve obligado a negociar con Rusia y a ceder. Bajo la unidad
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