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Cobertura: Crisis en África Occidental

Breve introducción

África Occidental es una vasta región de difícil delimitación por la porosidad de las fronteras y el trazado de estas atendiendo a criterios coloniales. Además, se extiende por un amplio territorio de enorme diversidad étnica, política, religiosa y lingüística, cuya inestabilidad le ha convertido en uno de los grandes focos de la geopolítica internacional. La región se enfrenta a múltiples problemas que se entrelazan y retroalimentan entre sí, afectando recíprocamente a las dinámicas de regiones adyacentes como África Central o el Magreb.

En los últimos años se ha podido ver como el deterioro de las condiciones de vida, el tráfico de armas, las sucesivas crisis humanitarias y la rápida expansión de la insurgencia yihadista se han traducido en una gran preocupación por la evolución de la ineficaz lucha contra la inseguridad y un deterioro del contrato social entre los gobiernos y la población.

La inestabilidad política, estrechamente vinculada a estos fenómenos, ha propiciado el desarrollo de una serie de dinámicas como la búsqueda de nuevos socios internacionales, el giro autocrático por parte de gobiernos que tratan de perpetuarse en el poder y, en los países más afectados por las insurgencias, el establecimiento de juntas militares que llegan al poder asegurando que serán ellos quienes acabarán con los problemas de inseguridad.

La situación ha llegado a un punto crítico tras el golpe de Estado del 26 de julio de 2023 en Níger. Este acontecimiento ha supuesto una línea roja para la región. Evidencia que toda la geopolítica de África Occidental está en juego puesto que este evento supone la aceleración de un efecto dominó que hasta el momento solo se intuía. La Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO/ECOWAS) como organización garante de la estabilidad regional ve peligrar su propia existencia mientras las juntas militares, suspendidas de membresía por el organismo, ven en juego su propia supervivencia si no se consolida la tendencia.

Al mismo tiempo, y en paralelo a esto, el golpe de Níger ha puesto en la mira de las capitales occidentales la expansión de la compañía militar privada rusa Wagner en la región puesto que, como ocurrió en Malí o República Centroafricana, se teme que los mercenarios rusos puedan sustituir a las potencias occidentales como principales socios para la lucha contra la inseguridad en el país. Tal y como indicábamos, esta posibilidad se enmarca en la búsqueda de nuevos socios internacionales –particularmente en detrimento del papel de Francia en la región– y añade un vector global de tensión a la peligrosa crisis de Níger.

Es de gran importancia prestar atención a la evolución de esta región, y en particular de esta crisis, tanto a nivel interior como exterior, ya que esta poseerá una destacada influencia en el cambio global y en el devenir de un nuevo orden internacional para las próximas décadas.

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