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Cobertura: Crisis de Etiopía

Leyenda del mapa – vía @MapEthiopia

Rojo – Fuerzas de Defensa de Tigray (TDF)/Frente de Liberación del Pueblo de Tigray (TPLF). Antiguo gobierno de la región de Tigray.

Amarillo – Fuerza de Defensa Nacional de Etiopía (ENDF), milicias étnicas y fuerzas de seguridad de gobiernos regionales alineados con el gobierno federal. Es importante señalar que estas fuerzas no son completamente homogéneas y que puntualmente se producen enfrentamientos entre varios de sus componentes.

Azul celeste – Estado de Eritrea. Aliado del gobierno federal de Etiopía en la guerra contra el TPLF. Su papel en futuras etapas del conflicto no está claro.

Verde – República de Sudán. Combate contra milicias amhara y el ejército etíope en la región conocida como “Triángulo de Al Fashqa”. Por el momento no se ha involucrado en los combates dentro de Etiopía.

Azul oscuro – Ejército de Liberación Oromo (OLA)/Frente de Liberación Oromo – Shane (OLF-Shane). El OLA es el principal grupo armado de la región de Oromia. 

Breve introducción

A finales de diciembre de 2022, el gobierno etíope y el Frente de Liberación de Tigray (TPLF) firmaban un acuerdo de paz que ponía el punto y final a dos años de una guerra considerada como uno de los conflictos más mortíferos del presente siglo. Sin embargo, la fragilidad de los acuerdos y la continua actividad de grupos insurgentes en diversos territorios complican la paz en un país que se debate entre las tendencias etnofederalistas y las centralizadoras promovidas por el primer ministro Abiy Ahmed.

El impulso a un nuevo gobierno en Tigray o la entrada de ayuda humanitaria suponen grandes avances para la población de Tigray, pero la no inclusión de actores protagonistas en la guerra como Eritrea o la existencia de grupos tigriñas que no reconocen los acuerdos podrían desembocar en nuevos enfrentamientos en esta región norteña. Mientras tanto, el pueblo oromo, históricamente discriminado, ha visto aumentar la insurgencia en sus territorios con ataques y enfrentamientos constantes entre el Frente de Liberación Oromo y el ejército federal. En otras regiones como Benishangul-Gumuz, los combates entre grupos de carácter étnico son habituales, e incluso se han producido enfrentamientos religiosos entre miembros de la Iglesia Ortodoxa etíope y grupos disidentes.

En el plano internacional, la posición de Etiopía ha mejorado notablemente tras el fin de la guerra. Ha llegado a acuerdos con Somalia para combatir a Al-Sabaab, o con Sudan, con quien mantenía posiciones divergentes en torno a la construcción de la Gran Presa del Renacimiento o por el control de la rica región agrícola de Al-Fashqa. Sin embargo, Egipto sigue mostrándose muy combativa contra la construcción de una presa que ya iniciado sus primeros procedimientos de llenado.

Publicado sobre Crisis de Etiopía