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Venezuela ante el mundo

Por Néstor Prieto

Los acontecimientos del 23 de enero precipitaron una división internacional que venía fraguándose desde hace años. La autoproclamación de Guaidó ha sido la “excusa” para desconocer la reelección de Nicolás Maduro y apoyar internacionalmente un nuevo gobierno.

Desde Descifrando la Guerra, abrimos con este análisis una serie de artículos que arrojen sobre cuánto está ocurriendo en Venezuela y sus consecuencias en el ámbito internacional. ¿Qué países y organismos reconocen a Maduro? ¿Cuáles apoyan a la oposición? ¿Qué situación aborda el país?

Un mapa dividido en dos

Son casi las 14:00 en Caracas cuando Juan Guaidó, en plena calle y rodeado de periodistas, juraba “ante Dios Todopoderoso asumir las competencias del Ejecutivo Nacional”. Tres horas después, desde el balcón del Palacio de Miraflores, Maduro se reafirmaba como Presidente “legítimo elegido por el pueblo”. Se consumaba una ruptura que tenía reflejo internacional, la división del mapa en países que apoyaban a Maduro o que optaban por Guaidó.

América

Todos los analistas apuntan a que el éxito o el fracaso de uno u otro dependerá en gran parte de lo que ocurra en América, puesto que las relaciones económicas y políticas de la región son factores claves para decantar la balanza.

El continente se ha teñido de azul en apoyo a Juan Guaidó, que ha sido reconocido como presidente por todos los países del Grupo de Lima, creado en 2017 como mecanismo de coordinación y presión a Venezuela, a excepción de México, cuyo presidente López Obrador ha reconocido explícitamente a Maduro.

Las consecuencias más visibles del apoyo a la oposición es el aislamiento diplomático en la región donde, pese a no darse una posición unánime, ya se han forzado votaciones en la Organización de Estados Americanos contra el gobierno chavista. En este sentido, cabe destacar la posición de Colombia y Brasil, países que comparten más frontera y que serían claves ante una eventual invasión o guerra. No sería nuevo el cierre estratégico de fronteras que podría poner en jaque la situación del país.

Al azul del mapa solo escapan Nicaragua, Bolivia, Cuba, El Salvador, Surinam, Dominica y San Vicente y Granadinas, lo que pone de manifiesto la consumada derechización del continente. Salvo las Guayanas (neutrales) y Uruguay, quien ha llamado a un diálogo sin reconocimiento expreso de ninguna de las dos opciones, se evidencia una polarización que podría ser clave en el desenlace de los acontecimientos.

La propuesta de dialogo lanzada por México y Uruguay, que en principio no parecía descartada por Maduro, si lo fue por Guaidó. Cerrada esa primera vía, las posiciones parecen polarizarse aún más.

Destacable es también la posición varios organismos americanos. El Banco Interamericano ha reconocido a Guaidó como Presidente, quien ha anunciado que nombrará un nuevo representante ante la institución financiera, lo que podría ser clave para el acceso a divisas de su nuevo “gobierno”. La OEA mantiene un pulso interno, aunque su secretario general, Luis Almagro, ha mantenido su habitual línea antichavista, mientras que el ALBA y el Foro de Sao Paolo han anunciado su solidaridad con Maduro.

Europa

En el viejo continente el apoyo a Guaidó es casi unánime aunque varían las fórmulas. La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, aseguró que la UE y sus Estados miembros “siguen dispuestos a apoyar la restauración de la democracia y el Estado de derecho en Venezuela a través de un proceso político creíble y pacífico en línea con la Constitución venezolana.”

La UE parecía ponerse de perfil, o abogar por un apoyo tibio a la oposición. Pero pocas horas después de las declaraciones de Mogherino se sucedieron varios posicionamientos que cuestionaban la “neutralidad europea”. Primero fue Reino Unido, quien a través de su Ministerio de Exteriores condenó la “dictadura de Maduro” y reconoció al autoproclamado Guaidó. Francia secundó rápidamente la postura de EEUU y, finalmente España y Alemania avanzaron en la mañana del viernes 25 que impulsarían que la UE reconociese a Guaidó de no convocarse elecciones libres de manera inmediata.

A última hora, las presiones Merkel-Sánchez forzaron un “encuentro técnico” con el que se pretendía unificar la postura comunitaria. El texto inicial se refería en términos especialmente duros al gobierno de Maduro, sobre el que lanzaba un ultimátum: de no convocarse elecciones en ocho días, la UE reconocería a Guaidó como presidente.

La posición del gobierno español -que Maduro calificó en rueda de prensa de “racista y colonialista”-, planteó el reconocimiento directo de Guaidó como Presidente, algo  rechazado rápidamente en el encuentro.

El resultado, un texto considerablemente más blando que el previsto, elimina el tope de 8 días por un ambiguo “en los próximos días no descartando medidas futuras”. Sorprendentemente, el veto no llegó ni de Grecia ni de Austria, cuyos representantes se habían mostrado reticentes, sino de Italia, quien no dudó en oponerse al texto consensuado por el resto de miembros.

Finalmente, el Parlamento Europeo antes de que expirase ese plazo de 8 días reconoció en votación al gobierno de Maduro con los votos favorables de los Populares Europeos, Liberales y Socialdemócratas; que se impusieron a Verdes y al grupo GUE/NLG (Izquierda Europea).

No obstante, lejos de lo que pretendía la UE, cada país actúa con cierta autonomía y no se ha dado un reconocimiento en bloque. Italia ya se ha desmarcado de la votación y aseguró que no reconocerá a Guaidó. “Italia no reconoce a Guaidó, porque estamos absolutamente en contra del hecho de que un país o un grupo de terceros países puedan determinar la política interna de otro país; se llama principio de no interferencia y está reconocido por la ONU”, aseguró el viceministro de exteriores italiano.

El gobierno del “Partido Socialista” en Portugal también se pronunció contra Maduro, alineándose con los conservadores del CDS, lo que se vio respondido de manera inmediata por sus socios de gobierno del PCP (Partido Comunista Portugués) que denunciaron el “seguidismo a Trump” y apoyando la reelección del chavismo. La tensión entre ambos partidos aumentó después de que el lunes 28, el gobierno portugués suscribiese el ultimatum de 8 días promovido por España. Esta situación anuncia posibles tensiones en el país luso.

Remarcable es también la situación en Grecia, donde el partido gobernante Syriza se ha posicionado en favor de Maduro, en contraste con el silencio absoluto del Primer Ministro y Secretario General de la formación Alexis Tsipras. Ni el ni nadie del gobierno han reconocido a Maduro pese a que su partido si lo haya hecho.

Gobiernos como el de Georgia o Dinamarca ya han felicitado al “gobierno de transición”. El núcleo “duro” europeo, Francia, España y Alemania, ya han adelantado que mantiene su apuesta por reconocer a Guaidó de no convocarse elecciones en esta próxima semana, declaración a la que se han unido Belgica, Países Bajos y Polonia entre otros. Por su parte, Bielorrusia, quien incialmente se mostró dubitativa ya ha reconocido a Maduro.

El resto de fisuras de la UE en el bloque antichavista llegan de Grecia, Chipre, Eslovaquia, Luxemburgo y Suecia, quienes han mostrado reticencias y no han reconocido a Guaidó. Por su parte, Austria, ha explicado que no reconocen gobiernos, sino estados, por cuestiones legales.

Oriente Medio y África

Por su parte, en Oriente Medio la división no es tan evidente. Aliados estadounidenses en la región como Arabia Saudí y el resto de países del Golfo no se han pronunciado ni parece que vayan a hacerlo. Romper con el gobierno de Maduro traería graves consecuencias para el mercado petrolífero, pues todos ellos comparten asiento en la OPEP. Y posicionarse abiertamente contra el gobierno que controla las mayores reservas de petróleo del mundo podría desatar una guerra interna que prefieren evitar.

Israel mantuvo hasta el domingo 27 un sorprendente silencio. Ya con Chávez en el gobierno, Venezuela apostó por fortalecer los lazos con Palestina y abanderar su causa en el tablero internacional. Desde entonces, Israel y Venezuela han visto degradadas sus relaciones diplomáticas, pero según fuentes internas lo que había evitado  un pronunciamiento expreso israelita sería la “preocupación por la población judía en el país“. No obstante, los últimos movimientos internacionales facilitaron el posicionamiento de Israel en favor de Guaidó. En Palestina el FPLP (Frente Popular para Liberación de Palestina) y Hamas habrían refrendado la reelección del líder del PSUV.

Quienes no ha dudado en apoyar públicamente a Nicolás Maduro han sido Siria e Irán, aliados del gobierno bolivariano con el que mantienen fuertes lazos comerciales y de amistad. No hay que olvidar que Venezuela se ha declarado reiteradamente en contra de las políticas imperialistas estadounidenses sobre estas regiones, por lo que el reconocimiento de Maduro entraba dentro de lo previsible.

Por su parte, Turquía, pese a ser miembro de la OTAN y aliado estadounidense, no ha reconocido a Guaidó. Erdogan ya envió una importante delegación turca a la toma de posesión de Maduro, con quien mantiene una buena relación política. La colaboración entra ambos países se ha multiplicado en los últimos años, siendo Turquía un socio preferente que desde el primer momento descartó asumir las sanciones promovidas por EEUU.

Erdogan dijo mostrarse “sorprendido” por la decisión de Donald Trump de desconocer a un presidente “legítimo y elegido democráticamente”. Este enésimo desencuentro entre teóricos aliados se entiende mejor sabiendo que durante el golpe de Estado de Turquía en 2016, Maduro apoyó desde el primer momento a Erdogan. La posición turca es firme, y parece que hará notar en la ONU y otros organismos internacionales.

Por último, si bien el gobierno del Líbano no ha hecho declaraciones respecto a la crisis venezolana, Hezbollah se apresuró en las primeras horas a mostrar su apoyo al chavismo frente a la “injerencia imperialista”.

Respecto a África, solo han trascendido pronunciamientos del gobierno sudafricano, aliado de Maduro, y de Guinea Ecuatorial, ambos en el mismo sentido. Guinea Ecuatorial destacó por su dura intervención en la ONU defendiendo la “legitimidad de las últimas elecciones presidenciales”.

Argelia ha mantenido siempre fuertes vínculos con Venezuela, y la amistad entre ambos países parece no haberse quebrado tras los últimos acontecimientos.

En un acto celebrado el 1 de febrero los gobiernos de Zambia, Benín y Mozambique recibieron credenciales del gobierno de Nicolás Maduro, lo que supone de facto reconcoer a su gobierno como el único legítimo ante el que presentar sus cuerpos diplomáticos.

En el mismo cabría esperar un posicionamiento de Gabón y el Congo, países que enviaron delegaciones al acto de investidura de Nicolás Maduro como Presidente el pasado enero.

Asia

Todas las miradas se centran ahora en China y Rusia, principales aliados de Venezuela, y únicos países capaces de plantar cara a EEUU. Inicialmente se había elucubrado con la posibilidad de que ambos hubiesen pactado la caída de Maduro con EEUU a cambio de situaciones favorables en Corea del Norte y Siria respectivamente. Algo que aún sigue en duda pero que parece disiparse con el paso de los días.

Estos dos países son el pulmón económico de la maltrecha economía venezolana, y aunque no tardaron en reconocer la legitimidad de Maduro, es evidente que la supervivencia del chavismo requiere de un apoyo expreso y palpable. En este sentido, desde Caracas se ha anunciado la “llegada de nuevas inversiones” procedentes de los dos gigantes. A ello hay que sumar la supuesta llegada de 400 contratistas rusos, con experiencia en Siria y el este de Ucrania, preparados para entrar en acción ante el eventual estallido de una guerra.

En continente asiático, ya se han pronunciado en favor del gobierno chavista Camboya y Laos, posiciones esperables conociendo la cooperación previa entre dichos gobiernos y la administración bolivariana. India e Indonesia ya han anunciado su “neutralidad“, un revés para Maduro, quien recientemente había reforzado los lazos comerciales con el gobierno de Modi.

Japón ha anunciado también su voluntad por resolver los “problemas internos dentro del país”. Por su parte Corea del Norte ha respaldado a Maduro y Vietnam, aliado histórico, aún no se ha pronunciado.

En Oceanía, los únicos posicionamientos que han trascendido vienen de Australia, que siguiendo el guión estadounidense y europeo a reconocido a Guaidó.

La ONU, otra vez tablero de juego

Durante la sesión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas del pasado 26 de enero, Rusia llamó a una votación para evitar el debate en la ONU sobre Venezuela. Iniciativa promovida por EEUU con la que busca recabar apoyos para Guaidó; para ser evitado el debate se requería de 5 votos en una votación procedimental.

El resultado final fue de 9 votos a favor (EEUU, Francia, Reino Unido, Polonia, Bélgica, Perú, Kuwait, República Dominicana y Alemania), 4 en contra (Rusia, China, Guinea Ecuatorial y Sudafrica) y 2 abstenciones (Indonesia y Costa de Marfil). Quedándose a un solo voto en contra de haberse evitado el debate.

El resultado nos lleva a una futura confrontación en la ONU, donde EEUU lanzará una nueva ofensiva con la que apuntalar los apoyos internacionales a Guaidó.

Sin duda alguna, el conflicto venezolano rebasa intereses y fronteras nacionales, las grandes potencias y los países vecinos serán clave en el desenlace de un conflicto que ya ha polarizado la escena internacional.

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